martes, 5 de enero de 2016

El kirchnerismo de Macri

CÓMO GANAR AMIGOS (I): La Argentina imprevisible se vuelve previsible en el marco de la imprevisibilidad integral.

El kirchnerismo de Macriescribe Jorge Asís, especial
para JorgeAsísDigital.com
En el contexto del acompañamiento prometido durante los iniciales 120 días, se constata que Argentina consolida la natural vocación por ser uno de los países más imprevisibles del universo.
Por la insólita facilidad para el cambio de reglas del juego. Por la capacidad para re-significar el discurso dominante.
La Argentina es tan imprevisible que se vuelve, en cualquier momento, sensata y previsible.
Como amenaza serlo, en adelante, con Mauricio Macri (pero siempre dentro de la imprevisibilidad natural que la caracteriza).
Históricamente, sea a través de la democracia o del facto, aquí se naufraga entre las oscilaciones antagónicas. Se registran los saltos posicionales. De una impostura hacia otra.
Con la sucesión de principios que inspiraban a Bernard Shaw y Groucho Marx.
“Si no les gusta estos principios, tengo otros”.
Por lo tanto, tienen cierta razón los pensadores y políticos de países vecinos cuando se resisten a tomarnos con seriedad. Como se obstinan también en no hacernos mayor caso en ninguno de los avances de vanguardia. Porque siempre, en la Argentina, se puede volver atrás. Y se vuelve. Dale que va.
Es una de las explicaciones del principal apotegma ideológico del Portal.
El kirchnerismo de Macri“Indica que todo, en Argentina, termina mal. Siempre”.
Sólo hay que darle un poco de tiempo al nuevo gobierno para que construya las bases sólidas de su propio fracaso. Que sustente -y legitime- los primeros 120 días del próximo gobierno. Para que desarticule lo (mal) hecho por el anterior. ¿El actual? Y así sucesivamente. Hasta que se perfore la dinámica descripta. Ojalá que Macri pueda perforarla.

Del aliado Extra OTAN a la Contra Cumbre

De guardianes inapelables de los valores occidentales, aquí se pasó sin escalas a la alucinación recuperadora de Malvinas.
De las placenteras “relaciones carnales”, y de la condición de “aliado extra OTAN”, aquí se pasó, del brazo de Chávez, a la emocionante Contra Cumbre de Mar del Plata. O a la vigente pedantería anti bolivariana. Virajes, todos, que suelen atormentar, hasta la resignación, a las cancillerías adictas al ejercicio inútil de la coherencia. La artesanía del rigor, que con voluntad televisiva aquí se denomina “políticas de Estado”. Una ficción literalmente imposible.
El kirchnerismo de MacriAl contrario. Menem pudo avanzar con su fuerte utopía occidental. Con la pertenencia al Primer Mundo que admitía viajar hacia los Estados Unidos sin visa, y hasta con un registro de conductor vencido. Y estampillarse, incluso, como “aliado extra OTAN”. Aunque el inspirado diplomático chileno, que incluso llegó a conducir la ociosidad de la OEA, decía al respecto: “no encuentro a nadie que me explique con claridad qué es eso de ser aliado extra OTAN”.
Pero pronto Kirchner desenganchó el vagón de la Argentina del tren ilusorio del Primer Mundo, y no tuvo reparos en inclinarse por la retórica bolivariana. Para desmantelar, con Chávez y el Evo, el proyecto del ALCA. De local y ante la nariz desconcertada de Bush junior, al que ya no le tocaban la rodilla. Y Kirchner se atrevió a patrocinar, con D’Elía y Maradona, una manifestación inolvidable que arrastró a la Argentina imprevisible hacia el cadalso del aislamiento bolivariano.
Mientras tanto, aquellos militares liberados por Menem ya habían vuelto, con Kirchner, a la prisión. Ahora de Marcos Paz. Con el objetivo logrado de hacerlos morir de viejos. Y cualquiera que señalara el cambio de reglas del juego se arriesgaba a ser tildado de cómplice del “genocidio” y del robo de bebés. Mejor otorgar. Callarse.

El indulto a Magnetto

Si Menem indultó a Videla, perfectamente Macri puede indultar a Magnetto.
Gracias a los deslizamientos de Pablo Casey, El Sobrinito. Y a la inspiración literaria de Rodríguez Simón, El Pepín.
El kirchnerismo de MacriEl cuadro es más complejo aún. Porque los indultos de Menem, para Kirchner, equivalen, para Macri, al desmoronamiento de la Ley de Medios. La utopía documental que impulsó La Doctora, ante la algarabía de los diputados del FPV que se abrazaban mimosamente cuando se aprobó la ley. Y ante los ojos surcados de lágrimas conmovedoras del Gaby Mariotto y la doctora Peñafort.
Pero otra vez, como siempre, se tropieza con la idea recurrente del retroceso. Para convertir en texto muerto la sentencia demencial y mal formulada contra el Grupo Clarín, que de manera transversal atraviesa todos los posicionamientos de esta historia. Con el apoyo frigerista a los militares del “proceso”. Con el apoyo a los juicios (de esos militares) en los años de Alfonsín. O con el apoyo casi cómplice en los primeros cinco años del ciclo kirchnerista, hasta que se desatara el alberdiano “crimen de la guerra”. Generada por el voluntarismo de la ley que ahora Macri y Peña masacran.
El Grupo Clarín cierra el círculo con el apoyo incondicional a Macri, que emerge, a su pesar, como el sicario que mata la Ley que le declaraba “la guerra al periodismo”. O sea a Clarín.
El kirchnerismo de MacriEntonces Macri llega para salvarlo a Magnetto. Del mismo modo providencial que Duhalde llegó para entregarle a Magnetto en bandeja la “ley cultural”, por mérito de Jorge Rendo. Y la “pesificación asimétrica”. Gloria que siempre van a negar.
El cadáver de la Ley de Medios remite, aparte, al cadáver de La lesa Convertibilidad.
Es inútil que Domingo Cavallo estire el velatorio de su gran obra. Que denuncie las complicidades que nadie, en definitiva, quiere escuchar.

Kirchner, maestro de Macri

Para ganar amigos puede decirse, en realidad, que sin darse cuenta Macri sigue las enseñanzas culposas de su maestro Kirchner.
En la práctica, Macri llega a la presidencia tan debilitado como Kirchner. Pero Macri tuvo la suerte que Scioli -al contrario de Menem- se atrevió al “coche al muere” (cliquear), para presentarse en la segunda vuelta.
Lo que el macricaputismo hizo con la Ley de Medios -y con la demencia del AFSCA- remite a lo que hizo Kirchner, junto a Zannini, para terminar con la carrera judicial de aquel pobre Procurador Eduardo Sosa. El que atormentaba, a Kirchner, en los inicios de Santa Cruz.El kirchnerismo de MacriEntonces dibujó una reestructuración del área para acabar con su puesto, que de pronto -cosa de Mandinga- no existió más.
Una feliz instrumentación que se renueva para liquidar al irritante Sabbatella, que hoy protesta, por su causa perdida, como aquel Cavallo. Mientras el Ministro Aguad escucha, con extasiada admiración, al Premier Peña, cuando anuncia “el final de la guerra contra el periodismo”. O sea, contra Clarín.
La identificación reproduce y multiplica el triunfo de Clarín en la guerra “contra el Estado”. O sea, contra La Doctora derrotada.
Otra vez Magnetto se siente con un sexo de 14 metros y con la certeza de saber que no lo detiene nadie. Lo dicen, con admiración, los mismos empresarios que se entusiasmaban con la idea de su caída.
Lo importante es que la metodología kirchnerista está vigente. Y aplicada por Macri sirvió para cargarse a Sabbatella. Y en cierto modo también podría ser utilizada por Macri para cargarse a la Procuradora Alejandra Gils Carbó, la que resultó aprobada por unanimidad en el senado, gracias a los papelones del aspirante anterior. El justamente olvidado doctor Reposo.
El método consiste en reestructurar el área con un DNU, ante un congreso de utilería que sirve de cotillón. Para crear, en simultáneo,El kirchnerismo de Macri la figura institucionalmente superior que haga desaparecer, mediante la magia inducida, la competencia de la Procuración.
Hacer otro Sosa con Gils Carbó. Puede improvisarse un próximo DNU para hacer de Gils Carbó otro Sosa.
Mil flores, mil Vietnams, mil Sosas más.
Jorge Asís
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Epidemia de ilusiones

Pese a que en Argentina todo termina siempre mal.

Epidemia de ilusionessobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Introducción
Peste de fe

Por tercera vez, desde la recuperación de la democracia, la clase media (y alta) vuelve a creer. Y el espectáculo de la fe es fascinante. Contagia. Nadie tiene derecho de cuestionar a aquel que cree en una causa. En alguien.
Justamente en la Argentina donde todo termina, en el fondo, siempre mal.
En efecto, con la flamante presidencia de Mauricio Macri, se instala otra renovada epidemia de optimismo.
Una auténtica peste de confianza en el presente, y sobre todo en el futuro. Un deseo enorme de despegar.
Son ilusiones que pulverizan el escepticismo, a menudo protector. Cínicamente recomendable. Sensato y relativamente sabio.
Con la riqueza anecdótica de los atributos diferenciadores, se registraron -para Oximoron- tres momentos que sintonizan con la idea del progreso.
La buenaventura. De euforia excesiva. De beneplácito socialmente colectivo.
Admitían la aventura de proyectar, con expectativas satisfactorias.
Dos de los tres momentos mantuvieron epílogos unánimemente lamentables.
El tercer momento es el vigente. De final abierto.
¿Se quebrará el estigma?
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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Epidemia de ilusionesEl primer momento de euforia se inicia en diciembre de 1983. Con el advenimiento de Raúl Alfonsín, que provocó la derrota -en general sorpresiva- del peronismo.
Es cuando se instala el culto a la democracia, que aún se mantiene. Con la apertura hacia los derechos humanos, y el cuento positivo de la ética de la solidaridad y la tolerancia.
Con Alfonsín se clausuraba, para siempre, la tentación del golpe de estado clásico. El militar. Y la Dictadura superada fue la depositaria de la surtida colección de males inagotables. De culpas (que aún se mantienen). Aunque tuvo sus propias euforias que para el informe no vienen al caso, de 1978 y 1982.
El fenómeno fervoroso de la confianza se extendió hasta la Semana Santa de 1987. Un momento de plenitud de cuatro años. Aniquilado por la economía.
El segundo momento se registró entre 1992 y 1996. Fueron otros cuatro años. La coincidencia transformadora de Carlos Menem como presidente y Domingo Cavallo como ministro de Economía.
Epidemia de ilusionesEsplendor de la Era de la Convertibilidad. Ser argentino era, en determinados círculos, un motivo de jactancia. La economía, en el epílogo, volvió a ser letal.
Y el tercer momento de ilusiones encontradas es el vigente. Cuando triunfa el “se puede” de Macri. Se reinicia la epidemia del optimismo durante este diciembre de 2015. Mantiene el cierre incierto.

Los fracasos que legitiman

Todo termina mal en Argentina. Repetirlo no es ninguna provocación. Al contrario, el concepto es utilitario como prevención.
Como corresponde a la cultura habitual, la primavera alfonsinista estuvo legitimada por la atrocidad del pasado inmediato. La experiencia desembocaría en la destructiva hiperinflación que iba a legitimar el anhelo extendido de la Era de la Convertibilidad. La cual naufragaría, por su parte, en el caos del 2001.
Significa confirmar que cada momento de alza de la fe se sostuvo siempre por la demonización del ciclo anterior que legitimaba.
Epidemia de ilusionesAsí como Alfonsín legitimaba los errores románticos de la adolescencia económica en la herencia recibida por la Dictadura, la convertibilidad de Menem iba a sostenerse -y legitimarse- con el recuerdo explícito de la hiperinflación alfonsinista. Y Kirchner, a su vez, iba a sostenerse (y legitimarse) a través de la condena feroz al neoliberalismo. Un esquema que había entregado el país para conducirlo al abismo.
Es discutible, pero ni Kirchner ni La Doctora generaron ningún posible romance con la clase media. Ni la alta. Se extraviaron en los méritos de una Revolución Imaginaria y desperdiciaron el lapso más redituable para el país.
Conste que el portal enuncia también otro dogma: “la sociedad es siempre inocente”.
Insinuar alguna crítica al desvarío idílico de Alfonsín implicaba sacar patente rápida de desestabilizador. De mero golpista. Epidemia de ilusionesEnfrentarse a las medidas modernizadoras de Menem-Cavallo (que nos aproximaban a la ficción del “Primer Mundo”), implicaba asumir la melancolía por aquel país donde debía hacerse cola de diez años para disponer de un miserable teléfono.

El sino trágico

En la tercera epidemia de ilusiones y de fe, con el recién estrenado Macri, transcurre un fenómeno que puede ser tildado de similar. Aquí nada es inédito. Todo -en definitiva- se reitera. Como drama, farsátira, entremés.
Hoy Macri está transitoriamente blindado. Legitimado por amplitud, merced al desastre heredado del kirchnerismo. Con los “resistentes” que cometen, para colmo, el prematuro error de combatirlo. Como si Marcos Peña los condujera.
Del mismo modo que Kirchner estuvo blindado por el “neoliberalismo entreguista”. Y Menem por la “tierra arrasada” que le legó el alfonsinismo. Y Alfonsín por los campos de concentración de los militares que juzgaba y por los delirios que arrastraron al colapso de Malvinas. El que se estrelló purifica inicialmente al que lo sucede.
Epidemia de ilusionesLa multiplicación de los fracasos sucesivos beneficiaron transitoriamente a los sucesores. Hasta construir las bases del fracaso propio, que los diferenciara.
Es el sino trágico que Macri, con su flamante escudería de gerentes, debiera perforar.
Al ser depositario de la esperanza acumulada puede asegurarse que Macri disfruta, hoy, de un romance con la sociedad (siempre inocente) que lo elevó.
Pero Macri tiene -para Oximoron- que quebrar la tendencia maldita del ciclo ascendente. El que deriva en frustraciones, para legitimar al que sigue.
El desafío por lo tanto es titánico. Perforar la máxima que promueve al Portal.
Si Macri logra perforar el desgaste anunciado, el que cíclicamente llega con la comezón del quinto año, lo espera el ansiado objetivo del bronce. Pero hay que mantener ese romance, con una sociedad (inocente) de decepción fácil.
El móvil de Macri, de ir por la estatua de mármol, es lícito. Epidemia de ilusionesPreocupa a varios antihéroes que supieron enriquecerse en las cercanías. Temen ser carne de denuncia. Ser motivo de un próximo Informe.
Llegar al bronce o al mármol con la certeza del deber cumplido. En los próximos cuatro años que Macri se propone ofrendar, según nuestras fuentes, como inquietante acto de servicio.
Carolina Mantegari
Consultora Oximoron/Redacción final
para JorgeAsisDigital.com
permitida la reproducción sin citar la fuente.
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Efecto ventajosamente comparativo

No hace falta ningún "6,7,8". Basta con la complacencia de Clarín (y Nación).

Efecto ventajosamente comparativoescribe Bernardo Maldonado-Kohen
especial para JorgeAsísDigital
A Mauricio Macri no le hace falta ningún “6,7,8”. Le basta con la complacencia de Clarín y La Nación, aunque debiera simularse mejor. Y con el aliento casi total que brota de tantas emisiones televisivas. Con defensas frontales sin que nadie ataque. Con el apoyo militante de los “buscapinas” de la comunicación. Ex halcones irascibles transformados, de repente, en enternecedoras palomitas racionales.
La fortaleza mediática del nuevo oficialismo es inicialmente perfecta.
Los que fueron condescendientes con el primer kirchnerismo, reiteran las claves del mecanismo habitual. Es la máxima de Vernet que indica:
“Es tan tonto estar en contra en el primer año de un gobierno como estar a favor durante el último”.
Entonces, los empresarios, los profesionales bien intencionados y los buscapinas apoyan sin fisuras “los cambios”. Los adelantos “republicanos”. Exhiben la tradicional selectividad para la indignación.
Hábiles para hacerse creer ahora, cuando apoyan. Y más hábiles aún cuando tomen distancia crítica y luego los fulminen. “El arte de sobrevivir”, de Arthur Schopenhauer.
Efecto ventajosamente comparativoEn su instancia de cuaderno nuevo, el oficialismo es transitoriamente imbatible.
Por ahora no le va a entrar ninguna bala (aunque nadie les tira).
Ni las balas, siquiera, de la propia desprolijidad.

Fotografías admirables

Debe coincidirse en que Mauricio arrancó bien. Con el caudaloso positivismo interno y la simpatía voluntaria de lo externo. Con el deseo explícito de la sociedad de abandonar el hartazgo y ser gobernada.
Viene sostenido, hasta aquí, por el efecto ventajosamente comparativo. La permanente alusión a “lo anterior”, que beneficia. Todo lo “malo”. La “pesadilla” que “se dejó atrás”.
“Cambió la onda, se respira mejor”, confirman Gargantas colectivas.
Este efecto comparativo es un crédito abierto que puede depararle dividendos durante un par de meses. Entre cuatro y seis. Debe ser aprovechado.
Significa confirmar que el arranque de la gestión fue admirable. Con la producción de fotografías emblemáticas que representaron el cambio del rumbo.
Efecto ventajosamente comparativoPrimero, la foto de Mauricio con los adversarios vencidos, Daniel y Sergio, los integrantes de la consagrada miniserie.
Para coronar la noción del marketing que asegura el robustecimiento de la imagen de la grandeza. De la transparente predisposición hacia el diálogo. Con su noble mensaje de convivencia fácil.
Segundo, con la foto panorámica de los gobernadores. Consolidó la garantía de una calidad de respiración superior. La explícita ausencia de tensiones.

Lunes de máxima aceleración

Mauricio sólo patinó, a “conciencia pura”, en la cuarta jornada. Fue donde se puso en práctica el modelo del blindaje. En el mismo lunes de la máxima aceleración.
Fue cuando Mauricio pasó lícitamente al cuarto al congreso. A los efectos de desplegar, en Pergamino, las medidas aliviadoras hacia los empresarios del ruralismo. Los que deben rendir su material, que se encuentra encerrado en los preservativos denominados silo-bolsas, diseminados por los campos “de la república”. Son los que pueden ayudar a respirar aún mejor, con el ingreso de ocho mil millones de dólares.
En Pergamino comunicó la eliminación de las retenciones al maíz, y la reducción del manotón hacia la vedette soja. Lo anunció junto al irreconocible Alfredito, ya con diente y todo, que se mostraba rápido para el aplauso, acaso para contagiarlo a Reutemann, siempre tan medido.Efecto ventajosamente comparativoFue otro símbolo de superación. Del conflicto absurdo desatado por el kirchnerismo, durante los últimos días de Alberto Fernández, y a partir de un plan encargado a nuestro próximo embajador en Washington.
Para completar la bella imagen superadora, el embajador Lousteau mereció integrar, también, la foto.

Pobres, los empresarios

La jornada contuvo también el apriete italiano más elegante del presidente hacia los empresarios de la industria. Los apretados y reducidos de Parque Norte.
Fue cuando Mauricio les dijo “yo no voy a tener ningún Moreno” (otra vez el efecto comparativo).
“Pero no voy a tolerar abusos. Los conozco y sé quién es quién”.
Al decirles que los conoce, lo que verdaderamente Mauricio les dice a los empresarios, en su memorable apriete italiano, es “sé cómo evaden”.
Pobres, los empresarios. Durante años debieron ser psicólogos vocacionales para entender las claves enigmáticas de la personalidad de La Doctora.Efecto ventajosamente comparativo Y cuando se liberan de ella deben interpretar a Mauricio. Para entrometerse en el campo freudiano.
“Lo que pasa es que Mauricio cree que todos los empresarios somos como el padre”, confirma la Garganta.
El presidente Mauricio los entusiasma y los inquieta. Tal vez les cuesta convencerse que Mauricio, “el hijo del Tano”, va por el bronce. Y que, en su altivo acuerdo con Carrió, va a ser “implacable en la lucha contra la corrupción. Que es, por supuesto, la lucha contra los corruptores”.

El patín

Sin embargo el mismo lunes Mauricio patinó. Con la designación, arbitrariamente innecesaria, por decreto, y “en comisión”, de los dos jueces de la Suprema Corte. Rosenkrantz y Rosatti.
Calificados ambos, con cierta precipitación valorativa, como intachables. Reconocidos hasta por los radicales puenteados.Efecto ventajosamente comparativo Los que se atrevieron a emitir las tibias críticas de procedimiento.
Es un patinaje que, por decisión editorial -y sin formar parte de la comparsa protectora- el Portal prefiere no indagar.
Es en virtud del prometido periodo de gracia de 120 días. De los que consumieron, hasta hoy, apenas seis.
Bernardo Maldonado-Kohen
para JorgeAsisDigital.com
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Evitar otro fracaso de la virtud

Macri, el bronce, y las ilusiones de la Argentina blanca.

Evitar otro fracaso de la virtud
Evitar otro fracaso de la virtudescribe Carolina Mantegari
Editora del Asís Cultural,
especial para JorgeAsísDigital
Macri -o El Mauri- va razonablemente por el bronce.
Confirma que quiere “gobernar para todos”. En especial “para los que menos tienen”. Se impone creerle.
Sin embargo, entre los fastos puntuales del traspaso, pudo percibirse que el corte es transversal.
Es social, es económico, pero sobre todo es cultural (entonces el director le encarga el artículo de sociología cotidiana a esta cronista).

Gente linda, contenta y blanca

Toda gente linda. “Gente como uno”. Tanto adentro como afuera.
Movilizada por sus propios medios. Sin necesidad de alquilar micros. Sin distribución de choripanes.
Evitar otro fracaso de la virtudGente en general bien vestida, contenta y blanca.
Sin presencias de pobres. De desposeídos. Sin un morochito -siquiera- para disimular. Revisar material gráfico y filmografías.
Los cristinistas se enojaron cuando se les dijo, desde aquí, que un gobierno no podía sostenerse con el apoyo exclusivo de los que sacan.
Y enfrentado, para colmo, a los que ponen. Los sutiles ciudadanos silenciosos que pagan impuestos, terapias, consumen pasajes, prepagas, y mueven la economía. Aunque no inviertan. Por desconfianza.
Son los entusiastas que protagonizaron las ceremonias colectivas de los cacerolazos. En España, con mucha menos concentración de multitudes, sus promotores crearon Podemos. Hoy disputan el poder. Aquí, en cambio, sus promotores, los ingeniosos programadores de la improvisación, consiguieron, a lo sumo, empleos como prenseros.Evitar otro fracaso de la virtud Y fatigan las redes sociales.
Hoy todo cambió. El mecanismo es a la inversa. Gobierna la algarabía de los que ponen, y a lo mejor por la confianza en Mauri pueden invertir alguna parte, aunque sea ínfima, del “canuto”. A pesar que El Mauri, en su tránsito hacia el bronce, mantiene intenciones de favorecer a los que sacan. Cambiarles la vida para que no necesiten sacar más.
Ripioso camino el del bronce. Con precipicios a los costados.
Lo importante es que la Argentina blanca disfruta de su fiesta postergada. De su “esperanza”. Del contagioso optimismo que se transmite, en circuito cerrado. Del reencuentro con las ilusiones que se suponían irrecuperablemente extraviadas.
Por la certeza de disponer de un gobierno que la representa. Y que se propone trascender (es la idea fija del bronce).
Evitar otro fracaso de la virtudCon la incorporación del desplazado a la alegría colectiva. Para que aparezca, al menos de refilón, en la foto actual.

El fracaso de la virtud

Eufóricos transgresores blancos se fotografiaron burlonamente con “las patas en la fuente” de una plaza. No fue en la Plaza de Mayo. Como en la evocación del poema de Alfredo Carlino. O de Leónidas Lamborghini.
Pero el efecto buscado se logra: consiste en burlarse del peronismo -por fin- vencido.
Abundan los leñadores de árboles caídos. Como otros transgresores que prefieren discutir si La Doctora se vuelve a Santa Cruz en clase turística, o en exclusiva. O si el pasaje entero estuvo reservado para la militancia, para evitar sorpresas, abucheos. Como el abucheo que se divulga con más entusiasmo. Es un video de 30 segundos, donde se puede ver a osados vecinos de Recoleta, honorablemente irritados, bien curtidos con experiencias en aquellos cacerolazos.
Le gritan a coro “¡Chorra, chorra!”.
Evitar otro fracaso de la virtudConste que fueron años de rencor sigilosamente acumulado.
La presencia de La Doctora, en aquel rincón elegante de Juncal, ya no es bienvenida. Como cuando la aceptaban.
Entonces La Doctora criticaba a Menem en los canales de cable. Y las señoras que viajaban a Miami sin visa se encontraban oportunamente hartas de la cultura menemista. Ya “no garpaba”. Coincidían esos sentimientos con las posiciones de La Doctora. Por lo tanto era una peronista perdonable, presentable, hasta simpática. Como Bárbaro lo es hoy. Un peronista perdonablemente pintoresco que entretiene.
Los venerables vecinos, inoculados por la pasión del neogorilismo, liberan el resentimiento contenido. Pero desconocen, en simultáneo, la importancia energética que transfieren. La representación del Mal.
Y aquí se equivocan los vecinos enfurecidos porque el Mal, a la larga, atrae. Sobre todo porque lo que siempre fracasó, en la Argentina, es la virtud.
No sin razón, en la más ajustada de sus versiones, el peronismo es catalogado como el “fenómeno maldito del país burgués”. John William Cooke. Alguien para colmo muy leído, en los 70, por Jaime Durán Barba.
Cierto intelectual, un desaprensivo “ideólogo de la barbarie”, después del nuevo fracaso de los virtuosos, dijo:
“¿Qué m… pasa en este país para que nosotros, que somos lo peor que hay -repito, lo peor que hay- tengamos la obligación moral de resolver todos los problemas de esta sociedad?”.
El gran drama en la Argentina no lo produce la presencia del Mal. Sí suele producirlo el fracaso de la Virtud.Evitar otro fracaso de la virtud El verdadero desafío de Macri y sus gerentes consiste en evitar otro fracaso de la virtud.

Aceleraciones, excitaciones

Los kirchneristas también se enojan cuando se les dice, desde aquí, que instalaron una Revolución Imaginaria. Que pese a la recitación de los adelantos sociales, la marginalidad es más grave que en el 2001 (cliquear).
Para colmo la marginalidad también está acelerada. Excitada por la fantasía de la inclusión. Por la creencia que el gobierno (popular) les pertenecía.
Una marginalidad franeleada por la fábula de la inclusión. Mientras, en la práctica, se los excluye. O a lo sumo sólo se los contiene.
Por lo tanto los pobres, los morenitos, los desposeídos, nada tienen que celebrar entre los fastos del cambio.
Los excitados de hoy son también aquellos caceroleros virtuosos. Los que creen disponer del gobierno que les pertenece.
Curiosamente es más fuerte el deseo de denostar aquello que se va que exponer la bienaventuranza de lo que posiblemente viene.
Sostenido, sobre todo, por el hartazgo que produjo el que se va.
Evitar otro fracaso de la virtudEvitar otro fracaso de la virtudLa intolerancia minoritaria de los caceroleros sensibles -los precipitados de decepción fácil- amaga con convertirse en un obstáculo para la cercana estrategia del nuevo presidente. El Mauri que llega para conquistar el bronce. Para hacerle una muesca a la historia. Y gobernar para todos. En especial -nunca olvidarlo- para los que menos tienen.
Los que hoy desaparecen transitoriamente de la pantalla del festejo. Son muchísimos, y sin embargo esperan.
Evitar otro fracaso de la virtudCarolina Mantegari
para JorgeAsisDigital.com
permitida la reproducción sin citar la fuente.
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El macricaputismo auspicioso

Consagración del Primer Premier y de la figura del Co-Presidente.

El macricaputismo auspicioso
El macricaputismo auspiciosoescribe Oberdán Rocamora Redactor Estrella, especial para JorgeAsísDigitalAl apartarse de las banalidades hegemónicas aún se puede tomar con rigor el macricaputismo auspicioso. Si se prescinde, sobre todo, de las filosóficas disidencias protocolares. Frívolas derivaciones del “traspaso del mando”. Tonterías que incluyeron hasta “violencias de género”. Tratadas con admirable gratuidad en los canales de noticias, donde sobran los minutos, y los nutridos analfabetos funcionales pueden emitir previsibles puntos de vista. Se los puede tomar con alguna seriedad si es que se pone “debajo de un paraguas” (fórmula de la diplomacia) la inquietante ligereza formal. Entonces pueden apreciarse mejor ciertas cuestiones de fondo. Características de la nueva estructura de poder, que merecerá críticas más profundas en 120 días. Pasado el vigente periodo de gracia.

El Premier Peña

En principio, debe destacarse que por primera vez, después de 21 años, en Argentina habrá un Primer Ministro. Como se lo dispuso, en vano, durante la Convención Constituyente de 1994. El macricaputismo auspiciosoUn Premier, aquí piadosamente descendido, por la sobreactuación del presidencialismo, a la categoría ornamental de Jefe de Gabinete. En la práctica, hasta aquí, ese Jefe es poco más que un vocero matinal. Que a lo sumo se dirige, de vez en cuando, al Congreso, a brindar las explicaciones, siempre evasivas. Trámite aburrido que todos quieren que se termine rápido. Pero con el advenimiento del presidente Mauricio Macri, El Arrendatario, va a ser -por lo que trasciende- distinto. Ya que Marcos Peña, El Pibe de Oro, va a cumplir aquel sueño fallido de Milton Capitanich, El Montenegrino Denso. Para elevarse como Premier de verdad. Tal como Ernesto Sanz, Eterna Esperanza Blanca, aspiraba también a serlo. Pero hoy Sanz prefiere disfrutar de su familia. Traducido: lo vacunaron. Peña no va a dedicarse sólo a la virtual “jefatura administrativa” del gobierno. Competencia que se le reserva en el inciso 1 del artículo 100 de la Constitución. De acuerdo al relevamiento de Oximoron, en adelante Peña también pondrá en práctica activa el inciso IV del artículo idem. Es el que autoriza al Presidente “a delegar las funciones”. Justamente lo que Capitanich ambicionaba recibir. Pero con el pretexto de la crisis policial en Córdoba se le interpuso Carlos Zannini, El Cenador. Para convertirlo, al pobre Capitanich, en el boletinero matinal. Símbolo del último fracaso peronista en el intento de desembarcar, para copar, el gobierno en declive de La Doctora.

Ministritos

En cambio El Pibe de Oro, como Premier, estará en condiciones de auditar de cerca, y cotidianamente, el ejercicio de la economía. Una faena sustancial que hoy se presenta fragmentada en seis ministerios. En una sincronizada devaluación estructural que mantiene a Alfonso Prat Gay, El Amalito, como el mini ministro más importante. Al dividir Economía en parcelas, Mauricio demuestra que no quiere saber nada con tener un superministro. Prefiere ministritos. El macricaputismo auspiciosoNinguna remake que evoque al enciclopédico Domingo Cavallo, El Corralero, que ocupaba -solo- lo que hoy son por lo menos ocho ministerios. Tampoco, por su noción del “trabajo en equipo”, Mauricio se banca ningún epígono de Roberto Lavagna, La Esfinge. Y ni siquiera la oralidad febril de un Axel Kicillof, El Gótico. No hay espacio, en este flamante team, para ningún otro Riquelme que le haga el Topo Gigio. O el jactancioso Bianchi. O menos el equivalente de un Maradona que lo apodaba “el cartonero Báez”. La única estrella, aparte de Mauricio, es el incondicional. Casi un dibujo. Peña. El que Mauricio prepara sigilosamente para su sucesión. Lo ubica en el mismo nivel en que se ubica sola, por propia gravitación, la señora María Eugenia Vidal, La Chica de Girondo. Fue la Gobernadora la que posibilitó, con su triunfo en La Provincia Inviable, que Mauricio hoy se comporte como un estadista ansioso que despierta admiración universal. Aunque se deslice en perdonables desequilibrios. Y quede como lo que en el fondo no es. Un maltratador. Al contrario, como dice Laura Alonso, la Desperdiciada, “es un hombre de bien”. No puede comparárselo con Larroque, El Cuervo Malo. Para auditar las multiplicadas franquicias de Economía, el Premier Peña se encuentra respaldado por la presencia de Lopetegui, El Humillador de Aerolíneas. El macricaputismo auspiciosoEs otro CEO (de LAN) pero ideal, que cumple con el requisito básico de los nuevos Gerentes PRO. Con el agregado de la experiencia política, ya que El Humillador fue ministro del Mejor Cuadro del Felipismo. Solá.

La Dama de Mundo

Pero además, al Premier Peña se le pueden “delegar las funciones” que aluden a “la política exterior”. Para colmo, Peña se cree también académicamente capacitado para la especialidad. Por lo tanto con Mauricio buscaron -y encontraron- una Canciller a medida. A la carta. La señora Susana Malcorra, La Dama de Mundo, mantiene las conexiones internacionales de cualquier funcionario de organismo multilateral. La Dama se encuentra en la proximidad de la tranquilizadora jubilación, y también tiene el conveniente pasado gerencial en empresas presentables, como corresponde a una ostensible Gerente PRO. Después de trece años de ausencia, sin siquiera disponer de un bulín de un ambiente, con una hija en un país y un marido en otro, La Dama de Mundo tiene que establecer algún lazo vital con Buenos Aires. Dejar el hotel de la curva de Arroyo. Y sobre todo hacer un curso aceleradamente básico del manejo de la cancillería devastada. Pero hoy, repentinamente, Malcorra es descubierta como una mujer genial. Mantiene el mérito de ser casi una desconocida y es aún más beneficioso. Todos los Buscapinas dicen que la conocen desde Telecom. El macricaputismo auspiciosoMalcorra fue recomendada, según nuestras fuentes, por la ensayista Virginia Gamba, especialista en la utopía de Malvinas. Con La Dama de Mundo le será más fácil a Peña auditar también de cerca todo lo maravilloso que les puede ocurrir. Por las ganas que sobran en el mundo. Deseos de que Argentina recupere algún atisbo -siquiera- de sensatez. Objetivo que los eficientes gerentes podrán lograrlo.

El Co-Presidente y La Troupe

Significa confirmar que el macricaputismo, en su abordaje al poder real, tiene expectativas auspiciosas. Impulsado por “el viento de cola de la algarabía”. Por el alivio que produce la certeza de saber que el tiempo de La Doctora se terminó. Aunque ella, con su infinita habilidad, aún se ingenia para enredarlos, y les marca la agenda hasta el último día. Al extremo de generar, con el traspaso, un ejemplar grotesco. Acompañada, en exclusiva, por Mauricio. El macricaputismo auspiciosoDe todos modos, el mecanismo del poder macricaputista mantiene en la cumbre la misma mesa ratona. Con espacio, tan solo, para los dos amigos, socios de siempre. Mauricio, el Presidente real, es el que se preocupa por los atributos y debe poner el rostro y el cuerpo. Y Nicolás Caputo, el Co-Presidente Misterioso, siempre con facturas y en la sombra. Un par -El Co-Presidente Caputo- que se mantiene, para Oximoron, en el mismo nivel que el Presidente Mauricio. Sobre todo para la toma de decisiones. Y más allá de los lineamientos que surgen de la mesa ratona, después de los “amigos de la vida” viene el máximo gerente, Marcos Peña. Responsable, a su vez, de todas las subdivisiones gerenciales, a los efectos de encarar la aplicación de la nueva política, con el motor inspirador de Jaime Durán Barba, El Equeco, Avelluto, El Teórico Destapado, y Carlos Grosso, El Lúcido, cada día más idem. Y en el mismo nivel de Peña, por “prepotencia de trabajo”, como decía Arlt, emerge Vidal. El macricaputismo auspiciosoEntre ambos -Peña y Vidal- dejaron relegados, más acá de la banquina, a Horacio Rodríguez Larreta, El Geniol. A la señora Gabriela Michetti, La Novicia Rebelde, y al ascendente Emilio Monzó, El Diseñador. Más allá, asoma el complemento gerencial de la troupe. Oberdán Rocamora para JorgeAsisDigital.com
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Del gobierno border al gobierno light

La transición entre La Doctora y Mauricio.

Del gobierno border al gobierno lightTío Plinio querido,
De un gobierno “border”, como el de La Doctora, se pasa abruptamente a un gobierno “light”, con pretensiones de normalidad. Como el de Mauricio, El Ángel Exterminador.
En los últimos doce años, entre Néstor, El Furia, y La Doctora, mantuvieron entretenida a la sociedad. Con la congoja en la garganta. A través de una sucesión inagotable de situaciones límite, todas fronterizas. Con las tensiones que siempre bordearon el drama existencial.
Acuérdese, por ejemplo, del lío con Uruguay por las pasteras. De aquel patriótico Corsódromo de Gualeguaychú, repleto de gobernadores arrastrados. Y con Blumberg incluido (tenga presente también aquellas conmovedoras velas que complementaban los discursos del olvidado Blumberg).
O acuérdese, tío Plinio querido, de aquellas impresionantes concentraciones populares, cuando transcurrió el lío del campo.
Del gobierno border al gobierno lightDe la tarde en que, entre aplausos y papelitos, El Furia abrazó a La Doctora en un final y le dijo “te amo”.
Hasta derivar en la caída, el “no positivo”.
O evoque brevemente la guerra perdida con Clarín. El Grupo amigo que tanto ayudó para conquistar la hegemonía, transformado, de repente, en el enemigo que les iba, en el fondo, a ganar.
Evoque la frontera clavada en aquel 7 de diciembre. Cuando no pasó absolutamente nada.
Los altibajos cinematográficos del kirchnerismo siempre, tío Plinio querido, emocionaron. Las caídas entendidas como vísperas de recuperaciones. Por el campo, por Clarín, por los Buitres, por el Uruguay. O por perder las legislativas con De Narváez, El Caudillo Popular. Para ellos apenas un Supermercadista Colombiano.

Días de camisón

Sin ir más lejos, tío Plinio querido, acuérdese del dolor con que La Doctora recibió la coronación del enemigo Bergoglio, “habemus Papa”. Cuando la pobre notificó la terrible novedad en Tecnópolis, ante los militantes dispuestos a abuchear al cura. Para ser el Papa Francisco, en menos de un mes, el conductor de La Doctora (cliquear).
Durante el kirchnerismo todo fue, tío Plinio querido, implacablemente intenso. Con graves tendencias hacia la espectacularidad. Con el suspenso memorable de cualquier miniserie indigna de Netflix.
Con el kirchnerismo transcurrió, como si fuera un film de aventuras, hasta la invariable decadencia.
Del gobierno border al gobierno lightCon situaciones terminales. Con la sensibilidad colectiva que depara la conmoción de la muerte.
Acuérdese de aquella mañana del 2010. De la ceremonia en La Rosada. Con los muchachos emocionados que desfilaban ante la viuda, que se mostraba entera.
O recuerde las operaciones equivocadas que transformaron al inspirado doctor Castro en best seller.
Con aquellos días post operatorios del camisón, que inspiraron un cuento de su sobrino, que por suerte nunca va a publicar. La madre, la hermana, la hija y La Doctora que se reponía, las cuatro en camisón. Cuando sólo Máximo podía entrar a visitarlas. Y -a veces- El Wado.

Extrañar

Al kirchnerismo border, en definitiva, tío Plinio querido, se lo va a extrañar.
Hasta La Otilia, siempre fatal, que se enfurecía en cuanto escuchaba la voz de La Doctora por cadena nacional.
Con el enigma generacional de La Cámpora, que se nos metía en todas partes.
Y hasta se van a extrañar las sinuosas relaciones de castigo y acercamiento entre La Doctora y Scioli. Situaciones ideales para un drama de Cossa, o de Gorostiza.Del gobierno border al gobierno light Derivaron en la hilarante consagración de Mauricio, fortalecido por la auditoría moral de la señora Carrió, La Demoledora.
Consta que lo más grave, tío Plinio querido, para un gobierno border, es ser sucedido por un gobierno light (leer “El encanto de lo light”, cliquear).
Porque los desbordes, los desaguisados enloquecidos, las demencias presupuestarias, al fin y al cabo deben ser resueltos por los traficantes pudorosos de la virtud.
Por los transparentes transitorios que no tienen nada que ver con el aburrimiento.
Una arquitectura mental border, transgresora, que danzó como Ava Gardner entre las negras coloridas de Angola, iba a ser estéticamente doblegada por los pasitos simplones de Mauricio.
Un light que oculta, entre nosotros, su fría perversidad. Entre los globos y la euforia de gente como uno. Donde no aparece un negrito ni siquiera para disimular.

El Chancho entre las Serpientes

Dígale a tía Edelma que Mauricio es un Chancho de Tierra que perfora las fuertes categorías de la astrología (Medea dice que tal vez anotaron su nacimiento, en Tandil, meses después de ocurrido).
Del gobierno border al gobierno lightPorque Mauricio es el único Chancho que se rodea de tantas Serpientes. Y lo que es más raro aún: las domina.
Estos son datos confidenciales que la señora Ludovica no suele contar en sus libros. Pero que tía Edelma, y La fatal Otilia, deben conocerlos.
La Serpiente es antagónica del Chancho. Pero ocurre que el Chancho Mauricio está íntimamente rodeado de tres colosales Serpientes de Madera.
La señora Gabriela Michetti, La Novicia Rebelde. Horacio Rodríguez Larreta, El Geniol. Y Emilio Monzó, El Diseñador. Son tres víboras hábiles de 1965.
Ocurre también que hoy Mauricio mantiene muy cerca a otra Serpiente. Es de Fuego. Marquitos Peña, El Pibe de Oro.
Dígale a tía Edelma que, entre el Chancho y la Serpiente, en cualquier momento salta la contenida rivalidad. Es natural. Cuestión de tiempo.
Como le saltó a Mauricio la rivalidad con La Doctora, que es la Serpiente más ejemplar,Del gobierno border al gobierno lightsigilosamente sensible, calculadora, que nada deja librado a la improvisación. Una Serpiente de Agua.
Y aquí tal vez Mauricio debe acertar en el trato. Y acaso utilizar con la Serpiente algunas maneras más seductoras, con menos arrebatos pasionales.
Debe tener presente Mauricio que dirime -ante todo- con una dama.
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Pasar el diciembre hostil

Sólo cinco provincias tienen los fondos para sueldos y aguinaldos.

Pasar el diciembre hostilsobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Introducción
Entre sobreactuaciones

La transición -desde La Doctora hacia Macri- transcurre entre sobreactuaciones vulgares.
Sobreactúa, por ejemplo, la señora Hebe de Bonafini, con su obcecado negacionismo. O la misma Doctora, con la ostensible pretensión de posicionarse como jefa opositora. O la señora Carrió, cuando le envía gratuitas advertencias a Macri desde la mesa de la señora Legrand.
“Córrase, Angelici”.
Cierra el arco de la sobreactuación el nutrido periodismo militante de índole privada. Con la distribución generosamente cotidiana de flores multicolores para Mauricio, el presidente electo. Con las celebraciones prematuramente pegajosas hacia Marcos Peña. Calificado como el “cerebro” de Cambiemos.
Entre las sobreactuaciones antagónicas, el Portal prefiere cumplir con el pautado periodo de gracia.
120 días sin establecer sesgos críticos sobre los esbozos del próximo gobierno. Sin impugnar sus lineamientos ni designaciones.
Pero antes de alcanzar el fronterizo 10 de abril de 2016 debe atenderse el inmediato diciembre de 2015. Por las hostilidades que suelen presentarse en diciembre. Sobre todo en Buenos Aires, la Provincia Inviable, motivadora del informe.
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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El mérito de la contención

Dos tesis clásicas que moviliza el Portal.
1.- El kirchnerismo instaló una Revolución Imaginaria.
2.- La marginalidad está peor que en 2001 (cliquear).
Pasar el diciembre hostilPrimero, el kirchnerismo identificó revolución con contención. Un mérito. Con la Revolución Imaginaria se excitó socialmente al desposeído. Con la creencia que el gobierno le pertenecía y lo representaba. Lo “incluía”, según su relato.
Cuando sólo le hacía, en realidad, mantenimiento.
“Después del 10 habrá problemas en la provincia”, asegura la Garganta.
El deseo lícito de partir, de aquel que se encuentra más allá de la raya y siente que tiene el verano cubierto, se mezcla con la desesperación del que está más aquí de la raya. Y ni tiene cubierto, siquiera, el festejo de la navidad.
Con la espesura del calor, con la carencia creciente de energía, se tensa la cuerda ansiosa de la necesidad.
Es cuando las preocupaciones preventivas deben situarse en el primer plano.
“En diciembre te miden. Policías, gremialistas, dirigentes sociales, te miden”, continúa la Garganta. “Sobre todo si sos virgen en esto. Nuevito”.
Se impone entonces contener a los sectores menos acomodados de la Provincia Inviable. Evitar los desmanes que sigilosamente siempre se anuncian, así sea para extorsionar. De producirse, se propagan con facilidad hacia otros territorios.
Ocurre que vastos sectores del suburbio son verdaderos polvorines contenidos a fuerza de subsidios.
En “La trampa de la dependencia económica”, invalorable documento elaborado por los académicos Marcos Hilding Ohlon, Axel Jorgensen y Agustín Etchebarne, se lee:
Pasar el diciembre hostil“Los planes llamados de ‘inclusión social’ no han logrado su objetivo; por la sencilla razón de que, año tras año, ha ido creciendo la cantidad de gente que los percibe”.
Se constata que en la provincia funcionan “110 programas distintos, 58 a nivel Nacional y 52 a nivel Provincial, con más de 22 millones de beneficiarios (una persona puede ser beneficiario de varios planes)”.
Significa confirmar que, con la proliferación de planes sociales, se alcanzó apenas el inapelable mérito de la contención.
La inclusión se limitó a dilatar. Estirar el mantenimiento de la realidad definitivamente hostil. ¿Inmodificable?
Al no crearse los puestos ilusorios de trabajo, la ayuda ocasional se transforma en tributo permanente. Sostenido, por supuesto, por las arcas del gorro frigio.

El Yogurt

Federico Salvai, el hombre clave del próximo gobierno de la señora María Eugenia Vidal, se impresiona, según nuestras fuentes, por las primeras nociones de provincianismo real que recibe.
Los interlocutores lo prueban. Lo miden.
Tal vez fue un acierto de Vidal designar al Potro Ritondo como ministro de Seguridad. Es el área precisamente más sensible, que le hizo perder la provincia al peronismo.
Para Oximoron, tal vez hasta acertó Ritondo al reconocer, con el conocimiento de Vidal, el empeño de Granados, su antecesor, el mini-gobernador de Ezeiza.
Y tal vez Ritondo hasta acertó al mantener, con relativa transitoriedad, al Comisario General Hugo Matzkin, al frente del ejército de La Bonaerense.
Pasar el diciembre hostil“Yo soy como el yogurt, ministro”, cuentan que le dijo el Matzkin más astuto al ministro Ritondo, mientras lo dormía.
“Tengo fecha de vencimiento, despreocúpese”.
Con el cuento del lanzado Operativo Sol, lo aconsejable era no innovar. Ya que a la Costa Atlántica se traslada, también, la delincuencia.
En vez de Cambiemos, lo mejor es “dejar todo como está”.
A ver si brota, de pronto, entre el sosiego del sol, algún crimen. Asaltos seriales. Derivaciones malignas de las pastillitas.
Y de aquí hasta marzo Ritondo, Salvai y Vidal pueden escoger un reemplazante de Matzkin. Para el ejército popular de La Bonaerense. 95 mil efectivos.
O tal vez decidir la permanencia -si hace buena letra- del Yogurt.

Sequedades

Con ánimo colaboracionista, Oximoron resume el informe escueto sobre las diversas problemáticas que el vidalismo, de inmediato, debe atender. Para resolver. A los efectos de atravesar el diciembre siempre hostil.
1.-. Se impone conseguir los fondos para abonar los sueldos y aguinaldos de los miles de asalariados adheridos a la provincia.
Pero la sequedad actual dista de ser una característica exclusiva de La Provincia Inviable.
Según Oximoron, sólo son cinco las provincias que tienen asegurados los fondos para continuar al día. La Pampa, Formosa, Santiago del Estero, San Luis y Santa Fe.
El resto de las provincias atraviesan idéntica sequedad.
2.- Prevenir los invariables reclamos sociales que llegan en cadena. Evitar las aglomeraciones, los eventuales saqueos.
Pasar el diciembre hostilSe impone convocar, desde ya, a los representantes de los colectivos que tienen que ver con el ejercicio del padecimiento. Un universo donde se mezclan dirigentes legítimos con Buscapinas memorables. Para sentarse y negociar, en nombre del orden, lo que se pueda. Conscientes que debe aplacarse la extorsiva voracidad por los supermercados. La peor de las imágenes.
Para colmo, en este diciembre hostil ya ni siquiera se puede contar con los 75 mil pollos que aportaba Cresta Roja. La empresa en problemas de los Rasic, hoy objeto de cortes intemporales. Con el riesgo de elevar la desocupación.
Ya resuelto el Operativo Sol, con la permanencia de Yogurt y sus “buenos muchachos”, Oximoron recomienda atender especialmente la navidad de los presos. Son, en la provincia, 34 mil. Los presos bonaerenses están habituados a la choriceada tradicional. A la algarabía de los shows de cumbias. A la entrega de bolsos con comida. Y sobre todo a la más permisiva visita íntima.
No sería lo más conveniente que los “candados” se pongan demasiado estrictos en la materia.
Carolina Mantegari
Consultora Oximoron/Redacción final
para JorgeAsisDigital.com
permitida la reproducción sin citar la fuente.
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