lunes, 20 de julio de 2015

Polarización de perdedores

El regodeo se traslada desde Massa a Macri.

Polarización de perdedoresescribe Bernardo Maldonado-Kohen
especial para JorgeAsísDigital
De la Sota y Massa suelen enojarse, con ciertos fundamentos, cuando se habla de la polarización entre Scioli y Macri. Los deja afuera. Polarizados.
Cuesta entender que se trata de una polarización de ganadores que pierden, con frecuencia, elecciones distritales. Polarización de perdedores.
Scioli perdió en Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Río Negro, el Artificio Autónomo de la Capital. Hasta aquí, sólo celebró en Salta, La Rioja y Tierra del Fuego.
En cambio Macri, de acompañante, sólo ganó en Mendoza. Y ayer, de manera casi agónica, en su distrito, la Capital. Pero fue donde terminó de recibirse -según la evaluación- como verdadero político.
Consta que Macri perdió en 9 comunas de 15. Que un gran sector de la clase media le mostró la tarjeta amarilla. Sin embargo se comprobó que se encuentra en condiciones de construir la propia realidad. Para entregarse a la simulación de la alegría. Con la piel de cuero, como corresponde. Para modificar, en adelante, el discurso. Y empezar saludablemente a hablar de algo. Del cambio, por ejemplo, pero con alguna idea. Aunque sepa que hoy es el protagonista principal del regodeo. El flamante señalado por los oportunistas que explotan el error ajeno.
Tanto hablar de cambio, en abstracto, para que irrumpa, de pronto, Lousteau, en representación del cambio, en concreto. Y le brinde la lección que el macricaputismo, en el fondo, necesitaba.
Polarización de perdedoresEn adelante, para no sucumbir, Macri tiene que entregarse a la acción política, para la que está preparado. Sin confiar, apenas, en los slogans efectivos, que derrochan insuficiencia.
Cuesta entender que, pese a la proliferación de las derrotas, sean igual Macri y Scioli los que polaricen. Para indignación de los polarizados que no se resignan.
En el portal se escribió que la victoria aquí no está para el que acierte más. Está para quien se equivoque menos (ver “El error como motor de la historia”).
Del mismo modo, el que pierda menos es quien va a convertirse en el ganador final.
Es el sentido estricto de la polarización de perdedores. En una política signada por la derrota, en el país (derrotado) que debe “reconstruir su credibilidad”, al decir de Luis Gregorich.
Como los encuestadores, que hoy también son señalados como los graves vencidos.
Pero el tema -es una hipótesis- no es meramente contable. Es analítico. La falla no está en el número. Está en el error de la interpretación.

La obsesión por la pureza

Resuelto, angustiosamente, el litigio electoral del Artificio Autónomo, a favor piadoso de Macri, la atención -y sobre todo la tensión- se traslada ahora hacia Buenos Aires. La sustancial Provincia Inviable.
En simultáneo, se traslada el regodeo, desde Massa hacia Macri.
Justamente en el territorio único donde Massa aún conserva cierta fortaleza. Y donde Massa necesita recuperarse de la humillación de no haber sido aceptado, como aliado, por Macri. Para vencer al cristinismo hoy sciolizado. Como lo vencieron juntos, Massa y Macri, en 2013. En una victoria que sólo fue facturada por Massa, y que lo catapultó, ilusoriamente, hacia la presidencia. Hoy una ambición -por qué no decirlo- lejana.
Para algarabía de Scioli y de La Doctora, el entendimiento entre Macri y Massa no pudo recomponerse en 2015.
Polarización de perdedoresEn el regodeo, a Macri se le reprocha la reconocida obsesión “por la pureza”.
El sectarismo virtual de Macri lo instiga a cultivar la política de circuito cerrado. A proponer sólo fuerza propia, con incondicionales.
Pureza legitimada, según nuestras fuentes, por la desconfianza. Sobre todo por el temor a la traición.
En efecto, por la clásica desconfianza fue que Macri no llevó, en el primer plano de su fórmula, a un radical. Así se tratara del más confiable Sanz, que presentaba el atributo de no aportar votos decisorios.
Fue por temor a que, en la primera de cambio, los radicales pudieran plantearle la rosca de la diferencia.
Una reticencia profunda sirvió también para no acordar con Massa, al margen de las cuestiones personales, que (tal vez) no vienen al caso.
Por la sospecha que, ante la primera diferencia, Massa pudiera entenderse directamente con los peronistas y dejarlo a Macri mal parado. Colgado. O en el piso.

Pujas domésticas

Como si fuera el sabot del “punto y banca”, la dificultad pasa ahora desde Macri hacia Scioli.
Hasta hoy, Macri demoraba el desembarco final en la Provincia Inviable. Por la puja doméstica del Engendro Cambiemos. Entre el estático Rodríguez Larreta, que creyó tener la suerte atada, y el dinamismo de Lousteau, que llega con hambre lícito de poder.
Ahora es Scioli el que se encuentra atravesado por otra puja doméstica. La del Frente para la Victoria. Es entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez.
Polarización de perdedoresDos que confrontan, entre sí, para beneficio temporario de la señora María Eugenia Vidal, la candidata de máxima pureza del PRO. Y de Felipe Solá. Es el eterno sobreviviente que surfea entre la ola del repunte que lo favorece a Massa. En el distrito clave y exclusivo donde Massa aún conserva legitimidad y protagonismo. En todos los restantes, aunque se enoje, solo participa.
Téngase en cuenta que La Doctora quería presentar una sola lista para presidente. Y otra para gobernador.
Para la fórmula presidencial, tuvo suerte. La Doctora decidió colocarle a Scioli la tobillera electrónica de Zannini, como vice. Y para gobernador quería ponerlo a Randazzo. Precisamente al instrumento descartable que Zannini utilizaba para ablandarlo a Scioli.
Significa confirmar que Randazzo, por el error de tomarse en serio, por adherir a la utopía superada de la coherencia, “absolutamente enfermo de importancia personal” (Jauretche), con la negativa, iba a provocarle, a La Doctora, un severo daño estratégico.
Entonces La Doctora debió tragarse el batracio de la desobediencia. Y armar las pesadas parejitas que hoy tanto le preocupan. Y con razón. Porque una pugna interna, elegantemente metropolitana, entre Rodríguez Larreta y Lousteau, nunca puede compararse con una interna en la provincia inviable. Entre Quilmes-Morón, o sea Aníbal-Sabbatella, y Chacabuco-La Matanza, o sea Domínguez-Espinoza.
“El peronismo pudo haberse amariconado un poco”, confirma la Garganta. “Pero algunas escenas de pugilato tiene que haber”.
Razonamiento simple. Si no se registran peleas, es porque el peronismo perdió su histórica virilidad. Si se registran sirven como imágenes potenciadoras. Útiles, como los “cajones de Herminio”, para espantar a la sensible clase media de “todo el país”.

En PRO lo prefieren a Aníbal

Polarización de perdedoresEn el PRO, según nuestras fuentes, lo prefieren a Aníbal. Es decir, que la señora Vidal, después de las PASO, compita por la gobernación con Aníbal, el famoso de lengua temible. Y no con Domínguez, menos conocido pero bastante más presentable. Porque trafica -sin confesarlo- el misterioso apoyo del Papa más “girado” de la historia del Vaticano.
Al contrario, ciertos mini-gobernadores del conurbano, como los significativos Curto y Othacehe, lo prefieren a Domínguez. Aunque se encuentre por debajo en las encuestas (que ya no tienen credibilidad). Con una diferencia -según los “anibalistas”- irremontable.
Ocurre que los mini-gobernadores no toleran la presencia de Sabbatella. Es la tobillera electrónica que padece Aníbal, por decisión de La Doctora, que es perversa y también lo prefiere a Domínguez. Como Scioli.
Los mini-gobernadores culpan a Sabbatella de la totalidad de paludismos y viruelas que asolaron la provincia. Por haberlos enfrentado y hacerles la gestión imposible. Desde los concejos. Con colectoras y comisiones investigadoras.
En PRO lo prefieren como rival a Aníbal pero no por cargar con la tobillera electrónica. Confían en la imagen negativa que Aníbal arrastra en las encuestas que ya nadie, en el fondo, toma con seriedad.
Sin embargo, digitar la preferencia del adversario suele presentar sorpresas desagradables. Le pasó a Alfonsín, en 1988. Cuando Alfonsín creyó que para el radicalismo era más fácil confrontar con Menem que con Cafiero. Polarización de perdedoresAl final Menem lo embocó primero al peronista Cafiero y después lo embocó al radical Angeloz. El riesgo es que Aníbal, el preferible, sin misericordia, pese a la alta negatividad, los emboque.
Bernardo Maldonado-Kohen
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Diseño del país paria

Arreglar con los holdouts. Con los Estados Unidos y la Unión Europea.

Diseño del país pariasobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Introducción
Melodías soviéticas

¿Es consciente Scioli de la gravedad de la situación económica que va a recibir?, consulta la Garganta.
¿O cree que todo está como les dice Kicillof?
Por todas partes, los inversores locales, los empresarios asustados, los financistas desorientados, los pagadores perplejos de impuestos, las temerosas amas de casa, en mesas de presuntos informados o no, brotan las mismas preguntas.
Son similares las que se formulan los interesados inversores del exterior. Los que llegan a Buenos Aires, en búsqueda de posiciones. Pero dudan. Se estancan.
Son tenedores de bonos o no. Colectivamente descreen de las dulces melodías soviéticas que Axel Kicillof, El Gótico, suele tararear. Para consumo de La Doctora, fascinada con su Revolución Imaginaria.
Melodías dulces y soviéticas de Kicillof que Scioli, aunque sin gran convicción, también las silba, para la tribuna.
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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Diseño del país pariaLa súbita kirchnerización de Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol, es filosóficamente natural para (y por) ser el candidato único. Exclusivo.
Pero reproduce -evalúa Oximoron- cierto estupor en la atmósfera cultural que se conoce como “el mercado”.
Con la estructura armada que recibe, a los efectos de ser aceptado, Scioli no tiene otra alternativa que sobreactuar el cristinismo.
Como “el candidato es el proyecto” el pobre tiene que identificarse, fundirse en él, hasta representarlo. Con el objetivo inútil de aprobar aún más materias innecesarias.
Sin embargo, al kirchnerizarse en exceso, brotan las dudas y las reticencias de quienes, por lo diferente, lo preferían.
Porque le encontraban condiciones para encarrilar la economía. Y a partir del manejo autónomo de la lapicera presidencial, generar el ambiente propicio para las inversiones.Diseño del país paria Y encontrarle al país -que naufraga en la intrascendencia- algún rumbo.
Por lo tanto, en la abstracción influyente del “mercado”, ya comienzan a mirar, con mayor interés, según nuestras fuentes, a Mauricio Macri, El Ángel Exterminador. Los seduce más. Es para tratar en otro informe.

Clavelitos

Mientras tanto el cristinismo siembra el territorio. Para Scioli y eventualmente para Macri. Lo deja minado de bombas antipersonales.
Lo que se discute, en el mercado, es si el estallido es preferible que se produzca antes o después del octubre fronterizo.
La Doctora le estampó a Scioli el clavel de Carlos Zannini, El Cenador (clic para ver). Sólo es conocido por quienes deben conocerlo. Zannini es parte causal de las repercusiones inquietantes que elevaron el dólar blue. Desde 12 a 14. Temperatura en ascenso.
Pero La Doctora les deja también un congreso temporariamente adicto. Con la suficiente cantidad de diputados incondicionales. Con senadores que, por ahora, le pertenecen.
Entonces el Congreso se prepara para recibir el desplazamiento de grandes cuotas de poder.Diseño del país pariaDesde el Ejecutivo (controlado) hacia el Legislativo que dominan. Para preparar juntos, en todo caso, el asedio institucional, el definitivo asalto del Poder Judicial.
También, en el tramo final que debiera imaginarse para despedidas nostálgicas, La Doctora sorprende con el cambio del Jefe de Estado Mayor General del Ejército.
Justamente cuando Scioli comenzaba a entenderse demasiado con el general César Milani, El Seductor de Sexagenarias. Ampliaremos.
No obstante, aparte de tratar el ascenso inmediato del general Cundom, El Profesional, pronto La Doctora elevará también al senado, según nuestras fuentes, el pliego casi inocente de Oscar Parrilli, El Incomparable Godfrey. Para asegurarle al clavelito del espionaje la continuidad por los próximos cuatro años. Junto al segundo, Martín Mena, El Edecán, joven travieso que reclama mayor atención, y mantiene un destino vinculado -digamos- a la fama (que impaciente lo espera).
También, por cuatro años, La Doctora deja, para quien lo suceda, al clavel de Alejandro Vanoli, El Culata de Moreno, en el Banco Central.
Estos clavelitos son aprobados, en la solemnidad del senado, por mayoría simple. Significa que pasan como por un tubo. Si el pobre sucesor (Macri, Scioli o Altamira) decide remover algún clavelito, necesita, en cambio, dos tercios del senado. Más difícil.

Cláusula de aceleración

Diseño del país pariaYa que Parrilli y Mena, por decreto y con la orientación intelectual de Marcelo Sain, El Homónimo, se dispondrán en adelante a evitar los golpes financieros y las corridas varias, sería aconsejable -evalúa Oximoron- que se lancen, desde ya, a interceptar las comunicaciones del Fondo Owl Creek.
Son -los del Owl Creek- malvados potenciales que aún no llegan a ser buitreros de la magnitud de Paul Singer. Pero que movilizan, según nuestras fuentes, siete fondos por el estilo. Con los tenedores de bonos que no pueden cobrar por la sentencia del juez Thomas Griesa, El Fayt Americano, jurista que transformó a La Doctora en anti-imperialista compulsiva. Y preventiva.
Estos tenedores de referencia tienen, según nuestras fuentes, la paciencia gastada. Sobre todo al percibir que no se perfila, en el horizonte, el menor propósito de arreglo con los holdouts.
Son tenedores que se congregan para tratar la presentación posible de la “cláusula de aceleración”. Es el atributo que tienen, por cansancio legal, de decidir cobrar en lo inmediato. Aunque los bonos de Mongo tengan como fecha de vencimiento el 2020.
Hasta hace un mes, sólo un diez por ciento de los tenedores estaba dispuesto a “acelerar”. Y hoy, según nuestras fuentes, merced a la kirchnerización de Scioli y al silencio táctico de Macri, el 30 por ciento de los acreedores ya están por la aceleración más acelerada.
Un año más de franela -con Scioli, Macri o Massa- no esperan.
Diseño del país pariaPara Oximoron, Argentina arregla el conflicto con los holdouts con, a lo sumo, 14 mil millones de dólares. En papelitos. Dos o tres mil millones más de los que se podían haber utilizado para acordar durante la tarde aquella en que El Gótico salió con los deditos para arriba, en señal de triunfo que La Doctora obturó. Comparado con lo que Europa pone en la Grecia inviable para recomponerla vanamente, es una insignificancia. En especial para un país inexplotado, como Argentina. Mal manejado por inoperancia intelectual, por la asombrosa incapacidad y el énfasis de la mala praxis.
Ahora, si los tenedores además “aceleran”, habría que hacerse cargo, de inmediato, de 15 mil millones más.
Para pasar en limpio: es más importante decir que se quiere pagar que pagar.
Sobre todo si se recupera la credibilidad, que hoy está -evalúa Oximoron- brutalmente destruida.

Cinismo de campaña

Del tema, en la Argentina pre-electoral, no se habla. Ni siquiera por teléfono. Tal vez por temor a las pinchaduras de El Incomparable Godfrey y El Edecán.
Aunque se sabe lo que corresponde, invariablemente, hacer. Acordar con los holdouts. Acabar con la estética deplorable del deudor indigno que pedalea.
“Mi carta ya la he jugado
y si he perdido pago y me voy”
Lo enseña la milonga “Baldosa floja”. La cantaba Argentino Ledesma.
“Y si he perdido pago y me voy”. Para alcanzar, en cuanto se pueda, una relación medianamente respetuosa con los Estados Unidos y la Unión Europea.
En tándem, de ser posible, con los maltratados y desairados vecinos iniciales que componen el extinguido Mercosur.
Salvo que Argentina -por el castigo inmoral de la dirigencia- decida inmolarse. Irresponsablemente. Por preferir el diseño del país paria.
Si Argentina aún no es un país definitoriamente clavado como paria es porque se aguarda -evalúa Oximoron- el final del desastroso ciclo Kirchner-cristinista. Con su pragmatismo a la bartola (cliquear). Con el bartolerismo geopolítico. Con la tendencia irresistible hacia la mala praxis que la condujo, primero, al default, y luego al deshonor del desacato.Diseño del país paria Para ser considerados, en el fondo, colectivamente garcas.
Sin embargo aquí se consolida el cinismo de campaña. Contrasta lo que se les dice en privado, por ejemplo a los representantes de los fondos de inversión, con lo que se emite en público. Para la gilada. Para la sociedad que se subestima y no merece habituarse a ser paria. Y menos garca.
Carolina Mantegari
Consultora Oximoron/Redacción final
para JorgeAsisDigital.com
permitida la divulgación sin citar la fuente.
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La industria de la subrogancia

Sobre el control de la Justicia y la cuchara de la política.

La industria de la subroganciasobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Introducción
Profanos del Derecho

“Juez que jura, juez que a la larga te traiciona”, confirma la Garganta en el Informe Oximoron.
Aquí se alude a legitimidad de “la industria de la subrogancia”.
A los abogados honorables y a los juristas inquietos les cuesta conmover a la sociedad con la problemática de los jueces subrogantes. Tema instrumental. Recurso técnico que, de ser excepcional, pasó a ser habitual en el universo de la justicia. Es el escenario principal de la guerra que emprende la patología del cristinismo.
Entre los profanos portadores del orgánico defecto de desconocer el derecho, los subrogantes despiertan una densa indiferencia. Saben -y les basta- que el tema sirve para oponerse al cristinismo, que quiere llevarse puesta la Justicia como una bufanda.
Sirve, además, para atender las invocaciones lúcidas del doctor Fargosi, y para aplaudir al venerable doctor Recondo.
De todos modos, en el Portal se llegó a la conclusión que la problemática de la subrogancia necesita ser explicada. Por lo tanto se le encargó a Consultora Oximoron la producción del siguiente informe de referencia.
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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La cuchara

Antes del Pacto de Olivos, y de la benemérita Convención Constituyente de Santa Fe de 1994, el Poder Ejecutivo proponía la designación de los jueces casi a canilla libre. Un trámite que complementaba el Senado de la Nación. Pasaban, en general, los jueces, como por un tubo. Al menos, el presidente Menem mezclaba una lisa y luego una rayada. Intercalaba juristas inapelables con impresentables de compromiso. Introducía, para ser expresivos, la cuchara de la política.
La industria de la subroganciaPero el ex presidente Alfonsín, como estaba afuera, era algo más recatado. Y en aquel fabuloso intercambio de reelección por concesiones, asesorado por socialdemócratas de prestigio, se impone “la corroboración de la idoneidad por concurso”. Por intermedio del Consejo de la Magistratura, el sublime artefacto a crearse.
Aunque también, para que la corporación no se agrandara tanto, ni se creyera independiente de verdad, Alfonsín les impone también la cuchara. Con legisladores que forman parte del artefacto.
Idoneidad y solvencia judicial, pero también cuchara política. Aunque se trate, ahora, de una cucharita de consomé. Ningún cucharón.

La transparencia es lenta

Pero la transparencia es lenta. Los concursos suelen tardar años en resolverse. La preparación de las listas. La indagación y revisión de los antecedentes. Las respectivas impugnaciones que demoran. Las recomendaciones, los paracaidistas. La tranquila facilitación del paso del tiempo, siempre muy cruel.
Para colmo, primero con Menem y después con Kirchner, los jueces se acostumbraron a cobrar buenos sueldos. Por derecha. En blanco, sin necesidad de subastar las sentencias.La industria de la subrogancia Y extrañamente en la era del sildenafil, vulgarmente llamado el viagra, los jueces se jubilan -si quieren- a los 60 años. Y con el 82 por ciento del salario, depositado en la cuenta. Una ventaja para nada menor. Circunstancia que permite que juristas espléndidos como potros, en excelente estado físico, de 61 años, puedan dedicarse al tenis, o a las trampas del placer. Algarabías que, a los efectos del informe, producen el fenómeno de la sobreproducción de vacantes. Por las demoras descriptas en los concursos, las vacantes pasan a ser cubiertas por los llamados jueces subrogantes. Son jueces y no son, y en cualquier momento pueden volver al banco de suplentes.

La estrategia ideal

Es precisamente en este tramo donde brota la gran cuchara política.
La sobrevaloración del subrogante, que habilita a pensar, sin gran malicia, que se trata, más bien, de la subrogancia como estrategia ideal para controlar a la justicia.
¿Para qué designar a un nuevo juez, con atributos de eternidad, cuando se puede disponer de uno transitorio?
“Juez que jura es un juez que a la larga te traiciona”, confirma la Garganta.
Mejor entonces es mantener jueces subrogantes porque están pendientes de un hilo. Se cuelgan del pincel y difícilmente traicionan a quien los catapulta.
La industria de la subroganciaAunque algunos pueden, incluso, llegar como K. Pero, por la dinámica del desgaste, dejan paulatinamente de ser K. Con el riesgo de votar en contra de los intereses del gobierno acosado por culpas infinitas.

La 26376

Entre mayo y junio, en Senado y Diputados, el cristinismo impuso la Ley 26376.
“Para la designación de jueces subrogantes, en caso de recusación, excusación, licencia, vacancia u otro impedimento de los jueces de Primera Instancia y de integrantes de las Cámaras de Casación, Apelación etc”.
Los designa el Consejo. O “por sorteo, entre la lista de conjueces confeccionada por el Poder Ejecutivo…”.
Y es exactamente en la lista de conjueces donde se mezclan otra vez los inapelables, los que figuran para disimular, con los impresentables que emergen como incondicionales, dispuestos a apoyar cualquier catástrofe del gobierno.
Son vocacionales cancerberos del despojo (cliquear). Florecen sobre todo en un momento en que el cristinismo mantiene sobrados litigios delictivos. Herencia, en general, del kirchnerismo. Por la centralidad recaudatoria del primer tramo de la patología. La registrada entre 2003 y 2010, que se paga en el segundo tramo, desde 2010 hasta aquí, cuando ya no hay recaudación centralizada y emerge el esporádico cuentapropismo.
El despojo, en primer lugar. Pero también son los horrores de la mala praxis.
El bartolerismo geopolítico de La Doctora, en la plenitud pragmática del cristinismo. Derivó en el acuerdo alucinante con Irán. Y que Irán, para colmo, por pudor persa de siglos, ni siquiera le convalidó.

Cabral

Entonces el dilema no reside en la barbaridad desplegada en el cambio desprolijo del doctor Cabral.
La industria de la subroganciaUn subrogante en Casación. Jurista de excelente nivel, que podría ser juez en cualquier país mucho más serio.
En apariencias Cabral se disponía -trasciende- a declarar inconstitucional el boceto del acuerdo que nunca se firmó con Irán. Por lo tanto no hay daño. Pero debe reprocharse la improvisación y la mala praxis de los irresponsables que gobiernan. Y tal vez, dentro de algún tiempo, porque la impunidad nunca es definitiva, la muerte del fiscal Nisman. El impertinente que, por el cambio, se quedó anclado en el rincón geopolítico anterior.
El problema reside, más bien, en quién lo reemplaza a Cabral.
Un abogado probablemente correcto que responde a Julián Álvarez, El Soberbio de Lanús. Sin reconocimiento ni experiencia en la materia. Sin antecedentes que pasan, entre tanta patología, inadvertidos. Pero con el atributo seguro de la incondicionalidad.
Carolina Mantegari
Consultora Oximoron/Redacción final
para JorgeAsisDigital.com
permitida la reproducción sin citar la fuente.
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Felices los polarizadores

La Doctora se consuela en Tsipras y Scioli le envía señales a Schiaretti.

Felices los polarizadoressobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital
Paulatino cambio natural de conducción. Se lo percibe entre las secuelas de la jornada negra del cristinismo.
Desorientada, La Doctora busca algún victorioso consuelo espiritual. Lo encuentra en la irresponsabilidad de Grecia.
Los deudores ejemplares, democráticamente desesperados, sufragaron en contra del maldito acreedor.
De la mano de Tsipras, un Chacho Álvarez menos inspirado, Grecia se instala más cerca de la inviable Albania que de la fortaleza de Francia o Alemania.
Y en Grecia La Doctora tiene el espejo donde se refleja y admira su propia -desmesurada- irresponsabilidad.
En cambio Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol, desde el triunfo previsible, para nada sorprendente, de La Rioja, reacciona con algo más de tino. Intuición política.
Ante el descalabro, Scioli prefiere lanzar cuerdas afectuosas hacia los dos peronistas que lo embocaron. Los que vencieron, con capacidad y arrojo, al cristinismo de circuito cerrado.
A Juan Schiaretti, Vuelve Juan, en Córdoba, y en menor medida a Carlos Verna, El Perro, en La Pampa.
Felices los polarizadoresSon los rebeldes que mantuvieron la inteligencia de insolentarse ante las imposturas de “la caja”. Una doble lección para los peronistas vegetales que supieron inscribirse en las ventajas económicas de la felación metodológica.
Ambos (Schiaretti con De la Sota, y Verna con Marín) triunfaron sobre las invenciones cristinistas, instrumentadas por Carlos Zannini, El Cenador. El clavel que le encajaron a Scioli, que ahora asentía, a través del silencio, como si hiciera méritos con su nuevo jefe. Con aire y con sol.

Competidores y participantes

Ante la ansiedad de los participantes, en el plano superior, los dos competidores se consolidan. Felices los polarizadores.
Macri, El Ángel Exterminador, a través de Horacio Rodríguez Larreta, El Geniol, reconfirma la vigencia en el Artificio Autónomo. Saca 20 puntos de diferencia sobre el entusiasta Lousteau, El Personaje de Wilde.
Pero Sir Lousteau, acaso para incentivar el fastidio de los porteños, decide insistir en una segunda vuelta, a la que tiene derecho constitucional. Pero que le brinda a Macri, en definitiva, la oportunidad servida de mostrarse. Lucirse en los próximos quince días, como la alternativa nacional de oposición a su amigo Scioli. Con quien se comunica telefónicamente varias veces por semana.
Felices los dos, Macri y Scioli, por polarizar, y desplazar hacia el rincón a los polarizados. Con Massa, El Renovador de la Permanencia, les fue demasiado bien. Juntos lo transformaron en parte (aunque destacada) de la etcétera. Aunque Massa hizo suficientes méritos para lograrlo.
La obstinación de Sir Lousteau por obligar a los porteños a la espesa inutilidad de la segunda vuelta subraya la lateralidad y la falta de liderazgo del radical Ernesto Sanz, Eterna Esperanza Blanca. Y de la coalicionista huracanada, la señora Elisa Carrió, La Demoledora.
Felices los polarizadoresDos figuras decorativas del espectro Cambiemos que quedan relegadas -para Oximoron- a la condición de participantes. Con sus vicepresidentes de adorno y todo.
Es una lástima que ninguno de los dos invalorables participantes (Sanz y Carrió), encuentren cómo ubicarse en esta alianza extraña. Donde Macri los emboca como complementos subalternos.
Tampoco termina de entenderse por qué razón Macri opta por el selectivismo distrital. Le sirve para habilitar amplios acercamientos en Mendoza, Córdoba o La Rioja. Aunque contrasta con los enfrentamientos en Santa Fe, o en el Artificio de la Capital. Como si disfrutara con la esquizofrenia pintoresca de los radicales fragmentados.
Por su parte Scioli levanta manos en La Rioja. Del flamante Casas y de Béder Herrera, El Diablo. Pero levanta manos riojanas con el objetivo puesto en Córdoba.
La Rioja le sirvió para acumular. Para extender el menú ideológico del peronismo, siempre generoso en la campaña electoral. Es el sentido político del elogio hacia Menem, su inventor. El mismo Menem que, ante su silencio, fue redituablemente demonizado por Los Kirchner, durante el primer tramo, cuando Scioli era el vice de Néstor, El Furia. Aunque debieron recurrir, sin pudores, al voto del senador Menem, a los efectos de apoyar las leyes elementales. Otra muestra que la rivalidad fue una impostura. Nada es terminante, en definitiva, en el peronismo vegetal. El anti-noventismo de El Furia y La Doctora fue otro cambio de piel del peronismo, movilizado siempre para conservar el poder. Clave principal de la ideología que, por otra parte, tampoco existe.

Córdoba, tierra de relativismos

Entre los participantes que desean ascender hacia la magnitud de competidores, debe registrarse el minuto de gloria de De la Sota, El Demócrata Cristiano. Largamente lo esperaba, y acaso lo merecía, después de tantos cartelones que producen una densa indiferencia en las encuestas.
Felices los polarizadoresEs el minuto de gloria que De la Sota comparte con Sergio Massa, con generosa relatividad. Es otro socio en la aventura de otra extraña alianza. Una.
Ambos participantes -De la Sota y Massa- se juntan para celebrar el triunfo de Schiaretti, en Córdoba. La provincia más adicta a las originalidades.
En cierto modo, De la Sota se reconfirma en Córdoba, aunque en adelante debe compartir el liderazgo con Schiaretti. Porque, el que “vuelve”, que quede claro, es “Juan”.
En la tierra de los relativismos, el ajustado triunfo compartido de Schiaretti y De la Sota, sobre la improvisada alianza de Macri con los radicales, no habilita a legitimar ningún retroceso en la postulación del propio Macri. Ni siquiera de Scioli, que supo simular el lejano tercer puesto de Accastello, paladín de Zannini.
De todos modos, De la Sota prefirió perdonablemente presentar el resultado original de Córdoba como la gran derrota de Scioli y de Macri juntos. Pero es comprensible. Es la reacción del polarizado que busca rebelarse contra los felices polarizadores que también lo embocaron. Como si fuera otro Massa.

El plazo fijo del 9 de agosto

En realidad, nadie puede asegurar que Schiaretti vaya a apoyarlo a De la Sota más allá del 9 de agosto. Aunque gane, incluso, en el entretenido match de participantes que De la Sota va a jugar con Massa. La fecha se impone con el rigor del plazo fijo.
Razonablemente, para asegurar que sigan juntos hasta octubre, y que se extienda el plazo fijo, Massa insiste en proponerle, a De la Sota, el armado de una fórmula conjunta. Con Massa, por supuesto, en el primer término. Como si fuera el Cafiero de 1988, y De la Sota lo acompañe, 27 años después. Un volver a vivir un tanto forzado. El epílogo merece, acaso, mayor grandeza.
Sin embargo, hasta el cierre del informe Oximoron, marchan hacia la competición en las PASO, en el plazo fijo del 9 de agosto. Por la fuerza que Massa aún conserva en la provincia (inviable) de Buenos Aires, le gana a De la Sota, por lo menos, 6 a 4. Y nada autoriza a pensar que Schiaretti vaya luego a apoyarlo a Massa para la presidencial.
Felices los polarizadoresAquí radica el centro del nuevo relativismo cordobés. Massa, según nuestras fuentes, lo sabe.
Ocurre que Schiaretti mantiene mejor relación con Scioli -y en especial con Zannini- que De la Sota.
Para conjeturar un acercamiento entre Schiaretti y el Frente para la Victoria -o sea con Scioli- no hay que tener, al decir de Ignacio Zuleta, “la glándula de la profecía”. No se trata de ninguna especulación en el aire. Al contrario, es lo más recomendable para el funcionamiento racional de la tierra castigada de los relativismos. La provincia, en materia de orgullo, poco gana con el cordobesismo que la condena, en el fondo, a una soledad política bastante cruel. Signada, incluso, por el aislamiento presupuestario.
Carolina Mantegari
Consultora Oximoron/Redacción final
para JorgeAsisDigital.com
permitida la reproducción sin divulgar la fuente.
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Milani: la epopeya circular

El gran caminador que termina caminado.

Milani: la epopeya circularescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
“Le aplicaron su propia vacuna”, confirma la Garganta.
Al gran caminador lo “caminaron”. Para entregarlo, envuelto, a las macetas con geranios del retiro.
Como a cualquier competidor de los que supo entregar, en el camino del ascenso irresistible.
El destituido teniente general César del Corazón de Jesús Milani, titular del Estado Mayor General del Ejército, se despidió entre quiebres, reproches, y evaluaciones altamente auto-satisfactorias de su gestión.
Pero sabe, según nuestras fuentes, que lo traicionaron. Lo embocaron.
Desde la política, por Carlos Zannini, El Cenador. Desde el ejército, por el general Carena, El Indemne, titular del Estado Mayor Conjunto. Al que subestimaba.
Junto a la señora Nilda Garré, La Princesa que Quería Vivir -ex Ministro de Defensa-, el subestimado Carena también colaboró para que Milani conquistara la confianza -siempre temporaria- del inflamado Zannini. Y sobre todo de La Doctora.
Vueltas de tuerca de la historia circular.
Milani: la epopeya circularContiene a Zannini, el cordobés de la llanura. Y Milani, el cordobés de la montaña. Ambos de la misma edad. Caballos de Madera.
Por maoísta discursivo, en 1974, Zannini fue apresado durante el gobierno que presidía el último Perón.
40 años después, Zannini emerge, en la práctica, como conductor vergonzante del Partido Justicialista Vegetal. Es la columna vertebral del Frente para la Victoria. Hoy El Cenador es el compañero de fórmula de Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol. Al que mandaba, según nuestras fuentes, a “caminar”. Para hacerle “tratamientos intensivos de búsqueda informativa”.
(Conviene tener en cuenta el extenso “blanquito” expresivo que reposa, suspendido y cargado de detalles, en el escritorio de determinado Juez Federal).

El cristinismo no banca sus instrucciones

Justamente a Milani lo rajan cuando estaba seguro de que, en caso de triunfar Scioli, iba a quedarse al mando del ejército. Por lo menos dos años.
Trasciende que Milani mantenía un trato más que amable con Scioli, con el aval inicial de Zannini y La Doctora. Pero el General era un adicto a la autonomía. Lo suficientemente rápido para cortarse solo.
Y el cristinismo no banca sus propias instrucciones.
Milani: la epopeya circularY cuando El Cenador y La Doctora se resignaron a aceptarlo a Scioli como exclusivo candidato, liquidaron juntos, entre los dos, a Milani.
Las razones múltiples merodean entre el acertijo divulgador de los medios. Desfila el peso de las denuncias humanitarias. Las culpas relativas a la desaparición de un soldado en 1976. Cuando Milani tenía 22 años, como Zannini, que entonces estaba preso.
Pero durante la “dictadura” de pichones como el Cachorro Menéndez, Bussi o Camps, difícilmente un sub teniente de 22 podía decidir sobre la vida o la muerte de nadie. De ningún abnegado que pugnara, con cierta valentía, por la difusa Revolución social.
El drama consiste en que, por acusaciones similares, incluso menores, abundan los militares sexagenarios o septuagenarios que se agotan en la mazmorra de Marcos Paz. O en el lento calvario domiciliario, que colma de rencor divisorio a los familiares también condenados. Sin derecho cultural, siquiera, a quejarse.

Indagaciones inmobiliarias

Para inculparlo a Milani tal vez sean más consistentes, según nuestras fuentes, las razones del “enriquecimiento ilícito”. Las que examina el Juez Federal Rafecas.
Moviliza aquí la adquisición de la residencia costosamente kitsch del barrio La Horqueta, en San Isidro. Por una indagación minuciosamente inmobiliaria inspirada en la venta, acaso simulada, del bulín mistongo del arrabal de Belgrano.
La fatalidad muestra al general de inteligencia, que se encontraba en la cúspide de su carrera (definido aquí como “el primer militar que en 30 años tiene cuotas de poder real”), acosado judicialmente por escrituras posiblemente dibujadas. Por las sospechas, en definitiva, sobre el manejo arbitrario de lo único que interesa de la “inteligencia” en el país declinante.
Los fondos reservados. El verdadero origen de la procurada felicidad que se encadena.
En cambio poco y nada importa, para esta evaluación, el caramelo de madera del ascenso del coronel Granitto. Una estampilla de coronel mayor, para constar en actas, tan inútil como la ciudadanía honorable de cualquier municipalidad.Milani: la epopeya circularFue el premio consuelo por haberle negado a Granitto el ascenso. Mantiene el mismo sabor dulzón del azúcar impalpable que emana del caramelo de madera que saborea Oscar Parrilli, El Incomparable Godfrey. El caramelo de postulante al Parlasur. Mientras tanto, a su alrededor, al pobre Godfrey se le defecan de risa.

Autonomía del soldado sentimental

Correspondería indagar, según nuestras fuentes, en otras razones superiores. Como por ejemplo haberse reunido, en el departamento de la calle Libertad del consuegro, y con la mediación de cierto gravitante consultor, con alguna alta autoridad del enemigo Grupo Clarín.
Inspiradas, las dos partes, Milani y Clarín, por la inagotable pasión del trueque. Protección periodística contra información sensible.
Infortunadamente el idilio, según nuestras fuentes, no avanzó. Pero pudo ser suficiente para que lo crucificaran al César Corazón de Jesús. El militar implacable que se muestra, en la caída, como un soldado sentimental.
La epopeya del general Milani remite a la literatura circular.
Cae como consecuencia de la autonomía que supo construir. Un atributo que es inaceptable en el cristinismo, ligeramente imperdonable.
La autonomía fue la muestra gratis del poder que iba, en definitiva, a condenarlo.

El Ganjes del Cels

Milani: la epopeya circularEn adelante, a Agustín Rossi, no hay que llamarlo más El Soldadito de Milani. Asume su verdadero rol como Ministro de Defensa. Al desembarazarse de la figura fuerte que ni se le reportaba. Por los próximos cinco meses, Rossi deja de ser el complemento ornamental, a partir de la asunción, como Jefe del Estado Mayor del Ejército, del infante general Ricardo Cundom, Cambá. Un profesional, ideal para la transición. Le presenta sólo soluciones y ningún problema.
Pero Rossi tendrá más cerca la auditoría permanente de Garré, que abandona la embajada ante la inutilidad de la OEA, para asumir una cercana diputación aún menos trascendente.
Fue Garré quien, como titular de la Defensa, promovió al entonces coronel Milani. Cuando logró tres ascensos al hilo. Pasaron, para ser explícitos, como por un tubo.
Primero de coronel a general. Después a General de Brigada y de División. Un lapso enternecedor de Valium 40. De suave tranquilidad para el Centro de Estudios Legales y Sociales, el CELS. Es el Ganges Purificador, que dormía la siesta sospechosa del colaboracionismo. Y eso que al “Ganges del Cels” (cliquear) jamás se le escapaba ningún dato que pudiera interrumpir la carrera del penúltimo teniente coronel, leve sargento o triste gendarme.
Pero llamativamente con Milani el Cels se dedicó al reposo. Y lo purificó al Corazón de Jesús en tres oportunidades. Hasta que aparecieron los olvidados papelitos con la denuncia de La Rioja. Entonces el Cels, como Kicillof con YPF, modificó su postura. Total nadie rinde cuentas y la coherencia es una romántica utopía.

El último muñeco. Stiusso

Después de enviar a regar las macetas con geranios a una serie de generales (Montero, Prieto Alemandi, “Tanguito” Bruera), Milani se cargó el último muñeco. Jaime Stiusso, El Ingeniero.
Para colmo -y para espanto de Parrilli- El Ingeniero amaga con volver, en diciembre. Después del 10. Deja Porto Fino, Los Ángeles.
Asegurar que Milani, El Seductor de Sexagenarias, o su creador, Fernando Pocino, El Búfalo, hoy lo extrañan a Stiusso, es, aparte de una transgresión del lenguaje, una manera de deslizarse por la historia contrafáctica.
Milani: la epopeya circularPero la “comunidad de inteligencia”, el mundillo tenebroso del espionaje, registraba, con la presencia inmanente de Stiusso, un cierto orden. Distaba de ser el caos que es hoy. Donde, desde cualquier arma, se largan a jugar al fragmentario espionaje interno. Hasta competir con las agencias paralelas. Con los innumerables cuentapropistas que chupan teléfonos y correos.
Como los que se las ingeniaron para caminar, según nuestras fuentes, al gran caminador.
Tema, claro, de otra entrega.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
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El Cenador, El Descuidista, El Loco y Aire y Sol

Rencores íntimos de postergado y botonerías demoradas en suspenso.

El Cenador, El Descuidista, El Loco y Aire y Solsobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Introducción
El oficio del perfil alto

“Es de esos tipos cuya presencia nunca se nota pero su ausencia sí”, define la Garganta.
Cualquier sociólogo suburbano descuenta que mantenerse en los primeros planos es, en la práctica, infinitamente más difícil que llegar a ellos.
El perfil alto, por lo tanto, es un hábitat reservado para especialistas. Un oficio para respetar.
El cambio de perfil constituye -para Oximoron- un verdadero desafío. Sobre todo para quien supo generar el poder desde la trastienda.
Como Carlos Zannini, El Cenador.
“El desconocimiento le funciona como un atributo”, sintetiza la Garganta.
El Richelieu cordobés de la referencia supo tejer, durante doce años, desde el ámbito de la Secretaría Legal y Técnica. Construyó la aureola de consejero intrigante. Con las características de los cortesanos discretos que arrastran influencias desde la Roma imperial. Al servicio del César patagónico. De Néstor, El Furia, en principio, que lo usaba mientras lo acotaba. Y luego al servicio de La Doctora, bastante más generosa para el reconocimiento.
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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Cowboy de medianoche

El Cenador, El Descuidista, El Loco y Aire y SolSiempre presente en las comitivas presidenciales, en el rol secundario de ladero, y con el rencor íntimo de sentirse postergado. Portaba dotes de pensador enigmático.
Para Kirchner sólo debía encargarse de aquello que se le pedía. Hacer mandados en el puesto que ocupara, y no opinar por su cuenta.
“De política, Chino, no hables que no entendés nada”. Solía destratarlo El Furia, en general delante de De Vido, El Ex Superministro que despreciaba.
Muerto El Furia, sintió de pronto que se valorizaba. Y hasta asomó su verba en el escenario militante del Mercado Central, con el resultado francamente lamentable. Parecía que bajaba de la Sierra Maestra. Fue una suerte que la arenga sólo la transmitiera, en directo, CN23, el canal casi clandestino del modelo (trasciende que TN anda detrás de esas imágenes).
Sin embargo, como buen Caballo de Madera, Zannini se sabe superior al semejante (se encuentra en elaboración el abordaje astrológico de Medea Lobotrico-Powell).
Sabe que es portador de virtudes inexplotadas, como -sin ir más lejos- el canto lírico. Ideal para cerrar los actos en La Matanza.
Y probablemente El Cenador creyó que llegaba su hora consagratoria en 2011, cuando La Doctora debía elegir su compañero de fórmula. ¿Y quién mejor que Zannini?
El Cenador, El Descuidista, El Loco y Aire y SolPero La Doctora prefirió escoger el perfil alto de Amado Boudou, El (próximo) Descuidista. Con la guitarrita, la motocicleta y el pelo al viento. Simpatías que complementaban la audacia del jugador fuerte que ascendía en el palo enjabonado, después de lucirse como el autor intelectual al manotazo salvador hacia los Fondos de Pensión, las AFJP.
Entonces Zannini volvió a sentirse postergado.
De todos modos, cuatro años después ya disfruta sigilosamente la reparación que mantiene el sabor de la extraña venganza. Y hoy, desde la meritoria actualidad de vice-presidenciable, de lugarteniente “del proyecto”, de garantía de la continuidad del modelo, El Descuidista lindo de la guitarrita y del pelo al viento queda abandonado a la sistemática desgracia. Fuera de las listas, pero sobre todo fuera de la consideración más elemental. Con la paranoia fundamentada y el perfil subterráneo. Con el riesgo contenido de dejarse llevar por la locuacidad colectivamente inculpatoria.
Para Oximoron, el último tramo de la peripecia de El Descuidista reclama la celebración de la literatura. O un film románticamente errante. Desde que una mujer se lo recomendó a Don Benigno, para que le tiraran un cable en el ANSES, hasta la evolución rápida de la gloria y del más rápido ocaso.
Un “cowboy de medianoche”. Como el de aquel film inolvidable de John Schlesinger, con Dustin Hoffman y John Voight. Pero a la Argentina. Interpretado por Ricardo Darín y dirigido por Campanella.

Novelas del camino

El Cenador, El Descuidista, El Loco y Aire y SolLa narración se precipita. Con sorpresas, como en una novela de las llamadas “del camino”, El Cenador aspiraba a ser el vice de Florencio Randazzo, El Loco de la Florería. Al que protegía y respaldaba ante La Doctora, que alguna vez quiso despedirlo del paraíso relativo. El Loco era eficiente pero se emancipaba. Hablaba de más.
Sorpresa última del camino. Impacto. El Cenador iba a terminar como vice de Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol.
Su pollo, El Loco, justamente otro odiado por El Descuidista, iba a quedarse colgado en el estribo del tren. Solía recibir al Cenador en su despacho vecino todas las mañanas. Para celebrar, juntos, con cafés, promotor y promovido, la virulencia de las críticas despiadadas de El Loco hacia Aire y Sol. Impertinencias avaladas, incluso, por La Doctora.
Y fue también con conocimiento de La Doctora que Zannini, acaso para ayudarlo a Randazzo, enviara, en manos confidenciales, hacia determinado Juez Federal del modelo, la expresiva documentación que alude, según nuestras fuentes, a Scioli.
La clásica botonería remitida en “un blanquito”. Ilustrativa de presuntas cualidades patrimoniales de Aire y Sol, el positivista que degradaban. Con un Palo Blanco incluido, noble e italiano, y una lista de méritos digna de despertar admiración.
El Cenador, El Descuidista, El Loco y Aire y SolLas paredes que hablan representan uno de los máximos misterios de Comodoro Py. A veces aturde el diálogo de las paredes con los pasillos. El susurro de los expedientes en la noche.
Trasciende que el señor juez cuenta con elementos detallados para estudiarse con calculada perversidad. A los efectos de producir, oportunamente, en la primera de cambio, alguna denuncia que puntualmente aterrice -oh casualidad- en su propio juzgado.
Por suerte en esta novelita del camino se impone el pragmatismo del poder. La Doctora y El Cenador arrojaron las ambiciones de El Loco por la ventana y le cedieron a Aire y Sol el premio que, por las encuestas, se merecía. Ser el candidato exclusivo por el frepasismo tardío que encarna el Frente para la Victoria. Aunque, para algarabía de Mauricio Macri, El Ángel Exterminador, con El Clavel de Zannini estampado en la solapa presidencial.El Cenador, El Descuidista, El Loco y Aire y Sol El estratega de la trastienda que salta hacia el primer plano, para aprender el oficio del perfil alto, y entonar Rigoletto en Isidro Casanovas, con el coro de La Cámpora y dedicado a La Doctora, “La donna e mobile…”.
Carolina Mantegari
Consultora Oximoron/Redacción final
para JorgeAsisDigital.com
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