jueves, 13 de diciembre de 2012

La cigarra exhausta



Imposibilidades para la Tercera Resurrección.
La cigarra exhausta


sobre Informe Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital
“Cuando el general enemigo se equivoca
no hay que interrumpirlo”.
Winston Churchill

Ciclo terminado - Introducción

“Perdió el gobierno, sí, pero perdió también la política”, confirma la Garganta.
No resulta aconsejable regodearse con los malos momentos del adversario.
Aparte de ser poco elegante, es un error.
Salvo algún rencoroso marginal, aquí nadie tiene el menor interés en que descalabre el gobierno de Nuestra César.
Pero la preocupación es crecientemente lícita.
Cuesta imaginar, a esta altura, otro año más de tropiezos semejantes.
Con el poder que se diluye. Con la inflación que fulmina y ni siquiera se reconoce.
Sumergidos en un “País Paria” (cliquear), que desperdicia la instancia que debió ser de proyección.
Sin crédito, con la identidad estragada y sin confiabilidad elemental.
Para Consultora Oximoron -se reitera- el ciclo histórico del cristinismo está terminado.
Es un plazo fijo que vence, a más tardar, en tres años.
Se impone esperarlo.
Osiris Alonso D’Amomio
Consultora Oximoron
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En su penúltimo discurso, de los menos afortunados de su trayectoria, Nuestra César explicitó su condición de Cigarra.
Adoptó el recetario poético de María Elena Walsh, que seguramente se admira en la fantástica versión de Mercedes Sosa.
“Tantas veces me mataron/ tantas veces me caí,
sin embargo estoy aquí/ resucitando”.
La cigarra exhaustaLa estética coincide, en trazo grueso, con la interpretación del cristinismo que el Portal enuncia en sus seminarios privados.
Cuando se explica (al cristinismo) a partir de sus recuperaciones.
A través de las caídas que admitieron, en dos oportunidades, el renacimiento de La Cigarra.
En 2008, con la crisis campera, y en 2009, con el desastre electoral de las Testimoniales.
Pero es tarde -consta en el Informe- para confiar en la Tercera Recuperación.
Aunque el cristinismo persista en un piso nada desdeñable del 35 por ciento.
A propósito, en el “Noviembre más cruel” (cliquear) Nuestra César aumentó entre 4 y 6 puntos. Pese a -o por- la desaprobación colectiva del 8N, y la huelga de Moyano y Michelli.
Extraño fenómeno que se registra en la sociedad, cuando se la advierte como víctima. Ampliaremos.
La Cigarra -hoy- está exhausta. Sin buenas ideas. Sin equilibrio, autosatisfactoria y autorreferencial en exceso.
Sin -sobre todo- El Furia, el protagonista principal de las recuperaciones, pero que tuvo gran responsabilidad en los dos porrazos.
Con los colaboradores también agotados, gastados, sin convicción ni fe. Náufragos.
Por la pendiente, como al general enemigo de Churchill, a Nuestra César nadie la interrumpió.
Al contrario, se le despejó el camino para que profundizara en sus equivocaciones. Las catástrofes seriales que la condujeron al laberinto.
Resucitar es una utopía. Un exceso voluntario del lenguaje.

“Superior calidad institucional”

En la Kermesse de Plaza de Mayo, entre el show de Fito Páez y de Charly García, Nuestra César, en su show, interpretó diversas macanas.
Sobre todo cuando se sumergió en los elogios hacia el extinto. Por haber designado una Corte independiente, sin colocar ningún amigo.
La versión edulcorada de la historia contradice la información que aportan nuestras fuentes para el caso específico.
Indica que El Furia se enojó bastante con ella cuando, por sugerencia del senador Nicolás Fernández, hoy exiliado interno, lo convocó a Ricardo Lorenzetti para la Corte. Ya se encontraba al límite con los santafesinos. Después de echarlo a Rosatti, el ministro que nadie recuerda. Al que ni le atendía el teléfono.
La cigarra exhaustaTampoco, según la Garganta, al Furia le sedujo la idea de convocar a las dos damas prestigiosas. Elena Highton de Nolasco, y Carmen Argibay, que venía de La Haya.
Cuentan que le dijo El Furia:
“Estos jueces son los que te van a c…”.
Pero Cristina iba a ser La Presidente y debía darle algunos gustos.
Con Alberto Fernández, el Poeta Impopular que hoy divulga su nostalgia, y con Héctor Timerman, que se cuelga con habilidad del “Vestidito negro” (cliquear), pregonaban juntos, por el Norte, la “superior calidad institucional”.
El hallazgo conceptual de la superioridad se desmoronó quince días después de asumir. Con el berenjenal expresionista de la valija de Antonini Wilson.
Por entonces al Furia le gustó menos, según nuestras fuentes, que por influencias de Alberto, el sonetista, designara, como ministro de Economía, a Martín Lousteau, el joven victoriano que traficaba miradas de personaje de Oscar Wilde.
O que designara, para suceder al Poeta Impopular, a Sergio Massa, La Rata del Tigre.
Sin gran maledicencia, las Gargantas confirman que, menos que prevenciones ideológicas, El Furia mantenía celos de ambos.
(Si fueron fundados o no dista de ser motivo de tratamiento en la crónica).

El paredón del Per Saltum

La cigarra exhaustaEn el esplendor de la mala praxis, y con la “calidad institucional” ya en el descenso, el cristinismo acaba de estrellarse contra el paredón de La Corte. Inútilmente.
En pos de la epopeya absurda. La Guerra-Divorcio.
Por la obsesiva destrucción del Grupo Clarín. El Grupo que tanto colaboró para instalar, al kirchnerismo, en las alturas. Con la complacencia informativa que aquí se impugna. Ver “El tiempo sublime del romance”, cliquear.
Como se decía en el barrio, el Grupo Clarín hoy lo tiene de hijo al Gobierno. Lo sobra.
Hasta aquí, Magnetto, el triunfador convaleciente, le gana a Nuestra César en todos los frentes. La emboca.
La cigarra exhaustaEn el manoseo imperdonable de los hijos de Ernestina, que incineró a diversos exponentes del humanitarismo.
En la compleja tergiversación de Papel Prensa.
En “La cronoterapia” (cliquear) de las cautelares.
En la desesperación del per saltum.
Por el camino del derrotero, aquí no hay Cigarra que valga. Pese a la bella inspiración de María Elena Walsh. Y al empeño tranquilo de Mercedes Sosa.
Carolina MantegariRedacción Final de Informe Oximoron,
Copyright by JorgeAsisDigital.com
pero se permite la reproducción sin citar fuente.
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viernes, 7 de diciembre de 2012

La cronoterapia judicial


La cronoterapia judicialescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
(Del poema “Los pitucos”, de Mario Benedetti)”Perder no es grave, el problema es la cara de b… que te queda”.
Vernet, Siglo XX
El cristinismo quedó ridiculizado por la torpeza de sus sobreactuaciones. En adelante, tendrá que someterse, sin resignación, a los rigores de la Cronoterapia.
Trátase de la cura a través del paso del tiempo.
Aunque van a desgastarse en recursos y apelaciones. En declaraciones, sin atender la sentencia clásica del positivista Vernet.
Pero las diversas instancias, hasta llegar a la Corte, van a tomarse, según nuestras fuentes, el tiempo que consideren necesario.
La cronoterapia asegura, por lo menos, la convalecencia hasta marzo. Resulta aconsejable para disminuir las tensiones. Y atravesar el verano con el rédito de mantener la expectativa.
“Apretaron con tanta grosería que, a esta altura, aunque tengan la razón, es difícil, Rocamora, dársela”.
La Garganta, un sabio del derecho, rescataba los atributos de la cronoterapia. Reflexionaba, en el Club Francés, el día antes de “la extensión de la cautelar, a favor del Grupo Clarín”.
(Acontecimiento que el Portal, con varias horas de anticipación, primereó, a través del twitter. Está documentado).
“Todo buen juez sabe que, cuando un gobierno aprieta tanto, es porque está muy débil”, siguió la Garganta.
“Si está fuerte, Rocamora, no tiene por qué apretar”.

La epopeya innecesaria

La cronoterapia judicialLa Ley de Medios fue planteada como una epopeya innecesaria.
Obligó a ingresar a Nuestra César, y a la totalidad del cristinismo devaluado, en el territorio turbulento de la patología. De donde no pudo salir más. Ni zafar.
La histeria colectiva derivó en una mala lección, académicamente explícita, sobre la cuestión -siempre sustancial- del Poder.
Por su violenta impericia, El Ejecutivo no consiguió imponer la ley avalada, con una goleada parlamentaria, por el Legislativo.
Pero trabada hábilmente por la estrategia jurídica de la empresa afectada, que comanda el estudio Sáez Valiente.
El Grupo Clarín, ex aliado transformado -por la patología- en el enemigo. Y destinatario exclusivo del peso de la ley.
El Ejecutivo presionó con grosería. Hasta el escándalo.
Para quedar transitoriamente congelado, ante la decepción de su tribuna, por la acción del Poder más hipersensible. El Judicial.
Por la pituitaria elaborada de sus integrantes, el Judicial es el poder más atento a los vaivenes de la legitimidad del Ejecutivo. De su estado físico, político y moral. De sus arrebatos.
Sobre todo cuando se lo quiere llevar puesto. Como una media. Como si los jueces fueran militares. O diplomáticos.

La estrategia de durar

El gran mérito judicial de Clarín, en su estrategia, consistió en durar. Otra manera de la cronoterapia.
En victimizarse mientras pasaban los meses y crecía el desgaste del gobierno, repentinamente el adversario.
La cronoterapia judicialEl otro mérito consistió en evitar que trascendieran las diferencias internas.
Las posiciones encontradas con respecto a la presentación -o no- de un Plan De Desinversión, que desactivara la virulencia destructora de la ofensiva.
Mientras tanto, desde el gobierno le doblaban al socio fundamental. David Martínez. Trátase del accionista clave de Cablevisión. Un mejicano norteamericanizado. Salpicado, entre otros negocios, con el vendaval escatológico de Ciccone. En una sociedad transitoria cuando, del tema Ciccone, quien se encargaba era El Furia. Con un profesionalismo levemente superior al desvarío en que lo sumió Boudou, El Descuidista.
Como fondo de inversión, Fintech era infinitamente más serio que la berretería de The Old Fund.
De todos modos, los probables errores de conducción de Clarín eran tapados por los horrores superlativos del gobierno.
La astucia de las cautelares logró, cautelosamente, la lícita dilatación de tres años.
Después de semejante pedal, pudieron hacerse los sorprendidos con la fragilidad programada de Nuestra César.
La cronoterapia logró que la Dama llegara, a diciembre de 2012, con mucho menos glóbulos rojos de los necesarios.
Con las consecuencias desastrosas de una sucesión de episodios que instalaron la tendencia más trágica. Hacia la mala praxis.
A medida que el cristinismo se desgastaba, se intensificaban los aprietes. Y Nuestra César -pobre- se debilitaba.
Las desprolijidades del apriete incineraron, como correspondía, al Ministro de Justicia. Un correcto político convertido en talibán inconvincente. En la desventura, Alak dilapidó su capital aún considerable. En dramatismos sin retorno. Con las recusaciones temerarias que le produjeron otra pérdida peor. Del respeto.

Sabbatella y Superman

Uno de los errores menos admisibles de Nuestra César consistió en haber designado, para comandar la inutilidad del AFSCA, a Martín Sabbatella.
Es el exponente del frepasismo tardío que despertó claras desconfianzas entre los mini-gobernadores del conurbano.
“La Tía viene por todo pero viene muy mal. Así la Tía no va a llegar muy lejos, Se va a estrellar”, advirtió otra Garganta.
La cronoterapia judicialDebe aceptarse que Sabbatella puso un poco de orden. Cambió los sobrevivientes de Lomas de Zamora, que habían llegado con Mariotto, el antecesor que ahora se difamaba, por elementos copadores de Morón.
Aparte, entre sus innovaciones, contrató un nuevo cocinero. Debía probarle, eso sí, la comida. Porque las fuerzas envenenadoras de Magnetto lo querían asesinar.
Y puso, como Gerente de Fiscalización, a Superman. Un tal Vittorio que por lo menos, alguna vez, había trabajado. Tenía su mérito. Se disfrazaba de Superman en las fiestas infantiles y ahora quería cargarse a Clarín.
También Sabbatella desarmó la estructura delirante que respondía a Saavedra. Antecesor que le hizo la gestión imposible a Aragón. Desde La (Agencia de Colocaciones) Cámpora, en la oficina de Viamonte preparaban 200 heroicos militantes para utilizar, debidamente disfrazados de negro y azul, el día del desembarco. 7-D.
Pero lo único relevante de Sabbatella fue, para ser francos, ir a la televisión. Para colocar el rostro en conferencias que aportaron, apenas, atisbos de confusión.

Pequeños Harvard

“Con el Buby Nazareno jamás se hubiera llegado a un manoseo semejante de la justicia”, confirma otra Garganta.
Los cristinistas fueron despiadados con el doctor Tettamanti. Lo obligaron a borrarse al camarista O Farrell.
Recusaron a canilla libre y en la caravana de errores hasta se metieron con un viajecito del doctor Santiago De las Carreras. Un respetable aplicador de cronoterapia.
La cronoterapia judicialNingún jurista, periodista o escritor, que haya ligado algún viajecito, puede responsabilizarse nunca por la totalidad de los financistas del congreso o seminario invitador.
Por la pendiente, los desaforados cristinistas apretaron hasta con los viáticos internacionales, de los que ningún jurista que se precie se dispone a rifar. Y menos por un gobierno que se autodestruye.
Al llegar a un cierto nivel, mal que mal, los jueces disponen de algún prestigio merecido. Supieron conquistar el derecho de tener su pequeño Harvard.
Significa que a cualquiera de ellos le pueden preguntar, en alguna universidad de marca: “¿Usted votó tal cosa?”.
En definitiva, ningún juez de excelencia puede arriesgarse a quedar como preservativo descartable. De ningún gobierno.
Los efectos de la cronoterapia son múltiples, beneficiosos y de amplio espectro.
Disuelven las tensiones. Reducen el patetismo y la desesperación. Colaboran con la digestión lenta.
Como brillantemente dice el poeta Rubén Reches:
“Deja sudar al tiempo. Deja llover un poco”.
Oberdán Rocamorapara JorgeAsisDigital.com
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jueves, 29 de noviembre de 2012

Sinfonía de la disolución



Aún falta la desmesura de tres años.
Sinfonía de la disolución

sobre Informe Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Intoxicaciones

Introducción
Confabulación de conflictos simultáneos.
La intoxicación judicial del 7-D, con final abierto, más la vorágine emocionante de Griesa y Los Buitreros, brindan, al poder cristinista, el complemento dramático. La sinfonía de la disolución.
Sorprende -para Oximoron- la infatigable capacidad para concentrar enemigos.
Para construir frentes adversos, y perder en la totalidad de las batallas que se encaran. O empatar. O dilatar.
Salir generalmente mal parada, pero con soberbia, de algunos laberintos.
Justamente cuando nadie -que no sea un marginal- tiene el menor deseo de desalojarla.
Sobre todo cuando circulan posibles intentos de recuperación de la credibilidad pulverizada (al cierre del despacho ni siquiera se atreven a presentárselos).
Incluyen cambios, por lo menos, de cinco ministros sustanciales. Y del Premier, devaluado aquí como Jefe de Gabinete.
A los efectos de colocarse al frente de un gobierno tonificado que le permita, al menos, imaginar venturosamente los próximos tres años.
Con alguna dignidad. Despojado de los vaticinios sombríos que proliferan por las calles. Y se apoderan, inconfesablemente, del pensamiento de algunos colaboradores.
De los funcionarios que suelen quejarse en la confidencia. No llegan.
Todo está para el demonio y nadie puede hablar con ella. De nada.
Sólo se la debe obedecer y aplaudir.
A nadie le hará el menor caso y -concluye el Informe- nunca reclamará renuncias.
Nuestra César mantiene la certeza de disponer de la razón de su parte.
Para lograr sus objetivos entonces no debe conceder. Sí encarar, como acostumbra, de frente. Hasta el borde exacto del triunfo. O del abismo.
Y saltar, si viene al caso.
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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Sinfonía de la disolución“Cuesta imaginar tres años más de Cristina”, confirma la Garganta.
“¿Tres años más? Es la posteridad”, confirma otra.
Se lo puede tomar bien o mal. Lo que no se puede es tomarlo en serio a Julio De Vido, cuando pregona la necesaria re reelección de Nuestra César.
“Vaya caprichito”, para parafrasear a Gabriel Mariotto, El Calabró de Llavallol.
La indispensable continuidad, que propone De Vido, no se traba sólo por cuestiones constitucionales.
No son los reglamentos. Diría Bill Clinton: “Es la política” (aquí es preferible prescindir del calificativo).
“A este ritmo -sigue la Garganta sofocada- un año más de Cristina es inimaginable”.

El cristinismo se disuelve

No se registró ninguna sustitución de “El trípode desaparecido de poder”, cliquear. Supo armarlo El Furia.
La sucesora, Nuestra César, el pilar del Estado, conquistó la hazaña de enemistarse con los otros dos pilares. Lo que menos querían era distanciarse.
Sinfonía de la disoluciónHéctor Magnetto, o sea el Grupo Clarín, El Beto, representaba el pilar de la comunicación. Y Hugo Moyano, El Charol, era el pilar del trabajo. O su respectiva paralización.
El control asegurado de la calle. La compartía con las organizaciones sociales y los trajinantes de la izquierda. Sectores que sacan. Sin poner.
Lo llamativo es que ambos, Magnetto y Moyano, hasta el último momento, según nuestras fuentes, quisieron arreglar con Nuestra César. Casi rendirse. Para seguir cerca.
Asociados, en la práctica, para la consagración narrativa del modelo.
Se los percibía cómodos, en el mismo trípode que compartieron, sobre todo en el primer tramo, con Néstor.
De ningún modo decirlo significa revalorar a El Furia. Es una tarea, acaso, reservada para la tergiversación de la filmografía.
Para los militantes que se aferran, aún, al marco posible de la Revolución Imaginaria.

La apelada legitimidad

Es demasiado obvio ampararse en la legitimidad del 54%, registrado un año atrás. Es, aparte, apelable.
Para Consultora Oximoron, aquel guarismo se redujo, al menos, en 20 puntos.
La pobre desciende hasta en el principal bastión geográfico, el conurbano bonaerense.
Sinfonía de la disoluciónSumergida, disuelta, la sinfonía de Nuestra César, en la dinámica inagotablemente acumulativa del error.
En la profundización de los “desastres seriales del gobierno trivial”.
Entre los papelones que aportan tensiones literarias a la desesperación del presente.
Se teme, precisamente, por la estabilidad. Cuando falta la desmesura de tres años.
El penúltimo sondeo confiable, que maneja Oximoron, no procede del Frente Encuestológico de la Victoria.
Certifica, para Nuestra César, un techo de 32 puntos. Base, en apariencia, inamovible.
Nada desdeñable para intentar la Tercera Recuperación.
A Nuestra César hoy la sostienen los exponentes beneficiados del frepasismo tardío. Una colección de funcionarios que se representan a sí mismos.
Supieron vender, en el mejor sentido, el producto que cautiva. El relativo progresismo que invocan.
La mercadería sedujo, en principio, a los radicales devaluados de la Alianza. Pero también después a los peronistas, que se abnegaron para suceder a los radicales. Con los progresistas que venían adentro. En el combo.
Sin embargo los próceres equilibristas del Frente Grande, que llegaron con el combo, permanecieron. Sin territorio, pero con eficaz estrategia de subsistencia.
Los seductores resultaron repentinamente seducidos por el giro inesperado hacia la izquierda. De Néstor, el pragmático.
A cambio del apoyo entusiasta, El Furia les dio puestos de trabajo. Humanitarismo en toneladas. Discurso. Y sobre todo les dio presos.
Los reivindicó con la entrega de un par de retratos. Nadie iba -total- a defenderlos.
Sinfonía de la disoluciónAnte la complacencia culposa de los caudillos peronistas a la carta. Se apaciguaron espiritualmente con los Kirchner porque les permitían, ante todo, ganar elecciones. Y ser perfectamente morraleros. A través de la generosidad del cemento que, durante los primeros años del kirchnerismo, los hizo quedar, incluso, como administradores eficientes. Buenos gestores. Con obras.
“En 2013 vuelve el cemento”, confirma la Garganta. “Se volcará dinero en las intendencias. Canilla libre”.
Los mini-gobernadores del conurbano, mientras se interconectan, y manifiestan desconfianzas, en el fondo se entusiasman.
La sinfonía puede continuar. Otro año más. Después se verá. Faltan tres.
Para ser francos, son los marginales sueltos del peronismo los que permanecen al lado, aferrados a Nuestra César.
Con la mayoritaria certeza de pasar a la disidencia, en cuanto pierdan el puesto.
Cuando entregan el celular, y se quedan sin el auto y el chofer, los peronistas pasan, invariablemente, a la oposición.

Pudoroso el descaro

Los peronistas con territorio, como algunos radicales recuperados (y también con territorio), con la sensibilidad del olfato y encuestas en la mano, comienzan -evalúa Oximoron- a tomar distancia.
A hacerse ver menos, por las dudas. Es pudoroso el descaro.
Mientras tanto dos gobernadores -dos samuráis-, se animan a plantear las ambiciones presidenciales. Impertinencias sucesorias.
Como Daniel Scioli, el líder de La Línea Aire y Sol, y José De la Sota, El Cordobés Profesional.
Pero también está Juan Manuel Urtubey, El Bello Otero, que hoy mide sigilosamente sus pasos. Con el proyecto, bastante contenido, de lanzarse, desde Salta, hacia la esfera nacional. Como número uno para arreglar, en todo caso, como número dos. En entendimiento tácito, según vertientes, con Sergio Massa, La Rata del Tigre.
Es Massa el otro discípulo aventajado de la señora Graciela Camaño.
Un par de gobernadores, en cambio, prefieren sobreactuar las muestras de fidelidad. Hacia Nuestra César, por convicción ideológica.
Pero también porque mantienen el confesable propósito de continuarla.
Es el caso de Sergio Uribarri, de Entre Ríos. Identificado por ser el padre del marcador de punta de Colón.
Uribarri ya mantenía expectativas de acompañarla en la fórmula de 2011.
El Padre del Marcador de Punta hubiera desempeñado un papel infinitamente más digno que el grotesco de Amado Boudou, El Descuidista.
Sinfonía de la disoluciónPor su desprolija adicción a las monedas, Boudou se destacó como uno de los principales motivos del deterioro de Nuestra César. Ella es la responsable exclusiva del error de haberlo designado como navegante.
De los 22 puntos que se disolvieron en la sinfonía, a El Descuidista se le pueden facturar no menos de 5. O 6.
Circula, al respecto, una encuesta infame que le acercaron, según nuestras fuentes, a Nuestra César.
Indica que, si se decide de una vez a soltarle la mano a Boudou, si lo deja caer, recupera 7 puntos.
Si lo mantiene, como se obstina, con el berretín de blanquearlo, ambos pueden caer de la manito. Hacia el vacío. Juntos.
Aparte de Uribarri, sobreactúan la lealtad otros gobernadores que conservan alguna ambición sucesoria.
José Luis Gioja, El Huevón, de San Juan, un peronista ontológico, inapelable. Y Jorge Capitanich, el gobernador valorable del Chaco. Un erudito que suele caracterizarse por la excelencia en la organización de los espectáculos deportivos.
Carolina MantegariRedacción Final Informe Oximoron,
copyright by JorgeAsisDigital.com
pero permitida la reproducción sin citar la fuente.
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martes, 27 de noviembre de 2012

Balazos bobos en el pie



Clarín, denuncias al vacío y desconcierto estratégico.
Balazos bobos en el pie

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Violentas escenas de analfabetismo funcional.
La Guerra-Divorcio, que libran disparatadamente Los Roses, el Gobierno y el Grupo Clarín, penetró definitivamente en el territorio de la patología. Con imprevisibles escenas de analfabetismo funcional.
Denuncia tonta de Clarín, por incitación a la violencia colectiva. Alude a funcionarios lenguaraces, y -sobre todo- periodistas locuaces. Mantiene el significado del balazo bobo en el pie.
En el fondo Clarín se contagia de Nuestra César. Cuando ella se dispara sus respectivos balazos bobos en el Salón Blanco. O en cualquier tribuna, para castigar al juez Griesa y los buitreros. Para consumo interno moviliza y busca el aplauso cuando dice que nunca les va a pagar. Pero después Los Buitreros la embocan. Es peor, se emboca sola.
Como se embocó solo, con la tontería de la denuncia, el Grupo Clarín. Hasta incinerarse en la tribuna popular. De la barra propia.
Clarín y Nuestra César, en el esplendor de la mala praxis, se parecen. Demasiado.
Cada uno de los contendientes que se divorcia posibilita el avance del otro. A partir de sus balazos. Bobos.

Intensa fugacidad

Alarma que los eminentes doctores Sáenz Valiente y Wortman Jofre, prestigiosos abogados del Grupo Clarín, se entrometan en el incendio. A esta altura de sus competencias no pueden desconocer que la profesión de periodista es la más autorreferencial. Apasiona discutir, públicamente, aspectos relacionados con el ejercicio (libre) del periodismo.
Con frecuencia los periodistas sospechan, con consistentes fundamentos, que son meros intermediarios, de intensa fugacidad, entre los hechos, o los protagonistas, y la sociedad.
Pero de pronto se inflaman. Cuando comprueban que los protagonistas son ellos. Ocupan la centralidad. Adquieren gran relevancia personal y forman parte prioritaria de la agenda.
Sobre todo cuando acechan, otra vez, los necesarios cercenadores del autoritarismo. Los que se empecinan en “silenciarles la voz”. Los que obturan su “libertad de expresión”.
Entonces se eleva la problemática, hasta convertirla en motivo de máximo alboroto nacional.
Balazos bobos en el pieEl sujeto afectado deriva, por lo tanto, en admirable receptor de las adhesiones solidarias. Contra las fuerzas del oscurantismo del gobierno de turno, o, en este caso, de la empresa equivocada que traba, irremediablemente, la pluralidad.
Deriva en tema de debate sustancial. Brotan los dadores voluntarios de solidaridad. Estallan las solicitadas que condenan, saludablemente, a los que avasallan “la libertad de opinar”.
De haber contado con esta incorrecta evaluación cultural, los doctores Sáenz Valiente y Wortman Jofre jamás hubieran avalado profesionalmente la tontería de la denuncia. En representación del Grupo Clarín, que es quien se pega el balazo bobo.
Para pasar a ocupar el rol del victimario. Justamente cuando la pasaba tan plácidamente, hasta aquí, con el rol de víctima.
La tontería de la denuncia exhibe la magnitud del desconcierto estratégico del Grupo que nunca estuvo preparado para pelear.
Hasta 2008, por el peso de su presencia, el poder se le había facilitado de manera natural. Bastaba con un título de página impar para masacrar definitoriamente a quien fuera. Por la espantosa necesidad de los protagonistas relativamente culposos, de salir siempre bien aspectados, en las estampitas cotidianas de Clarín. O en sus sucursales audiovisuales.

La problemática sutil

Los notables abogados carecían de la obligación de conocer detalles de la problemática sutil del periodista.
Para alfabetizarlos funcionalmente en la cuestión, bastaba con consultarlo al Colorado Kirchbaum. A Horacio Pagani. O al Chiche Gelblung. Para desalentarlos de la torpeza de emitir un documento semejante. 35 páginas donde no existen diferencias conceptuales entre calidad de imputado o de testigo.
La judicialización de la política implica, de por sí, un retroceso. Uno de los más espantosos horrores del cristinismo.
La judicialización del debate muestra, en cambio, una actitud desesperada.
Balazos bobos en el piePero Héctor Magnetto, el construido Diablo Oficial, y en menor medida la dupla Aranda-Pagaliaro, tienen la obligación de conocer la problemática sutil. El abecé de la profesión que los catapultó casualmente como empresarios.
Desde que traicionaron filosóficamente a Rogelio Frigerio, El Tapir. Para expulsar -en alianza con la señora Ernestina, Marquitos y Joaquín-, a los desarrollistas.
Aquellos extraños bolcheviques -los desarrollistas- que pretendían civilizar el capitalismo.
Los desarrollistas fueron rajados a los efectos de superar el obstaculizador entramado ideológico. Y así estructurar, a partir de los ochenta, el crecimiento redituable a través de la selectiva información.
Un comercio expansivo que el kirchnerismo, en el primer tramo, supo disfrutar.
Pero durante el cristinismo, con una visión trágicamente optimista, se prefirió calificar al Grupo de “monopolio”. O con mayor desacierto aún, de corporación.
Cuando se trata, apenas, de eficaces almaceneros con iniciativas. Felices emprendedores que tuvieron el tino de apartarse del comercio minorista para explorar la explotación de los supermercados. Y extenderse, en adelante, con la fabricación específica de fideos, la crianza de pollos y la faena de envasar gaseosas.

Solidaridades

Por lo tanto, hasta el JorgeAsísDigital, que prefiere no tomarse nunca en serio los “problemas sutiles” del periodismo, se solidariza también con los periodistas afectados. Los que hoy se encuentran en el centro de la agenda. Entre la intensa fugacidad. Por la torpeza del Grupo Clarín que, en su desconcierto estratégico, se descerraja el balazo bobo en el pie. Como Cristina con Los Buitreros de Griesa.
Solidaridad con Roberto Cavallero, que a nuestro criterio debió insistir en el camino literario de las grandes biografías. Pero prefirió lícitamente especializarse en la vulgaridad ideológica del acontecer cotidiano.
Cavallero compuso con Larraqui el memorable libro sobre Rodolfo Galimberti.
Balazos bobos en el pieSolidaridad, también, con la señora Sandra Russo. Lanzada a la intensa fugacidad desde Página 12, el diarito que oportunamente perteneció al supermercado de Clarín. Antes de erigirse en la Secretaríade Estado de hoy. Y con alguna escala, Russo desembarcó en el vigente Ministerio de “6,7,8”. Y hasta a suscribir una biografía sobre Nuestra César. Menos relevante que la de Cavallero sobre Galimberti.
Vaya la solidaridad también hasta con el locutor que suele celebrar, entre los goles, a Kirchner, El Furia. Desde Fútbol Para Todos. Otro ministerio.
Oberdán Rocamora
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viernes, 23 de noviembre de 2012

TABLA DE LOS SIETE SAMURAIS. NOVIEMBRE

 1.-  Daniel Scioli, Lider de la Línea Aire y Sol.

2.- Mauricio Macri, El Niño Cincuentón.

3.- Hugo Moyano, El Charol.

4.- Cristina Fernández, Nuestra César.

5.- José Manuel De la Sota, El Cordobés Profesional.

6.- Hermes Binner, El John Wayne de El Hombre Quieto.

7.- Julio Cleto Cobos, El No Positivo.


Consultora Oximoron, para JorgeAsísDigital 
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SCIOLI AVANZA SOBRE MACRI

Con Lavagna- Telerman, para
El Artificio Autónomo de la Capital.


sobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción final de Carolina Mantegari especial para JorgeAsísDigital y JorgeAsísMuletto




Introducción

Retroceso de Nuestra César

“Los cristinistas no retroceden nunca. Se frenan para respirar y tomar impulso”.
Nuestra César asiste al retroceso, en general, del gobierno estancado. No alcanza a recuperarse. Carece del aire suficiente para “tomar impulso”.
La re reelección, con la retórica ilusoria que galvanizaba, se derrumba.
De pronto, la realidad emerge como el paredón ideal para estrellarse.
La pobre se extravía en la desesperación de la epopeya innecesaria.
El 7-D apenas podría depararle un triunfo pírrico. Equivalente, en la evaluación, a otra derrota.
Mientras tanto en el escenario dominan, hasta imponerse, otras imágenes. La masiva espalda del sector trascendente de la sociedad que vertebra la economía (el 8-N). La adversidad sindical, paradójicamente lapidaria (el 20-N). La concepción, ampliamente instalada, de la mala praxis. Que desperdicia imperdonablemente, a través de sus imposturas, el ciclo histórico que debiera proyectar a la Argentina. Sin convertirlo en el “País Paria”
cliquear.

La parálisis de la administración necesita de cambios sustanciales para encarar la utopía de “tomar impulso”. La designación de cinco o seis nuevos ministros con credibilidad. Con la consistencia indispensable para ayudarla a llegar, con cierta dignidad, hasta el final del mandato, que cada día es más lejano.
La sumatoria de los frentes adversos, horriblemente gestionados, se completa con el rostro previsible, severo y recriminatorio, del Juez Griesa.
El perverso jurista que utiliza justamente sus palabras –el “relato”- para castigarla.


Osiris Alonso D Amomio
 Director Consultora Oximoron



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Relevamiento de samuráis. Noviembre

De ser la número dos, Nuestra César pasa tristemente a la condición de samuráis 4. Aún, no obstante, es decisoria.
Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol, samuráis 1, tiene -de acuerdo a la evaluación- el camino provisoriamente despejado.
Decide Scioli avanzar, a través de Roberto Lavagna, La Esfinge, sobre el principal competidor. Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, paladín del macricaputismo.
En noviembre Macri pasa a ser el samuráis 2.

Mientras tanto Hugo Moyano, El Charol, samuráis 3, mantiene la posición expectante y muestra su fuerza. Aunque también parece enrolarse en la fila de los apoyadores de Scioli. Como otros tantos equilibristas que, desde adentro o afuera de la superstición del peronismo, programan los saltos de garrocha. En dirección específica hacia Villa La Ñata. O sacan número, como innumerables empresarios, para rendirse, según nuestras fuentes, en las oficinas metropolitanas del Banco Provincia.

El relevamiento del “noviembre cruel”
cliquear lo encuentra a Scioli interesado en recuperar el territorio inicial. El Artificio de la Capital. Planificó conducirlo en 2007. Antes que Kirchner, El Furia, compulsivamente lo trasladara hacia la gobernación de Buenos Aires, la provincia inviable. En beneficio, acaso casual, de Macri, el opositor preferido del cristinismo. 

De todos modos Macri no vaciló en encarar, en 2009, la conquista de la provincia inviable. A través del entendimiento que se armó entre Macri y dos integrantes del pelotón. Felipe Solá –máximo cuadro del felipismo, brote extinguido-. Y Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, que se conformó con la cucarda, nada menor, de haber vencido a Kirchner. Una gloria desperdiciada. (Hubo un cuarto, Tito Lusiardo, alias Juanjo, que enhebró la estrategia del cuarteto que finalizó como trío. Quedó apartado, vencido como Tadeo. Demolido por la delación operativa de la Secretaría de Estado de Página 12.).

En 2013, para Oximoron, Scioli planifica la devolución de la gentileza. Para reintroducirse en el Artificio Autónomo de la Capital. Donde va a impulsar, según nuestras fuentes, para senador, a Roberto Lavagna, La Esfinge, aspirante a ser samuráis pero destacado miembro del pelotón. Instrumentador inicial, en la práctica, del “modelo” que hoy estalla.
Lavagna va a encabezar un ticket atractivo. Viene complementado en el combo por Jorge Telerman, El Peladito de Badía. Otro pelotonista que es promovido por el airesolismo. Como primer diputado.
Para desconsuelo de Alberto Fernández, el Poeta Impopular, que trata de hacer méritos por los canales de cable y se entera de la mala noticia por el presente relevamiento. El renacimiento de Telerman, su enemigo íntimo.

La graciosa rivalidad entre El Poeta impopular y El Peladito de Badía atraviesa la historia marginal del peronismo contemporáneo. La bronca arrancó durante el duhaldismo. Se profundizó durante el kirchnerismo. Parece resultar definitoria durante el airesolismo.
Trasciende que La Esfinge lo prefiere a Telerman.
La jugada de Scioli es doble. Al inclinarse por Lavagna, el Líder de la Línea Aire y Sol resuelve, para su proyecto, el mensaje económico.


La hora de Randazzo

Panorama para Maquiavelos conjeturales.
Entre los calificados samuráis persiste la desconfianza recíproca.
Pese al retroceso, Nuestra César maneja recursos para operar posibles sucesiones.
En su abdicación obligada, Nuestra César dista de promover a la cuñadita Alicia, La Fotocopia.
Quien crece en el devaluado cristinismo es, según nuestras fuentes, Florencio Randazzo, el Ex Killer metamorfoseado en circunspecto sellador de pasaportes.
Randazzo podía conformarse con suplir a la irrelevancia operativa de El Abalito. Pero las vertientes confirman que lo miden, al Ex Killer, con expectativas superiores. A los efectos de balancearlo con Scioli, anteponerle un peso medianamente similar, para que no se agrande tanto. 
El lugar que el cristinismo le reserva a Randazzo, para Oximoron, es el que Nuestra César pensó en un principio para Amado Boudou, El Descuidista, que se enterró solito por su pasión suburbana por la moneda. 
Es el lugar que hoy conquista Randazzo el que quiso también tener Nilda Garré, La Dilma. Pero la pobre quedó muy opacada por Sergio Berni, El Rambito, y llamativamente enredada en las irregularidades que atañen al general Milani, y que hoy investiga el doctor Oyarbide. Ampliaremos.

Aparte de la eficacia para sellar pasaportes, Randazzo se muestra efectivo para conciliar posiciones con Macri. Y atenuar, merced a su amistad histórica con Emilio Monzó, las diferencias con El Niño Cincuentón. 

Respectivos entendimientos con el macricaputismo, por arriba, eclipsan las peleas por abajo. 
Predilección oficial que despierta desconfianzas, según nuestras fuentes, entre los airesolistas.
La convergencia es también estudiada por los que pretenden acercarse a los timbres de José Manuel de la Sota, El Cordobés Profesional.
En el relevamiento de noviembre De la Sota pasa a ser el samuráis 5. En desmedro, aquí, de Hermes Binner, El John Wayne de El Hombre Quieto, hoy samuráis 6. Aunque cada vez más próximo a Julio Cobos, El No Positivo, samuráis 7, que cierra la tabla de samuráis y merece –junto con Binner- un despacho propio, que no debiera excluir al ingenioso Fernando Solanas, el talentoso artista que habla como un político del montón. Vayan juntos o, lo más probable, separados. Para complementar la hegemonía del peronismo que se recicla. A pesar del notorio cansancio de graves sectores de la sociedad que perciben, al peronismo, como una condena irremediable.


Final con La Rata del Tigre
Otro integrante del pelotón, Sergio Massa, La Rata del Tigre, se prepara, mientras da vueltas a la rotonda del Cruce Etcheverry, para ingresar a la lista de los siete samuráis. Massa se encuentra capacitado para tomar cualquier camino. Sea el indicado, que lo lleva hacia la gobernación de la provincia inviable. O el que conduce hacia la ansiedad alucinatoria de la presidencia. O el que aconseja persistir en el Tigre, de donde no debiera salirse. 
Pero a Massa, en materia de acuerdo con Nuestra César, se le desconfía –según la evaluación- más que a Macri. 
“Nadie de La Cámpora lo molesta a Massa” confirma la Garganta.
“Y Unidos y Organizados, por el Tigre, ni aparece”.

Carolina Mantegari 

Consultora Oximoron, copyright by JorgeAsísDigital,
pero se permite la reproducción sin siquiera citar la fuente

Posted on 11:38 | Categories:

martes, 20 de noviembre de 2012

EL TRÍPODE DESAPARECIDO DE PODER

Kirchner, Magnetto y Moyano. 

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeasísDigital y JorgeAsísMuletto


Se desconoce para qué demonios organizan una conferencia de prensa cuando no saben tratar con el periodismo.

Hugo Moyano, El Charol, cometió con la prensa el mismo error que Néstor Kirchner, El Furia.
Identificar al cronista, que pregunta, con los intereses del medio empresarial que representa.

Lo que le molesta a Moyano es, en el fondo, la pregunta.
¿Por qué con Néstor sí y con Cristina no?
Porque Nuestra César, simplemente, no es pragmática. En su soberbia no queda espacio para el cinismo.
Nunca lo quiso. Y no quiso tenerlo cerca nunca más. Se equivocó.

Tampoco le gustaba, a Néstor, tenerlo al lado a Moyano. Lo fastidiaba tanto como Chávez.

Pero El Furia asumió la lucidez del pragmatismo. A los efectos de sostener la fragilidad inicial de su gobierno. Fue a través de la fortaleza de un trípode.
Conformado -el trípode, hoy desaparecido- por los tres hombres, en su evaluación, más poderosos de la Argentina.

1.- El mismo, o sea El Furia, el poder del Estado.

2.- Héctor Magnetto, El Beto, Clarín, el poder de la Comunicación.

3.- Hugo Moyano, el poder del Trabajo.

A los recursos del Estado (manejados arbitrariamente por Kirchner) se le sumaba la complacencia de la Comunicación (con Magnetto en la bolsa).
Para completarla se les sumaba la certidumbre del Trabajo (a cargo de Moyano). Con el atributo de impedir, sobre todo, la paralización. Y de asegurarse el control de la calle.
En un principio, la sucesora irremediable, Nuestra César, parecía compartir la candidez eficaz de la metodología.
Lo certifica su fotografía sonriente, con el gorrito de los “camioneros”.


Tomografías informativas

Las Gargantas confirman que El Furia, en el plano personal, los despreciaba a sus compañeros del trípode. A Magnetto y a Moyano. (Nuestra César, por supuesto, lo sabía).
Pero el temor que ambos le producían, por separado, era mucho más intenso que el des precio.



A los dos, El Furia les hizo confeccionar una tomografía informativa.
Y hasta Raúl Moneta, el amigo hoy asumido, pero entonces muy culposo, colaboró, según nuestras fuentes, con un clásico memorándum.
Moneta aconsejaba embestirlo. Antes que Magnetto, como correspondía, lo fulminara. Como lo fulminó a Menem. O a Videla.

“Tendrán que aguantarse 20 o 30 portadas bastante desagradables” escribió Moneta. El visionario que se quedó muy corto.
“Pero si se las soporta, verán que no tienen más armas. Sólo es papel”.

También, desde el Ministerio de Justicia, por instrucción de El Furia se contrataron dos excelentes especialistas, a los efectos de confeccionar la tomografía informativa de Moyano. Para “entrarle” judicialmente.
Le investigaron, a El Charol, desde el quiosquito más irrisorio. Hasta hurgar entre las demenciales salpicaduras relativas a los setenta, en Mar del Plata.

Con las dos tomografías informativas sobre la mesa, El Furia decidió lo que resultaba más conveniente. Asociarse.
Hacerlos partícipes sustanciales del modelo.
Aunque a Moyano, para hostigarlo, como Ministra de Salud, le nombró a Graciela Ocaña, la que suele denunciar con valentía pero, en general, sin el menor rigor.


El peor sándwich social


En “el tiempo sublime del romance” cliquear se dijo que Nuestra César nunca pudo disfrutar del amparo informativo que Clarín le supo brindar a su marido.
Tal como le aconsejaba Moneta, El Furia decidió embestir contra Clarín, pero cuando la Presidente era ella. Ampliaremos.

En cambio con Moyano, que supo organizarle majestuosas escenografías de apoyo, para su lucimiento multitudinario, la ruptura se dio inmediatamente después de la muerte irresponsable de El Furia. 



Cuando nadie podía sacarle a Máximo, de la cabeza, una idea. Que el padre se había muerto después de la pelea telefónica con Moyano (aunque discutieron sobre la banalidad de una reunión de consejo partidario).
Se lo dijo Máximo, según nuestras fuentes, al doctor Recalde, cuando bregaba aún por Moyano. En la comida que Recalde asegura que nunca existió.

Nuestra César carece del aparato digestivo blindado que tenía el extinto. Lo que desapareció fue el Trípode. Hoy tiene sólo una base. Insuficiente.

Al cristinismo, por lo tanto, no lo sostiene ningún trípode de poder. Queda sólo la impostura del relato.

Creer que Sergio Szpolszky puede suplir a Héctor Magnetto es alucinante. Como creer que Moyano puede ser suplido por Caló.

Aparte, para colmo, Nuestra César tomó distancia de Daniel Hadad, El Fenicio. Era quien más podía postularse para tomar, llegado el caso, la posta de Magnetto.

Cuesta, en la actualidad, detectar donde se asienta el poder de Nuestra César. Se le diluye, implacablemente, el 54 por ciento.
Mientras tanto se extingue, paulatinamente, en el desprestigio de la mala praxis. Masticada como el jamón del peor sándwich social.
Entre las protestas de las capas medias del 8-N, y la capacidad de parálisis que le muestra la clase obrera del 20-N.
Estigmas anunciados del “noviembre más cruel” cliquear.
Donde el único oxígeno se lo aporta -en el noviembre más cruel-, el film que tergiversa frontalmente la peripecia vital del extinto. Para transformarlo en motivo de épica.
“El Furia es el único que mantiene un poco de vida en el kirchnerismo. Y está muerto”.

Oberdán Rocamora
Posted on 20:27 | Categories:

lunes, 19 de noviembre de 2012

El tiempo sublime del romance



Gobierno-Clarín. “La guerra-divorcio de los Roses”.
El tiempo sublime del romanceescribe Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital
“La Argentina está para ser tratada por un dramaturgo de la magnitud de Arthur Miller. Más que para la racionalidad de una crónica de Morales Solá”.
Garganta anónima.
En vísperas de la epopeya innecesaria del 7-D, lo que profesionalmente se impugna, desde el periodismo artesanal, no es la declarada Guerra abierta, entre el Gobierno y el Grupo Clarín.
Lo que se impugna es el tiempo sublime del romance. El idilio que habilita a tratar el conflicto -de intereses- como un divorcio.
Una institucional “Guerra de Los Roses”.
Pero se trata de la Guerra-Divorcio que mantiene secuestrada a la política.
Y a la sociedad perpleja, resignada también a ser rehén.
Pero sobre todo la Guerra Divorcio resulta letal para el ejercicio del periodismo.
La profesión hoy se encuentra tan manoseada, acaso, como la justicia.
En su peor momento. Hasta la obscenidad. Al extremo de resultar sospechosa, incluso, la idea perversa de la neutralidad.
Porque lo mejor para la república es que pierdan, en el fondo, los dos.
La derrota compartida es una maravilla que está por concretarse.
Aunque alguno de los dos, a lo Pirro, crea que gane.
Pero ni el Gobierno ni Clarín van a tener la potencia que tuvieron cuando se encontraban pecaminosamente juntos.
Asociados. Adheridos. En presentable promiscuidad.

2003-2007

El tiempo sublime del romanceEl tiempo sublime del romance, entre el Poder (Kirchner) y la Comunicación(Magnetto), se registró entre 2003 y 2007.
La chispa del desencuentro sólo se extiende a partir de mediados de 2008.
Para derivar, en materia de violencia, en el éxtasis de la actualidad. Plagada de golpes bajos. Los repentinos enemigos, en el fondo, se asemejan.
Adquieren formatos similares.
Ambos cuentan con la complacencia festiva de los aplaudidores. En la solemnidad del Salón Blanco, o en el estudio acogedor del Canal 13.
En realidad todo Clarín se transformó en una suerte de “678”al revés.
Cuesta ya leer el diario que se obstina en masacrar al gobierno cuya fortaleza, en definitiva, construyó.
Como cuesta ver, de pasada, “678”, la emisión patológicamente ocupada en masacrar al Grupo. La “prensa Concentrada y Hegemónica”.
Clarín fue el sostén que les proporcionó, con su oportuno silencio, la legitimidad.
La complacencia en el tratamiento informativo derivó en una pausa bella, que el kirchnerismo, durante cuatro años, supo disfrutar.

Comunidad informativamente organizada

¿Se puede saber qué les pasó a estos dos Roses en guerra?
¿Podrían contar por qué demonios, en el fondo, se pelean?
Ninguno de los contendientes que se divorcian, evocan, siquiera, el tiempo sublime del noviazgo.
Los años felices que compartieron los amantes. Los socios.
Néstor Kirchner, El Furia, y Héctor Magnetto, El Beto.
Cuando se asistía al ejemplo ponderable de la comunidad informativamente organizada.
El tiempo sublime del romanceCuando Magnetto -o sea Clarín-, colaboraba sustancialmente para que El Furia completara la ceremonia de la conquista. La hegemonía que lo catapultaba como el político más importante, hasta aquí, del Veintiuno.
Para que santacrucificara lo más pancho, en fin, la Argentina.
Cuando Alberto, el poeta impopular, fiscalizaba cotidianamente los títulos de la portada.
Y les “daban”, a Clarín, la totalidad de las primicias.
Clarín y el Gobierno construían el nuevo orden cultural.
Administraban, juntitos y de la mano, la información.
Pero a no comérsela. En este divorcio de los Roses no está en juego ningún alto valor del espíritu.
Ni la comunicación democrática y popular, ni la defensa de la libertad de expresión.
Aunque se le debe reconocer a Kirchner, en cierto modo, por haber sido el primero en atreverse a ponerle un freno a los avasallamientos periodísticos-empresariales de Clarín. Después de haberlo tenido eróticamente a su servicio.
También, nobleza obliga, hoy se le debe reconocer, en cierto modo, a Clarín. Por ponerle el freno a la patología avasallante del cristinismo.

Para Arthur Miller

Sin indagar en la frivolidad del revisionismo, puede arriesgarse otra tesis. Con Kirchner presidente, el conflicto con el campo nunca hubiera existido. Lo arreglaba en 48 horas.
Pero tampoco -con Kirchner presidente- iba a existir la pelea con Clarín. Y menos con Moyano, El Charol.
El tiempo sublime del romancePara rebatirnos, dirán que fue Néstor el que decidió declarar la Guerra. Hizo abandono primero del hogar común. Cuando Magnetto quería arreglar, para que no se le fuera.
El Furia se puso al mando de la banda de los Roses oficial. Con Moyano, El Charol, de ladero.
Juntos, Moyano y Kirchner se abrazaron a los cartelitos de “Clarín Miente”. Y suele evocarse que El Furia gritó: “¿Qué te pasa, Clarín, estás nervioso?”.
En realidad se trató de litigios que El Furia agudizó sólo cuando dejó de ser el presidente.
Como si, desde el segundo plano, con poder de decisión, El Furia se dispusiera a estropear, en la práctica, la presidencia de su esposa.
Para Shakespeare. O por lo menos para Arthur Miller. O para Tito Cossa, si se anima.
Nuestra César, la pobre presidenta, cometió la tontería de pelearse, para colmo, hasta con Moyano (que se precipitó en cambiar la relación con Magnetto).
La pobre, Nuestra César, no tuvo la tranquilidad de gobernar con la protección informativa de Clarín. Como la que gozó plácidamente su marido extinto. Hasta el último día del mandato.
El Furia lo mantuvo entretenido, a El Beto, con prolongaciones de licencias, hasta mediados del 2007.
Y con el caramelito de la fusión Cablevisión-Multicanal, lo llevó hasta el final.
Consciente de la insaciabilidad del otro. De Magnetto, el socio. Que se carga presidentes, civiles o militares, desde el Moisés.
Sin tener aún la fusión asegurada Magnetto avanzaba, insaciablemente, por las acciones de Telecom. Y con pretensiones de renovada objetividad. Jactancias que El Furia tomó, simplemente, como traiciones.
Pero que quede claro el mensaje explícito del presente editorial. A Kirchner se le ocurrió declararle la guerra a Magnetto cuando la Presidente precisamente era Nuestra César.
Ya que la pobre no merecía, desde la Prensa Hegemónica, ni silencio ni complacencia.
Sólo virulencia y crueldad.
Carolina Mantegaripara JorgeAsisDigital.com
Permitida la reproducción sin citación de fuente.
Posted on 13:33 | Categories:

“Cristina, fuiste”



Ministros que contienen deseos de cruzar el Jordan y abandonarla.
Cristina, fuistesobre informe de Consultora Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

El desmantelamiento

Introducción
“Nunca hay que ir por la reelección, Cristina, sin tener asegurada la continuidad”.
Fue el consejo efectivamente precario de Néstor, El Furia.
Por recatada galantería, carencia de crueldad innecesaria, o por esquivarle al bulto del sinceramiento, aún nadie se atreve a decirle a Nuestra César:
“Cristina, fuiste”.
Se asiste a la caída abrupta del proyecto de continuidad. El desmantelamiento de la utopía de “la Cristina eterna”.
Sin Nuestra César en la carrera, la pedantería categórica de “ir por todo” se reduce a la nada.
Restan tres años de mandato. Aún puede aspirar a la tercera recuperación. Si adopta un severo cambio de gabinete y ejerce su propio reconocimiento del fracaso.
Habrá, en todo caso, que ayudarla. Si se deja.
La sociedad, aunque esté dividida, sin alternativas y mayoritariamente enojada, puede facilitarle la llegada con aire. Hasta el final. 2015.
Pese a la ansiedad de los oportunistas. Los que se muestran, en general, intolerantes.
No les cabe la idea de convivir, los próximos tres años, con ningún “pato rengo”.
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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Garrochas hacia Villa La Ñata

Se le animan, paulatinamente, de a poco.
Dista de ser anecdótico que José Manuel De la Sota, El Cordobés Profesional, samurai seis, levante, de repente, la voz.
En el nombre irreparable de su provincia, pero en diplomático estado de rebelión. Delante de la ministra Giorgi, la que siempre aprueba y aplaude.
Mientras defiende los intereses de los proletarios de Córdoba, el astuto gobernador De la Sota se lanza.
Emite señales lícitas, en primer lugar, hacia la nación. Pero sobre todo hacia el peronismo huérfano, que implora por un tutor.
(Ver “El peronismo sin jefe”, cliquear).
Cristina, fuisteO que se extienda que Daniel Scioli, líder absoluto de la Línea Aire y Sol, samurai uno, consolide el proyecto presidencial.
Se le amontonan a Scioli los pedidos de audiencia. No alcanza a atenderlos en las oficinas del Banco Provincia, sede Capital.
O se le mandan directamente, en salto clásico de garrocha, hacia Villa La Ñata.
Saltan, según las fuentes, hasta los cristinistas emblemáticos.
Con la receta aprendida, aquí tratada. Ver “Un Scioli rodeado”, cliquear.
Aire y Sol atraviesa la instancia más delicada. Necesita que Nuestra César, la samurai dos, no se le desmorone tan rápido. Por el riesgo lícito de desmoronarse con ella.
(Scioli -para Oximoron- difícilmente vaya a soltarse, por su redituable lealtad).
También Aire y Sol necesita que Nuestra César no se recupere en exceso.
En tal caso, los frepasistas tardíos del colectivo Unidos y Organizados, con todo para perder, volverán a la carga con el providencialismo derruido de la re/reelección.
A propósito, ya suele festejarse la sentencia de la Garganta anónima del Portal. Indica:
“De buscar la re reelección, los cristinistas pasaron a buscar países sin extradición”.

Temores

Trasciende la preocupación confidencial de los ministros.
“Está intratable”, confirma la Garganta.
A veces se la define con el calificativo más popular (por elegancia narrativa, aquí es preferible prescindir).
A su alrededor, se cuidan de lanzar interpretaciones relativamente críticas.
Adquiere vigencia apenas una de las argumentaciones que planteaba Maquiavelo para seguir al Líder.
La siguen por temor.
A Nuestra César se le teme reverencialmente.
Sus arrebatos anímicos producen estupor.
Cristina, fuisteCirculan nombres de enfermedades extrañas que irresponsablemente se le atribuyen. Complementos científicos del calificativo popular.
Se guglea mucho el llamado “síndrome de Pick”. O la “enfermedad de Pick”.
(Que el interesado busque los datos en Internet, Oximoron no se hace cargo).
Se menciona hasta a una enigmática psiquiatra chilena. La sabia llega exclusivamente para tratarla.
Cualquier funcionario, con alguna capacidad de conjetura, hoy fabula acerca del complejo de medicamentos que le producen las euforias, las simultáneas depresiones.
El misterio del rumor se retroalimenta a través de la información lacrada.
Cuentan que determinados ministros ya no aguantan más. Lo confiesan a quienes emotivamente los contengan.
Pero los desdichados sólo podrán irse cuando ella lo decida.
Sabe que, si quiere otorgarle un poco de fuerza, de credibilidad a lo que persiste de su gobierno, tiene que cargarse nunca menos de cinco ministros.
Para ser coordinados, acaso, por el único que más o menos hoy sobrevive.
Florencio Randazzo, el Ex Killer.
Pero Nuestra César, por la pendiente, hoy debe ser cuidadosa. Porque, cada vez que algún funcionario se le va, se gesta otro flamante opositor televisivo.
La tentación de abandonarla, sin embargo, aumenta.
Hay desesperados que suponen que todavía están a tiempo de cruzar el Jordán.
Para emanciparse y adquirir el derecho de mostrarse críticos.
Como si, al irse, se purgaran.

Las Calas

Cristina, fuisteDe los varios que se fueron, muy pocos se abstuvieron de emitir críticas públicas.
La mayoría (de los que se fueron) la masacra.
Desde el mesurado Roberto Lavagna hasta la denunciadora vocacional Graciela Ocaña.
O el notable ideólogo Julio Bárbaro, tan convocado como Martín Redrado. O Martín Lousteau.
Y hasta el peor de Los Schoklender se recibe, de pronto, gracias a ella, de analista político. Para fulminar con severidad “el gobierno de corruptos”.
Si se van, si cruzan el Jordan, de proseguir con la patología, también De Vido, Alak, Garré o Timerman podrán pasearse próximamente entre los canales de cable. Como nuevos pichones de Alberto Fernández, el poeta impopular. O como Pepe Nun, el otro destapado.
O pueden asumir, también, el perfil bajo de Alberto Iribarne.
Sin detenernos en el fenómeno que brindan los embajadores políticos. Los Artículo Quinto que ya cruzaron definitivamente el Jordán.
En cuanto dejaron de recibir los trimestres salariales despuntó la consciencia crítica.
La tibia enumeración los contiene hoy distantes a Guillermo Nielssen, Octavio Bordón, Juan Pablo Lohlé, Rodolfo Gil, Jorge Remes Lenicov.
Y de un tiempo a esta parte, hasta a Jorge Yoma.
Sin perspectivas de continuidad, el cristinismo huele a calas. Fue.
Se lo piensa pero no se lo dice. “Cristina, fuiste”.

Rescatados

De los ex funcionarios que se fueron del Ejecutivo, y no la castigan, Oximoron rescata tres.
El incombustible senador Aníbal Fernández.
Y dos ex cancilleres, que curiosamente rivalizaron durante la gestión. Rafael Bielsa, El Pavo Real, y Jorge Taiana, El Inadvertido, que fuera el segundo de Bielsa, y luego el sucesor.
Sin retorno, sin nada que hacer, sin nadie que lo aguarde en el otro lado del Jordan, en cualquier momento Aníbal podría dejar el aburrimiento del Senado. Para volver, desesperadamente, al Ejecutivo.
A Bielsa, El Furia se lo sacó de encima cuando ya no soportaba más que la jugara de galán culto y maduro. Que le mostrara la superioridad por tantos libros leídos.
Lo condenaron al derrotero. Pero Cristina, por probable solidaridad de Serpiente de Agua, lo recogió para designarlo Inspector de Narcotráfico.
A Taiana, en cambio, Nuestra César lo despidió cuando El Inadvertido se mostró molesto por haber sido comparado con Amado Boudou. El Descuidista que iba a encargarse, personalmente, de sepultarla en la ciénaga.

Cansado de guerra

Cristina, fuisteEl Descuidista es otro que, según nuestras fuentes, llegó al límite.
Aunque aplauda fervorosamente en las paradas orales. Y se anote en cumplir con la instrucción presidencial de degradar cotidianamente a Héctor Magnetto.
Como Teresa Batista, la protagonista de la novela de Jorge Amado, Boudou también está “cansado de la guerra”.
El Descuidista aspira a ser liberado parcialmente de la montaña de causas. Por la adicción letal al ruidito febril de las monedas que supo acumular.
Lo que El Descuidista desea, en el fondo, se lo confesó a la Garganta.
“Subirme a la moto e irme a la m…”.
El objetivo sublime de rajarse. Lejos. En moto. Livianito de causas, con la rubia de celuloide detrás, sin casco, con el pelo al viento.
Carolina MantegariRedacción final de Informe Oximoron,
copyright by JorgeAsisDigital.com
pero se permite la reproducción sin citar la fuente.
Posted on 13:33 | Categories: