Argentina no arregla con los holdouts. El Elegido es Scioli sin decirlo. La intervención de Clarín.
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Redactor Estrella, especial
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En su misericordia innecesaria, para Francisco “Argentina tiene que llegar al término del mandato en paz”. Pero ningún ser demoníaco ni perverso se dispone a clausurarlo.
Sucede lo contrario. Sin mandato, con alteraciones cosméticas, La Doctora se propone prolongar el dominio. La influencia.
Se resignó a aceptar, según nuestras fuentes, que el candidato para sucederla sea Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol. El Elegido.
A su pesar, La Doctora planifica calzarle, en defensa propia, la banda. Ante el aplauso emotivo de los cancerberos del despojo, también preparados para la continuidad.
Bonzos que se esmeran en protegerla, ante la ofensiva mediática y judicial. Derivaciones de la pasión recaudatoria del extinto. De la autoritaria conducción que inducía, a la abogada exitosa, a suscribir los papeles misteriosos.
“Esto es ganancial, firmá aquí”, le decía, en 2006, cuando El Furia era el presidente y ella se jactaba en la parsimonia del senado.
Sucede lo contrario. Sin mandato, con alteraciones cosméticas, La Doctora se propone prolongar el dominio. La influencia.
Se resignó a aceptar, según nuestras fuentes, que el candidato para sucederla sea Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol. El Elegido.
A su pesar, La Doctora planifica calzarle, en defensa propia, la banda. Ante el aplauso emotivo de los cancerberos del despojo, también preparados para la continuidad.
Bonzos que se esmeran en protegerla, ante la ofensiva mediática y judicial. Derivaciones de la pasión recaudatoria del extinto. De la autoritaria conducción que inducía, a la abogada exitosa, a suscribir los papeles misteriosos.
“Esto es ganancial, firmá aquí”, le decía, en 2006, cuando El Furia era el presidente y ella se jactaba en la parsimonia del senado.
Pero La Doctora, según nuestras fuentes, no va a explicitar aún el apoyo al indeseable Scioli.
El objetivo es asegurarse la centralidad durante seis meses y mantener la iniciativa. Evitar que el poder se desplace, con prematura celeridad, hacia Villa La Ñata, la residencia del Aire y del Sol.
Es la Santa Marta personal con que Scioli suple aquella casona del Abasto. Se amontonan, en las paredes, las imágenes multiplicadas hasta el techo. Testimonios gráficos del pasado glorioso del motonauta. Los acaba de concentrar en el libro autobiográfico que expone su ideología vital. Sin palabras. Basta con las fotografías.
La idea fue desplazada por la imagen. Más grave aún: la idea es la imagen. Benedetti escribía: “eres mejor que todas tus imágenes”.
El objetivo es asegurarse la centralidad durante seis meses y mantener la iniciativa. Evitar que el poder se desplace, con prematura celeridad, hacia Villa La Ñata, la residencia del Aire y del Sol.
Es la Santa Marta personal con que Scioli suple aquella casona del Abasto. Se amontonan, en las paredes, las imágenes multiplicadas hasta el techo. Testimonios gráficos del pasado glorioso del motonauta. Los acaba de concentrar en el libro autobiográfico que expone su ideología vital. Sin palabras. Basta con las fotografías.
La idea fue desplazada por la imagen. Más grave aún: la idea es la imagen. Benedetti escribía: “eres mejor que todas tus imágenes”.
“Efecto Brito”
La Argentina irresponsable no va a acordar nada con los holdouts. Es la antesala de la franela del verano. Emerge la estrategia del pedal. La frivolidad que complementa la mala praxis.
No existe la menor intención de poner una moneda. Ni de derogar ni corregir ninguna ley demencial, como la inutilidad del “pago soberano”.
Entre enero y marzo del electoral 2015 se pondrá en práctica, según nuestras fuentes, otra instancia de dilatación, como la emprendida durante dos años. Fue clausurada por la Suprema Corte de los Estados Unidos, que no se conmovió con la densidad de los pesares nacionales.
El Buitrero es apenas un cretino materialista sin escrúpulos. Lo moviliza la épica sensible de los dividendos.
Se imponen las próximas ceremonias de pedaleo. Idas y venidas de funcionarios, de la magnitud académica de Axel Kicillof, que aprende con la pasantía de ministro de Economía.
Con empresarios de buena voluntad que pugnan por hacer la mejor letra, aunque esquivan el rigor del “efecto Brito”. Que La Doctora los desautorice en la plena negociación que les encarga. Comprar la sentencia de almaceneros y dejarlos colgados de la ventana del estudio Pollack.
Trascienden, aparte, las conversaciones con banqueros imaginativos que se resisten a distraer algún moroso fin de semana en Punta del Este. Sin voluntad de participar de las discusiones relativas a la conveniencia de que algún Fondo, buitre pero decente, se interese en adquirir la sentencia (de almacenero) para acceder a la gratitud de la filantropía.
Por instrucciones de La Doctora, Argentina no va a pagar más de lo que se le pagó oportunamente a los bonistas que entraron en la heroica reestructuración de deuda. Encarada por el estadista trunco que no dejó las convicciones en la puerta de la Casa Rosada. Fue peor. Se metió con las convicciones adentro. Contenían el atributo reprobable de imponer los mecanismos recaudatorios que hoy atormentan, hostigan y colman de stress a La Doctora.
Para evitar la guadaña exhibicionista que cae sobre la cabeza de ella y del hijo que desprotegieron, La Doctora apela al copamiento patriótico del poder judicial. A través de fiscales y jueces que deben destacarse por las aptitudes eternas para ser cancerberos del despojo. Cuestión de hundir, en el barro de los fueros, a los juristas conspiradores, los que osaron meterse con la hotelería reparadora y revolucionaria de La Doctora.
O con las inversiones multiplicadas del empresario exitoso. Un dependiente como Lázaro, El Resucitado. Protagonista involuntario de “la etapa lazarista del cristinismo” (cliquear). Humillación que debe tener su final feliz.
No existe la menor intención de poner una moneda. Ni de derogar ni corregir ninguna ley demencial, como la inutilidad del “pago soberano”.
Entre enero y marzo del electoral 2015 se pondrá en práctica, según nuestras fuentes, otra instancia de dilatación, como la emprendida durante dos años. Fue clausurada por la Suprema Corte de los Estados Unidos, que no se conmovió con la densidad de los pesares nacionales.
El Buitrero es apenas un cretino materialista sin escrúpulos. Lo moviliza la épica sensible de los dividendos.
Se imponen las próximas ceremonias de pedaleo. Idas y venidas de funcionarios, de la magnitud académica de Axel Kicillof, que aprende con la pasantía de ministro de Economía.
Con empresarios de buena voluntad que pugnan por hacer la mejor letra, aunque esquivan el rigor del “efecto Brito”. Que La Doctora los desautorice en la plena negociación que les encarga. Comprar la sentencia de almaceneros y dejarlos colgados de la ventana del estudio Pollack.
Trascienden, aparte, las conversaciones con banqueros imaginativos que se resisten a distraer algún moroso fin de semana en Punta del Este. Sin voluntad de participar de las discusiones relativas a la conveniencia de que algún Fondo, buitre pero decente, se interese en adquirir la sentencia (de almacenero) para acceder a la gratitud de la filantropía.
Por instrucciones de La Doctora, Argentina no va a pagar más de lo que se le pagó oportunamente a los bonistas que entraron en la heroica reestructuración de deuda. Encarada por el estadista trunco que no dejó las convicciones en la puerta de la Casa Rosada. Fue peor. Se metió con las convicciones adentro. Contenían el atributo reprobable de imponer los mecanismos recaudatorios que hoy atormentan, hostigan y colman de stress a La Doctora.
Para evitar la guadaña exhibicionista que cae sobre la cabeza de ella y del hijo que desprotegieron, La Doctora apela al copamiento patriótico del poder judicial. A través de fiscales y jueces que deben destacarse por las aptitudes eternas para ser cancerberos del despojo. Cuestión de hundir, en el barro de los fueros, a los juristas conspiradores, los que osaron meterse con la hotelería reparadora y revolucionaria de La Doctora.
O con las inversiones multiplicadas del empresario exitoso. Un dependiente como Lázaro, El Resucitado. Protagonista involuntario de “la etapa lazarista del cristinismo” (cliquear). Humillación que debe tener su final feliz.
Desacatados y desesperados
El default llegó para quedarse. Como el desacato. Debiera tergiversarse mejor la historia. Presentarla como dos honores. El privilegio de ser quebrados y desacatados por el imperio de los torturadores brutales que desacataron a la humanidad. En Abu Graib o en Guantánamo.
Lo que se profundiza, según nuestras fuentes, es el antiimperialismo preventivo. Posicionamiento redituable. “Garpa”.
Es también la antesala de la radicalización de las imposturas. Decisiones desesperadas que preocupan, con fundamentos básicos, a las autoridades del Grupo Clarín, el ex aliado que aún sobrevive.
Aguardan, en cualquier momento, mientras pasan innumerables papeles por la máquina trozadora, la guadaña de la intervención.
Lo sospecha el consternado Flaco Rendo. Lo saben los parientes Casey y Magnetto. Al cristinismo le queda solo un año entero para pulverizarlos.
La Doctora aquí se inspira, según nuestras fuentes, en los recursos del ecuatoriano Rafael Correa. Es el que supo destruir el periodismo crítico.
Hoy la agenda de los medios críticos es infinitamente más desafiante y comprometida que la agenda de los opositores reales. Los opositores tibios se encuentran envueltos con el cuento de la moderación. Son estructuralmente moderados porque no tienen otra alternativa. No se atreven a ofrecerle a la sociedad la mercadería que reclama. “La ruptura tan temida”, cliquear.
Con el lustro de la complacencia inicial, entre 2003 y 2008, el Grupo Clarín colaboró sustancialmente para que Néstor Kirchner, El Furia, impusiera la precipitada hegemonía que hoy se paga.
Al trascender el espesor de estas líneas, deberían planificar una guardia permanente. Un estado de asamblea virtual. Con notables dispuestos a turnarse durante el día y la noche. Aunque se trate de enero.
Lo que se profundiza, según nuestras fuentes, es el antiimperialismo preventivo. Posicionamiento redituable. “Garpa”.
Es también la antesala de la radicalización de las imposturas. Decisiones desesperadas que preocupan, con fundamentos básicos, a las autoridades del Grupo Clarín, el ex aliado que aún sobrevive.
Aguardan, en cualquier momento, mientras pasan innumerables papeles por la máquina trozadora, la guadaña de la intervención.
Lo sospecha el consternado Flaco Rendo. Lo saben los parientes Casey y Magnetto. Al cristinismo le queda solo un año entero para pulverizarlos.
La Doctora aquí se inspira, según nuestras fuentes, en los recursos del ecuatoriano Rafael Correa. Es el que supo destruir el periodismo crítico.
Hoy la agenda de los medios críticos es infinitamente más desafiante y comprometida que la agenda de los opositores reales. Los opositores tibios se encuentran envueltos con el cuento de la moderación. Son estructuralmente moderados porque no tienen otra alternativa. No se atreven a ofrecerle a la sociedad la mercadería que reclama. “La ruptura tan temida”, cliquear.
Con el lustro de la complacencia inicial, entre 2003 y 2008, el Grupo Clarín colaboró sustancialmente para que Néstor Kirchner, El Furia, impusiera la precipitada hegemonía que hoy se paga.
Al trascender el espesor de estas líneas, deberían planificar una guardia permanente. Un estado de asamblea virtual. Con notables dispuestos a turnarse durante el día y la noche. Aunque se trate de enero.
Última recuperación
Pese al estancamiento, a la falta absoluta de credibilidad, con una economía demencial y sin dólares a la vista, ya sin la menor perspectiva de crear puestos de trabajo, y acosado por la justicia, el gobierno legitima otra vez, en el país patológico, la vieja tesis del portal. “Debe interpretarse el cristinismo a través de sus recuperaciones. De sus caídas”.
De pronto, en plena estanflación (inflación + recesión) que se niega, sienten, desde la lona, que se recuperan.
Lo perciben en el temor repentino del adversario. Los empiezan a tratar como un producto aún competitivo.
Planchan el dólar después de secar la plaza. Seguros que no van a registrarse los saqueos en los supermercados que anunciaban los catastrofistas. Ni los graves cortes de luz. Atributos del país congelado, que marcha a un cuarto de máquina.
En la última recuperación se jactan, incluso, de no reducir, en lo más mínimo, el gasto público. Fantasía que reclaman“los papagayos del neoliberalismo” (cliquear).
De pronto, en plena estanflación (inflación + recesión) que se niega, sienten, desde la lona, que se recuperan.
Lo perciben en el temor repentino del adversario. Los empiezan a tratar como un producto aún competitivo.
Planchan el dólar después de secar la plaza. Seguros que no van a registrarse los saqueos en los supermercados que anunciaban los catastrofistas. Ni los graves cortes de luz. Atributos del país congelado, que marcha a un cuarto de máquina.
En la última recuperación se jactan, incluso, de no reducir, en lo más mínimo, el gasto público. Fantasía que reclaman“los papagayos del neoliberalismo” (cliquear).
La Doctora va a claudicar como su irritante colega Dilma, que concede hasta rendirse. Para designar como ministro de economía a Levy. Un neoliberal de los peores.
Pero por suerte Dilma aprendió la gran lección del kirchnerismo. Instaura la Comisión de la Memoria. Compensación de caramelos de madera para los sensibles de la izquierda.
Dilma aprende de Los Kirchner que “remover los odios del pasado es también un negocio político”. Contiene a los sectores esclarecidos que retroceden en la economía, pero se aferran al esquema progresista. Como en la Argentina, donde los sectores culposos de la progresía se aferran al cristinismo. Se incorporan, a veces sin llevarse una moneda, a la colectiva negación. Para convertirse también en cancerberos del despojo.
Pero por suerte Dilma aprendió la gran lección del kirchnerismo. Instaura la Comisión de la Memoria. Compensación de caramelos de madera para los sensibles de la izquierda.
Dilma aprende de Los Kirchner que “remover los odios del pasado es también un negocio político”. Contiene a los sectores esclarecidos que retroceden en la economía, pero se aferran al esquema progresista. Como en la Argentina, donde los sectores culposos de la progresía se aferran al cristinismo. Se incorporan, a veces sin llevarse una moneda, a la colectiva negación. Para convertirse también en cancerberos del despojo.
Caravana de réprobos
Si la economía colapsa, le estallará, en todo caso, al sucesor. Sea Macri, el adversario. O Massa, el enemigo.
Pero si después del verano se percibe que en la primera vuelta gana el indeseable Scioli, tal vez se cambie de idea. Y comiencen a negociar de verdad con los holdouts. Para gobernar los mismos, algo más tranquilos.
Ya está decidido. Scioli es el mascarón. Cabeza de la caravana de réprobos.
Sin embargo, por ahora, Scioli debe pasar por “las puertas del purgatorio”. Como las llamaba el poeta Conrado Nalé Roxlo.
Para la cotidianeidad del verdugueo, se alinean los alfiles del ajedrez. Cancerberos del despojo que responden a la Reina. Los rivales de “la sexta”. Florencio Randazzo y Domínguez, El Lindo Julián.
O un peón insistente como Urribarri, o Rossi. O el propio Taiana, ex Canciller Inadvertido, que debería lanzarse a competir por la jefatura del Artificio Autónomo. Contra el cancerbero camporista Cabandié. O contra Víctor Ramos, el hijo del gran Abelardo, el anticamporista visceral que los incomoda con los villeros de Barracas o de Retiro. Los que Teresa Parodi prefiere ni ver.
Son pobres que espantan. Crédulos que apostaron por el cuento que les narró La Doctora.
El cuentito infantil de la inclusión social. Con escenas de la Revolución Imaginaria.
Pero si después del verano se percibe que en la primera vuelta gana el indeseable Scioli, tal vez se cambie de idea. Y comiencen a negociar de verdad con los holdouts. Para gobernar los mismos, algo más tranquilos.
Ya está decidido. Scioli es el mascarón. Cabeza de la caravana de réprobos.
Sin embargo, por ahora, Scioli debe pasar por “las puertas del purgatorio”. Como las llamaba el poeta Conrado Nalé Roxlo.
Para la cotidianeidad del verdugueo, se alinean los alfiles del ajedrez. Cancerberos del despojo que responden a la Reina. Los rivales de “la sexta”. Florencio Randazzo y Domínguez, El Lindo Julián.
O un peón insistente como Urribarri, o Rossi. O el propio Taiana, ex Canciller Inadvertido, que debería lanzarse a competir por la jefatura del Artificio Autónomo. Contra el cancerbero camporista Cabandié. O contra Víctor Ramos, el hijo del gran Abelardo, el anticamporista visceral que los incomoda con los villeros de Barracas o de Retiro. Los que Teresa Parodi prefiere ni ver.
Son pobres que espantan. Crédulos que apostaron por el cuento que les narró La Doctora.
El cuentito infantil de la inclusión social. Con escenas de la Revolución Imaginaria.