lunes, 24 de septiembre de 2012

El mono y los aplicadores



LA FRONTERA DEL 7-D (II): La Cámpora se encarga de avanzar sobre Clarín.
El mono y los aplicadores



escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
“Olvidate, Oberdan, lo que se viene después del 7 es sólo el 8 de diciembre. Día ideal para tomar la comunión. Angelicalmente”.
“A desinvertir, a desinvertir” (cliquear)
Camperas negras, letras azules. Con la inscripción “AFSCA” (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual).
Es el uniforme de los doscientos militantes, la mitad de ellos contratados.
Pertenecen a La (Agencia de Colocaciones) Cámpora.
La tropa es vertical. Adiestrada, ideológicamente, en las oficinas de Viamonte, entre Suipacha y Esmeralda. Es donde funciona el enigmático Consejo Desinversor.
A la vuelta de la sede central, en Suipacha.
Los jóvenes son especialmente entrenados para perforar, el fronterizo 7 de diciembre, las selectivas dependencias del Grupo Clarín.
Las penetraciones compulsivas, que hoy se planifican, signan la tensión narrativa del relato. El próximo desembarco en Normandía.

Los Aplicadores

El AFSCA, ex CONFER, es la Autoridad de Aplicación. “Su función principal es aplicar, interpretar y hacer cumplir la nueva ley, la 26.522″ (tomado de su web).
Pero el AFSCA no se encuentra, según nuestras fuentes, en condiciones materiales de aplicar un miserable calmante.
Con la designación de Martín Sabbatella, El Psicobolche II -emblema del frepasismo tardío, y líder del poderoso Nuevo Encuentro-, como primer atributo de su gestión, el AFSCA va a abandonar su conducción bicéfala.
Era la Nada, pero con dos cabezas.
Como cuando estaba a cargo del aplicador Santiago Aragón, un peronista cultural, de Lomas de Zamora.
Hasta la noche espesa del 13-S. Cuando Nuestra César regresó, algo “sacada”, desde San Juan. A las maldiciones limpias. Espantada por el inmerecido desaire de la sociedad, que se movilizaba en su contra.
Sólo pudo contenerla, según nuestras fuentes, La Dorys. Es la solidaria amiga de las buenas noticias y los mejores números. Entonces La Dorys sabiamente le aconsejó:
“Es un problema epistemológico, no hagas ni digas nada, Cristina. Si tratás el problema epistemológico, le proporcionás entidad”.
El mono y los aplicadoresNuestra César culpaba, a la bartola, de la súbita desventura, a Clarín. Le había producido otro tajo a la megalomanía.
La culpa era también del AFSCA. En tanto tiempo, “no había hecho un c…”.
En la plenitud del berrinche, le ordenó al Abalito:
“Echalo al p…ese que está ahí”.
El “p… ese”, el renunciado, Aragón, El Aplicador, respondía a la jefatura virtual de Gabriel Mariotto, el pesado Calabró de Lavallol.
Para ponerlo al frente del AFSCA, Mariotto lo obligó, a Aragón, a renunciar a su diputación.
Dos cabezas porque, para calmar la sed de La Agencia de Colocaciones, Nuestra César decretó que la totalidad de las decisiones contaran con la aprobación, y la firma, del número dos. Ignacio Saavedra, El Otro Aplicador, de la Agencia copadora y eficaz.
Aparte de dividir la potencia moral de los aplicadores, la inmediata rivalidad, entre Aragón y Saavedra, paralizó el organismo aplicador.
El accionar de la Autoridad de Aplicación era equiparable, en efecto, a la pasión popularmente erótica del Mono.
Significa confirmar que el AFSCA se hacía la del Mono.
Justamente en el momento en que Nuestra César, extasiada por las monerías de su relato, planificaba el desembarco dramático en Normandía. A los efectos de generar entusiasmo, sobre el significado del 7-D, entre los esclarecidos asalariados de la Televisión Pública, los fervorosos medialuneros de Telam y los periodistas románticos del Grupo Szpolsky-Garfunkel Madanes.

Por una cabeza

El mono y los aplicadoresPero el AFSCA, con Sabbatella al frente, El Psicobolche II (continuador de Filmus, El Psicobolche I), vuelve a tener, con seguridad, una sola cabeza.
Porque Sabbatella no está, según nuestras fuentes, muy dispuesto a compartir el cartel. Ni la firma. Y menos con Saavedra.
Escoba nueva, los primeros días, suele barrer con legitimidad.
Aunque Saavedra mantenga el respaldo invariable de la Agencia de Colocaciones. Y sea hoy quien maneje, en nombre de La Cámpora, y junto a su socio, el documentalista Fernando Pérez, el descuartizamiento desinversor del Grupo Clarín.
En el fondo, a Saavedra y Pérez -gerentes fundamentales de la Consultora Tiempo Beta y funcionarios simultáneos del estado aplicador-, dos solventes para la irregularidad, les convenía más pelearse eternamente con Aragón. A tener que reportarse a Sabbatella, el paradigma del frepasismo tardío que se apoderó del gobierno (a la deriva). Para resentimiento, aún simulado, de los peronistas, que aguardan con un nutrido talonario de facturas, para presentar en la primera de cambio. Pronto.
Para colmo Saavedra, El Otro Aplicador, con Sabbatella, arrastra litigios pre-existentes. Los que no pueden ser atribuidos, infortunadamente, a la perversidad totalizadora de Clarín.
Son cuestiones vinculadas, más bien, a la política territorial.
De todos modos, como si fuera el principal caballito de batalla, Sabbatella va a montarse en el sabroso tema de las multas a Clarín.
Las “infracciones a la Ley de Medios”.
Sirvieron para distraer el tiempo muerto de los aplicadores Aragón y Saavedra. Infracciones que El Psicobolche II, el Aplicador que emerge, va a capitalizar. Con el severo rostro de guapo de Morón.
“Clarín debe, en infracciones, mil millones de pesos”, confirma la Garganta.

Final con el Mono

El mono y los aplicadoresSi quieren avanzar en el descuartizamiento de Clarín, Sabbatella y Saavedra están condenados a superar las diferencias y convivir.
La Cámpora tiene “los fierros”. Cuenta con el apoyo moral del “coronel” Berni. Y sobre todo las camperas negras, con letras azules.
Para uniformar a los 200 militantes disciplinados que el 7 de diciembre, en el mejor de los casos, van a imitar la acción del Mono.
Como si se tratara del homenaje colectivamente conmovedor al máximo mártir, exclusivo y único, de la organización.
Oberdán Rocamorapara JorgeAsisDigital.com
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jueves, 20 de septiembre de 2012

UN SCIOLI RODEADO


Después del 13-S, con la reelección en la lona.
Un Scioli rodeadoescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
“Una de dos, Scioli es el candidato a Presidente, o es otro Ruckauf” -confirma la Garganta.
“Es mandíbula o bocado”, agrega.
Aunque lo nieguen, la re-reelección está en la lona. Es la causa perdida.
Primera consecuencia inapelable de la llamada -con infinito rencor- Marcha del Odio.
Conste que no se trata de ningún renunciamiento. “Porque se renuncia a algo que se tiene”.
Y el alucinante proyecto de permanencia de Nuestra César fue menos que una intención. Que ella, cabe consignarlo, nunca avaló. Sólo dejó hacer y -sobre todo- decir.
La instalación menemista de la re re resultó útil para mantener atornillada, a su alrededor, la centralidad. Que tampoco perdió. Pero hoy tiene el plazo fijo del vencimiento. 2015.

Panes de leche

Cristina, Nuestra César, la samurai 2, suspende transitoriamente la ofensiva sobre Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol, samurai 1.
Cede el acoso por los reclamos del “empresario” Wasserman.
Se lo aprieta menos por lograr la cabeza del ministro Casal (Horacio, del Movimiento Todos por Horacio, y Nilda, ex Dilma, mantienen problemas peores con el interventor Berni).
Se levanta el pié de la presión extorsiva por determinado crimen espantosamente célebre.
Un Scioli rodeadoHasta Gabriel Mariotto, el pesado Calabró de Llavallol, se convierte, de pronto, para Aire y Sol, en otro pan de leche. Blandito. Digerible sin mayor esfuerzo.
Sobre todo después de la ostensible desautorización que padeció en el AFSCA, ex CONFER, la “autoridad de aplicación” (de castigos a Clarín). Cuando ni siquiera amagó con defender a Santiago Aragón, el despedido. Humillantemente suplido por el frepasista Martín Sabbatella. En la noche del 13-S, cuando Nuestra César volvió “sacada” de San Juan. Y culpaba, con vocablos vulgares de ocasión, siempre, según nuestras fuentes, a Clarín.
Para dar el ejemplo, Mariotto oportunamente lo obligó a renunciar a Aragón -un pan de leche- a la banca de diputado nacional. Para incendiarlo en el AFSCA. Acosado por Ignacio Saavedra, de la temible Agencia de Colocaciones.
Perspicaz, como buen izquierdista, Sabbatella, en cambio, no renuncia a la suya. Pide licencia. Se cubre.
Hoy Mariotto parece tener, en la sustancial consideración de La Cámpora, más problemas que Scioli.
Sobre todo cuando trasciende que la instrucción ya no consiste en masacrarlo a Scioli.
La batalla por la sobrevivencia, Aire y Sol la ganó. Incluso, hasta le marcó la cancha a Nuestra César. Ella debió soportar que le instalara, en el plano alto, la posibilidad de ser reelecta.
La cuestión que con “fe y esperanzas”, siempre “para adelante”, Aire y Sol le adelantó los tiempos.

La Scioli-dependencia

Un Scioli rodeadoLa línea de hoy consiste en rodearlo.
“La receta es un Scioli rodeado”, confirma otra Garganta. Controlado.
Sin otra alternativa, los frepasistas tardíos de Unidos y Organizados, los que “iban por todo”, tienen invariablemente que rebobinar y cuidarlo.
Erigirse, hasta que crezca algún pasto improbable, en Scioli-dependientes. Panes de leche.
Por lo tanto, para tener alguna esperanza de permanencia, deberían entornar a Scioli.
Para diseñar un Aire y Sol efectivamente acompañado por La (Agencia de Colocaciones) Cámpora. Por la parafernalia de Kolina. Con el folklore pintoresquista de panes de leche. En la repostería que se extiende desde Máximo, o la Tía Alicia, hasta D Elía, Pérsico y El Chino (Navarro, no Zannini).Un Scioli rodeado

El Lázaro Costa del peronismo

Significa confirmar que Scioli vuelve a ser un cuadro “del modelo”. Que lo es desde 2003. A pesar del asedio, y de las descalificaciones, Aire y Sol tuvo, otra vez, suerte.
Trátase de la misteriosa estrella protectora que lo indujo a consagrarse como el Lázaro Costa del peronismo.
Porque Aire y Sol pudo cerrar los ojitos políticos, hasta aquí, de la totalidad de sus jefes. A los que acompañó lealmente hasta el final.
Desde Carlos Menem, El Maestro de Nuestra César, su inventor, que lo hizo diputado.
Adolfo Rodríguez Saa, del Estado Libre Asociado de San Luis, que lo hizo ministro.
Eduardo Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas) que lo mantuvo.
O El Furia, que aceptó de vice, cuando el pobre debía elegir entre Daniel y Tito Lusiardo, alias Juanjo Álvarez. Optó, razonablemente, por Daniel. Al que después de una “temporada en el infierno” lo supo reinventar como gobernador.
Un Scioli rodeadoTrátase de la moda que inició Menem, primero, con Duhalde. Para insistir con Carlos Ruckauf, el espejo. Y finalmente El Furia, con Aire y Sol.
Moda que nunca podrá continuar Nuestra César con el clavel del aire de Amado Boudou, El Descuidista. Su destino está, en cambio, en el espectáculo. O en el angustioso turismo por los despachos judiciales.
Resta apenas que Aire y Sol cierre los ojitos pendientes de Cristina. Le faltan, en el mejor de los casos, tres años.

Final con recitales

Se lo ve tranquilo a Aire y Sol. Con sus circunspectos trajes azules, camisas blancas, corbatas trilladas, celestes.
Vuelve a emocionarse con su pasión. La redituable gestación de recitales. Incentivados, ahora, por la onda ecológica, que caprichosamente lo emparenta con Al Gore. Es un envoltorio bucólico que alcanza la excelencia profesional con Jorge Telerman, El Peladito de Badía.
Un Scioli rodeadoLos recitales arrancan, según nuestras fuentes, en Luján. Con el popular Luciano Pereira. Ecologizado con alguna conferencia rítmica de Charly Alberti.
El tema de los recitales suele ser también utilizado por Jesús.
Pero Cariglino alude a los shows sólo para diferenciarse.
“Soy muy admirador de Cacho Castaña -dice Jesús-. Pero en vez de organizarle un recital prefiero pavimentar cuatro cuadras”.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
ContinuaráManténgase conectado.
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lunes, 17 de septiembre de 2012

EL CRISTINISMO FUE


Sobre los efectos del 13-9-12 y la subestimación de la sociedad.
El cristinismo fueInforme de Consultora Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari
“Delirio cristinista. Ponerse en contra a los que pagan impuestos, y sostenerse en los que reciben auxilios”. @cayetanoasis
El cristinismo suele entenderse a través de las recuperaciones, que sucedieron a las caídas memorables.
En 2008, con la derrota del campo. Cuando Néstor, El Furia, instigó a Cristina hacia la capitulación.
“Vayámonos, Cristina, que esta sociedad no nos merece”.
En 2009, con el colapso de las elecciones “testimoniales”.
Cuando El Furia le arrojó la presidencia del Partido Justicialista a Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol (al que curiosamente nunca se registró como derrotado).
Las recuperaciones de 2008 y 2009 fueron ostensiblemente sorprendentes. Bastaron para alcanzar, en 2011, la categoría de imbatible.
Pero en 2012, desde el estallido del escándalo de Boudou, El Descuidista, el cristinismo se encargó de diseñar, otra vez, las bases de su propio eclipse.
Para ingresar en la sucesión de atropellos que derivaron en la exteriorización del 13-9-12.
La protesta masiva, multiplicadora y popular, de los sectores más activos de la sociedad sensibilizada. Emerge como el cachetazo definitorio hacia la centralidad que aún ocupa Nuestra César. Aunque extraviada en los desbordes de la arbitrariedad. Sumida en la antipática autosatisfacción. Obnubilada por la retardataria megalomanía.

Recomposición imposible

El cristinismo fueLas minimizaciones -como las sobreestimaciones- signan la magnitud del fenómeno.
El alejamiento letal, en un país vertebrado, sobre todo, por la vilipendiada “clase media”.
Avasallada, enojada, defraudada. Con unas muestras de virulencia que admiten la presencia gorila del rencor.
Casi podría asegurarse que, al contrario de 2008 y 2009, esta vez, le resultará imposible recomponerse.
Es demasiado profunda la grieta divisoria, para contemplar el inicio de alguna nueva recuperación.
Decididamente, para Oximoron, el cristinismo fue.
Significa confirmar que “Unidos y Organizados”, la expresión política que pretende imponer la continuidad, nace -si no enteramente muerto- con inocultables deficiencias de origen. Con un destino de marginalidad.
El ciclo histórico, en la práctica, concluye con el letal 13-9-12. Simbólico pero definitivo.
En adelante resta diluirse con dignidad, y de ser posible (vaya la concesión estética) con cierta elegancia.

La sociedad a la vanguardia

El cristinismo fueEn “La sociedad harta que espera” (cliquear) el Portal supo percibir, prematuramente, la existencia de la sociedad hastiada, sin representación política (el opositor, en el esquema, está de adorno).
El 13-9 la misma sociedad nos demuestra, otra vez, que se encuentra a la vanguardia.
Cinco pasos más adelante que la dirigencia política, empresaria e -incluso- mediática.
Sin necesidad de ningún líder visible, se las ingenió (la sociedad) para demoler las imposturas del cristinismo que la subestimaba.
Como la subestimó, también, en la posterior reacción intelectual. Cuando sus exponentes no podían ocultar que los habían sorprendido. Desubicado.
El acontecimiento del 13-9 se gestó a través de los voluntariosos programadores de la improvisación.
El cristinismo fueEllos supieron manejar el armamento de las redes sociales. Se convirtieron en los canales para reproducir el hartazgo colectivo.
La ausencia de liderazgos de los políticos profesionales aquí es, menos que un defecto, la característica.
En adelante, para Oximoron, los sigilosos “programadores de la improvisación” deberían aplacar la intemperancia de los ansiosos. De los precipitados que pretenden convocar a otra protesta para el 1° de octubre. Muy pronto, y perfectamente filtrable. Deberían aguardar que el gobierno mueva sus fichas. Se muestra contradictorio, con la retaguardia rota, desorientado. Debe asimilar la longitud del desaire y decidir su jugada. Probablemente emprenda el riesgo de encarar otra movilización, que podría agudizar la fatal divisoria social. Pero nunca podrá atenuarse la consecuencia principal. La colectiva saturación del 13-9.
Otro error consiste en suponer que la “clase media” -”la más favorecida”- se les puso en contra, de pronto, por la influencia nociva de Clarín. Es algo más que un disparate.
De acertar en la hipótesis, tendrían que haber evitado el divorcio con Magnetto. Haberlo mantenido adentro, sin romper, en 2008, por tonterías.
Pero la tesis es falsa. Lo que cambió no fue Clarín. Fue el universo de la comunicación. Parecieron, en un principio, haberse dado cuenta (hasta lanzaron precarios activistas para disputar el territorio informático de las redes sociales).
La sobresaturación de los medios de comunicación adictos al gobierno resultó sustancialmente más indignante -para Oximoron- que la divulgación de los medios críticos.
La infinidad de recursos propagandísticos consiguieron el objetivo exactamente contrario al buscado.
Para colmo, el abuso más irritante, que la sociedad (a la vanguardia) castigó, fue la mala praxis de la Cadena Nacional.

Los que ponen y los que sacan

El cristinismo fueOximoron marca la imposibilidad -para el cristinismo- de gobernar la Argentina, con la sociedad del 13-9 movilizada y desconforme. En contra.
Es un delirio cristinista creer que pueden ponerse en contra a los que pagan los impuestos. Tratarlos como enemigos. Y sostenerse, en cambio, con los que reciben auxilios.
Espantar a los que pagan para cortejar a los que reclaman.
En semejante dilema teórico, ni Keynes ni Marx (y menos Perón) aquí pueden brindarle consuelo, a Axel Kicillof.

Epílogo lento

El epílogo de La Revolución Imaginaria del cristinismo debe ser necesariamente lento.
Restan tres años para maquillar la historia cadavérica del declive.
Para recomponer su situación, ante la estampa de la historia -y aunque ya no pueda encararse con optimismo la definitiva recuperación-, Nuestra César debería tomar una serie de decisiones que nunca, con seguridad, va a tomar. Menos si se las detalla Oximoron.
1.- En lo inmediato, despojarse institucionalmente del clavel de Amado Boudou, El Descuidista.
El error que resultó fundamental para el retroceso irresponsable de la escudería.
Canaleta que representó el desperdicio temprano del 54 por ciento (guarismo que apenas se mantiene entre el fanatismo de los empleados que no conciben la idea del final).
El cristinismo fue2.- Confirmar la partida inexorable en 2015.
Desvirtuar las alucinaciones reformistas de los que pretenden seguir colgados, eternamente, del “Vestidito negro” (cliquear).
3.- Blanquear -ante la sociedad, de ser posible por cadena nacional-, la fortuna culturalmente africana que supo acumular el marido extinto. El “Fort Knox” (cliquear).
En prevención de las próximas Comisiones Investigadoras, que ya acumulan las precisas montañas de información. Con la aparición de los nuevos actores, aún casi desconocidos. Pero que dejarán de ser, muy pronto, extras. De reparto. Merecen los focos.
Carolina Mantegari
Redacción final de Informe Oximoroncopyright by JorgeAsisDigital.com
(permitida reproducción sin citación de fuente).
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viernes, 14 de septiembre de 2012

LAS FIGURITAS DIFICILES Y JESUS


Mientras Scioli y Massa dilatan sus tiempos, en Buenos Aires se abre la ventanilla de Cariglino.
Las figuritas difíciles y Jesússobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital
“Por esperar a Reutemann ya perdimos quince años”, confirma la Garganta. Dedicada expresamente al armado obsesivo del polo opositor.
“Ahora no podemos perdernos diez años más, para esperarlo a Scioli”.
El Líder de la Línea Aire y Sol, Daniel Scioli, samurai 1, y Sergio Massa, La Rata de Tigre, son las “figuritas difíciles” de Buenos Aires, la provincia inviable.
“Olvidate, ellos con nosotros no van a jugar”, confirma otra Garganta. También entusiasmada con ponerle el punto final al cristinismo.
El territorio numéricamente sustancial ofrece, para 2013, el escenario para “La gran batalla”. Otra vez.
En la complejidad del “conurbano”, se concentra la perspectiva de permanencia de Nuestra César.
Se perciben, como razonablemente perdidos para el oficialismo, los distritos fundamentales de Córdoba, Santa Fe, Mendoza. Y el Artificio Autónomo de la Capital.
Para Consultora Oximoron, sin el triunfo aplastante en Buenos Aires, el oficialismo contiene un futuro de anécdota. La instancia de la extinción, entre los desgajamientos internos y las Comisiones Investigadoras.
Pese a la gestación presupuestaria de la “Fuerza Nacional de Incondicionales” (cliquear), y a la doméstica temeridad que genera La (Agencia de Colocaciones) Cámpora, Nuestra César no puede permitirse la inocencia de dejar afuera a ninguna de las dos figuritas difíciles. A las que, en el fondo (y hasta en la periferia), desprecia.
Las figuritas difíciles y JesúsComo le dijo Massa a Scioli, tres meses atrás, en Villa La Ñata:
“No nos quieren, Daniel, ni a vos ni a mí, resignate”.
De todos modos, el sentimiento del desprecio no basta para expulsarlos del ámbito oficial. Scioli acompaña la patología kirchnerista desde 2003. Como vicepresidente y gobernador. Massa llegó a ser Premier, después de Alberto y antes de Aníbal.
Aparte, mantener enfrente a las “figuritas difíciles”, para Nuestra César sería no sólo un suicidio. También un error.
Aunque ambas figuras, dos celebridades que tanto se parecen, encaren, separadamente, sin escalas, hacia la presidencia. El bastón que Nuestra César no quiere soltar.

Dilema para oficialistas y resistentes

En la evaluación de Oximoron, Massa y Scioli representan, individualmente y en conjunto, un verdadero dilema para el oficialismo, que los detesta.
Pero también representan un dilema similar para los opositores internos del peronismo. Porque inmoviliza a los que optan por La Resistencia. Y pretenden armar alguna comparsa compacta. Aunque no pueden contar con las dos luminarias del distrito. Mantienen, aún, ostensibles esperanzas.
Que Scioli, por ejemplo, rompa.
Es una ilusión. Aire y Sol nunca -para Consultora Oximoron- va a romper (tampoco jamás va a renunciar).
O que Massa, sin ir más lejos, se aleje más, y decida recibirse de Jefe. A los 40 años. Para disponerse a enfrentar a quienes no lo quieren.
Pero los resistentes sospechan que Massa, al contrario, se propone representarla.
Las figuritas difíciles y Jesús“No se puede jugar con aquel que no se sabe adónde está. Ni para dónde, en el fondo, patea”, confirma otra Garganta. De “La Tercera”.
Es un dirigente sin dirigidos que los comprende a Scioli y a Massa. Y también los admira. Por incombustibles.
“Está en juego la sucesión y se encuentran en la primera fila. ¿Qué ganan con venirse ahora con nosotros?”.
Nada.
Aparte, conjetura. “Si a Cristina no se le da la reelección, que es lo más probable, no tendrán otra alternativa que recurrir a alguno de los dos”.
Es lo que legitima la pausa. El retroceso de la ofensiva sobre Scioli, que sólo sirvió para marcarle la cancha a Cristina. Y ponerlo, en adelante, en Baño María.
Los cristinistas hoy son, aunque no lo asuman, Scioli-dependientes.
Porque Scioli es el puerto que los espera. De ningún modo el enemigo.

Alicia y Gabriela

En el entrecruzamiento de los seductores, en el espinel, Nuestra César coquetea con el lanzamiento -insuficiente y furtivo- de Alicia Kirchner.
“Si en el 2009 perdieron en Buenos Aires con el Kirchner original, no se puede entusiasmar a nadie con presentarnos una fotocopia”.
Lo confirma un peronista guaso. De arrabal. De “La Primera”.
Las figuritas difíciles y JesúsMientras tanto, las huestes recatadas del macricaputismo florean, en el mismo espinel de la seducción, con Gabriela Michetti.
Es la dama que no quiere saber nada con pescar votantes por allí.
Para desventura de los macricaputistas espirituales, aún Gabriela no se encuentra convencida de cruzar, ni de lejos, el puente político que separa, artificialmente, la provincia (inviable) del Artificio Autónomo.

La ventanilla de Jesús

Los resistentes que se deciden por el enfrentamiento, se encuentran contenidos, de pronto, por la ventanilla de Jesús.
Se trata de Jesús Cariglino, que los recibe.
Las figuritas difíciles y JesúsEs el mini-gobernador de Malvinas Argentinas. El único dirigente con alguna presencia territorial que se dispone a “armar”. Y que “las pone”.
Como “las puso” cuando tuvo el arrojo de enfrentar al cristinismo en 2011. Para apoyar la causa perdida de Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas). Y logró retener, por si fuera poco, la conducción del distrito.
La osadía imperdonable de Jesús ya anticipaba los próximos castigos. Pero la rebeldía le granjeó un cierto prestigio entre los peronistas de La Resistencia, que lo valoran. Al extremo de empezar a verlo como un Jefe. Por lo tanto se asiste al desfile inagotable por Los Polvorines. Sacan turno para verlo. Asomarse en la ventanilla.
“Jesús mostró que se la banca”, invocan.
Se desgastan en reconocimientos que comparten, incluso, hasta las “figuritas difíciles”.
“Siento un gran cariño por Jesús”, suele decir Massa. “Admiro su política de Salud”.
“Jesús es un Menem sin encanto”, confirma otra Garganta, con tierna crueldad. De “La Primera”.
Lo considera a Cariglino un buen boceto. Aunque “aún le falta”. Sobre todo debe esmerarse “en trabajar” el lado mediático.
“Da mal, Jesús, sirve para quienes lo conocemos”.
Pero ocurre que Jesús tiene un nutrido capital en desconocimiento. Y desde Cafiero (1987) en adelante, los gobernadores de Buenos Aires tuvieron siempre una alta aceptación mediática.
Fue la moda de los vicepresidentes. Duhalde, 91-99. Ruckauf, 99-2001. La excepción Solá, 2001-2007. Y desde entonces, Scioli.
“No se puede gobernar Buenos Aires sin un previo conocimiento nacional”, define el experimentado. Pero sin votos. De “La Octava”.

Mariotto, el promotor de Cariglino

Por efecto comparativo, el vicegobernador Gabriel Mariotto, El Calabró de Llavallol, supo consolidar, junto a Amado Boudou, El Descuidista, la revalorización de Cleto Cobos. Ver“Cleto vuelve” (cliquear).
Las figuritas difíciles y JesúsAhora, en la precipitada torpeza de su argumentación precoz, Mariotto vuelve a destacarse. Como el inesperado promotor de Jesús.
Al responsabilizarlo, irresponsablemente, por el crimen del enfermero Navarro.
Consecuencia, según nuestras fuentes, del delito vulgar. Y al boleo. Hay presos, no dibujados.
Sin embargo Mariotto, para quedar bien con Nuestra César, decidió cargarse un adversario de raíz. Prefirió presentarlo como un asesinato político.
El juicio penal y comercial, que le espera a Mariotto, resulta menos cruel, en todo caso, que el incendio político.
El desventurado enfermero se desempeñaba en uno de los hospitales de alta complejidad que fue redituablemente inaugurado por Nuestra César. Cuando Cariglino era exhibido, casi orgullosamente, por televisión, como el ejemplo del mini-gobernador hacedor y eficaz.
Fue antes de recibirse, aceleradamente, de mafioso.
Por haberse apartado del tropel convenientemente cristinista.
Por abrir una ventanilla que atiende el día entero. Sin la protectora bolilla negra, Jesús se dispone a sumar.
Llegan entonces los resistentes que quieren mojar la medialuna. De la “Primera y Tercera”. Hay medialunas enarboladas que proceden de todas las secciones electorales de la provincia inviable. Proceden, también, del Artificio de la Capital. O se lanzan desde Córdoba, Misiones, Santa Cruz, Santa Fe.
Pero se acercan también, hacia la ventanilla de Los Polvorines, los gremialistas fastidiados. Los empresarios hartos del maltrato, que “quieren ayudar”. Como los aventureros entrañables que buscan prenderse, con lícito derecho, sin dar examen, en La Compañía de Jesús.
Carolina Mantegari
Redacción final de Informe Oximoron,
copyright by JorgeAsisDigital.com
(permitida la reproducción sin citar fuentes).
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lunes, 10 de septiembre de 2012

Hay que tenerle miedo, sí



Por chocar la calesita de la Argentina Santacrucificada.
Hay que tenerle miedo, sí


sobre informe de Consultora Oximoron,
Redacción final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital
Con un elenco ejecutivo piadosamente perdonable para una sociedad de fomento.
Con los esclarecidos asalariados que instalan que “es muy inteligente”, “un cuadro”.
Con la escuadra expresionista de aplaudidores estables. Y con la “Fuerza Nacional de Incondicionales” (cliquear), Nuestra César se las ingenia, a pesar de todo, para acaparar la iniciativa.
Para mantener, sin meritorios esfuerzos, la centralidad. Y para ejercer, en fin, el poder, en la totalidad. En la frontera, acaso, del abuso. Como corresponde.

Tarjeta roja

Brotan escasos frenos inhibitorios. Por otra parte, no trascienden.
Para Consultora Oximoron pasó extrañamente inadvertido que Ricardo Lorenzetti, el titular de la Corte Suprema de Justicia, con su discreción profesional, le colocó, a Nuestra César, en su camino, un contundente semáforo rojo. Se descuenta que el jurista aún no consiguió frenarla, definitivamente, en sus empeños.
Hay que tenerle miedo, síEn la esporádica reunión bilateral, que debiera ser frecuente, Lorenzetti le transmitió, según nuestras fuentes, que la Corte no va a convalidar ninguna confiscación que afecte a la propiedad privada.
Las Gargantas confirman que Lorenzetti suele tutear a la señora presidente. Que le dispensa cierto afecto, que es difusamente recíproco. Supo adoptar la solemnidad necesaria para decirle casi textualmente:
“Expropie, Presidenta, si le parece y puede, pero sepa que no debe meterse con las cajas de seguridad, ni con los depósitos. Porque tendrá la Corte en contra”.
La Presidente, Nuestra César, no supo -según nuestras fuentes- reaccionar con el categórico equilibrio que debiera caracterizar al estadista. En una cumbre, sobre todo, de semejante envergadura. Pero la señora atraviesa una instancia de inquietante megalomanía, que la inhabilita para admitirle semáforos rojos a nadie.
Ni siquiera, incluso, a la realidad.

La audacia del cristinismo

Para la perplejidad elaborada de Consultora Oximoron, el cristinismo no debe ser admirado -ni de lejos-, por su eficacia, ya que no existe.
Sin embargo sí se lo debe admirar, en cambio, por la audacia, que es extraordinariamente desaforada.
Contiene la desopilante capacidad de plantear la permanencia eterna del “modelo” recaudatorio, que fue implantado por su marido extinto, y que ella trata de anular, al menos atenuar cosméticamente.
Hay que tenerle miedo, síEn el colmo de la desfachatez, el “modelo” es culturalmente presentado como una “profunda” transformación revolucionaria. Inspirada en la tradicional caravana de indicadores ilusorios que suelen recitarse con desparpajo. Hasta creerlos, por repetición, reales. Y que sirven para convencer, a los miembros de la propia escuadra expresionista de aplaudidores, que con la cosmética del “modelo” que patrocinan, de “inclusión social”, combaten la desigualdad.
Otro componente que suma mayor perplejidad, y que legitima la sistemática admiración, lo representa la osadía de imponer, en la práctica, que pese al descalabro de Santa Cruz, la Argentina Santacrucificada puede ser numéricamente gobernada con el apoyo sustancial de los sectores menos aventajados de Buenos Aires, la provincia inviable. Y sin recurrir, en lo posible, a Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol. Basados en un estado de movilización que contiene el entusiasmo de las barras bravas.
Basta, por lo tanto, con la eventual benevolencia económica. O con la próxima irresponsabilidad para el reparto.
“Va a llover dinero sobre el territorio para obras”, confirma la Garganta.

Ceremonias colectivas de degradación

Pero consta que, para la ceremonia colectiva de degradar al cristinismo, hacen colas en las esquinas del Artificio Autónomo de la Capital. Es donde reside el adversario considerado ideal, Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, baluarte del macricaputismo. Lo pretenden empujar hacia la derecha, inspirados en el espejismo de identificarse con la atmósfera vaga de la izquierda.
Hay que tenerle miedo, síAbundan las colas, para degradarlos, también en Córdoba, donde siempre salen cuarto o quinto, cómodos. Donde José Manuel De la Sota, El Cordobés Profesional, amenaza con alterarle el esquema de los gobernadores rehenes, que suponen tenerlos escriturados.
En Córdoba amenazan, además, con producirle al cristinismo un fantástico aluvión de sufragios adversos. Con la convocatoria al plebiscito de consulta, por la idea alocada de la perennidad de Nuestra César.
Según los números de Oximoron, juntan nunca menos del 73 por ciento de rechazos.
Colas también en Santa Fe, donde las huestes del socialista Hermes Binner, El John Wayne de El Hombre Quieto, y de Miguel Del Sel, El Hilarante Macricaputista, amenazan con mantenerla, a Nuestra César, en el tercer plano. A pesar de las fuertes invocaciones cristinistas de Agustín Rossi, El Chivo. O de las loas estéticamente mejor estructuradas del desperdiciado Rafael Bielsa, El Pavo Real, que ya no encuentra territorios para perder.
Pese a la audacia que genera la admiración, la escuadra expresionista de aplaudidores declina también en Mendoza. Para colmo aquí crece, como si fuera una ofensa, Cleto Cobos, El No Positivo. Gracias, cabe consignarlo, a los esfuerzos conjuntos, para la auto-aniquilación, de Amado Boudou, El Descuidista, y de Gabriel Mariotto, El Calabró de Llavallol.

Final con Ágora

Desde el Ágora de la cadena nacional, Nuestra César dilata los monólogos ante los interlocutores masivamente imaginarios. Los que se precipitan, mayoritariamente, hacia el control remoto. Para expulsarla de los hogares invadidos.
En su oratoria intelectualmente signada por la “asociación libre de ideas”, ella impone, sin embargo, la monotonía de una agenda de distracción.
Hay que tenerle miedo, síLe bastó, para desorientar, con la fruslería de insinuar que hay que “tenerle un poco de miedo”. Para que los desconcentrados exponentes de la oposición, casi instintivamente, salieran en bloque, a cuestionarla. Y decirle, en raptos de valentía, que “no le tienen miedo”. En sintonía, casi patética, con los principales comentaristas que se lanzaron también a teorizar sobre el miedo ficcional, lanzado al voleo desde la impunidad aberrante de la palabra.
La “opo” -como la llaman desde el oficialismo comunicacional- se destaca como un conjunto de seres bienintencionados, pero muy tiernos. Ideales para jugar al truco.
“Entran como chorlitos”, se decía en el barrio.
Para Consultora Oximoron -pese a la asumida admiración por la audacia y la osadía-, hay, al contrario, que tenerle miedo a Nuestra César.
Porque el cristinismo, con su conducción, nos estrella.
Choca la calesita del país que aísla.
Pero es más grave aún. Es necesario, incluso, alarmarse. Un par de imposturas más, en el absurdo del relato inacabado, y la Argentina se congela. Se estanca en las proximidades del infierno.
Nuestra César sirve para medir el grado de complacencia de los sectores dominantes de la sociedad, que ya perdió los límites para el ridículo. Y para la humillación.
Trátase de la sociedad rigurosamente harta. Con un hartazgo potencialmente rebelde que no encuentra, aún, su respectiva representación política. Contiene habitantes sin identificación que se tientan, como penúltimo recurso, casi desesperadamente, con las cacerolas.
Por último, por el vacío que se promueve a su alrededor, y sobre todo enfrente, hay que tener miedo que de pronto Nuestra César, incluso, se vaya.
Para dejar a la sociedad desguarnecida. Sin nadie a quien culpar. Ni maldecir.
Carolina Mantegari
Redactora final de Informe Oximoron,
copyright by JorgeAsisDigital.com
(pero permitida la reproducción sin citar fuente)
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jueves, 6 de septiembre de 2012

La disyuntiva existencial de Nuestra César



Entre la complicidad o la entrega.
La disyuntiva existencial de Nuestra Césarescribe Serenella Cottani
Corresponsal Itinerante,
especial para JorgeAsísDigital
RIO GALLEGOS (De nuestra corresponsal itinerante, S.C).- “Ella se hacia la desentendida”, confirma la Garganta.
¿Era desentendida, Cristina, Nuestra César, de verdad?
Gran pregunta. Néstor, El Furia, colaboraba para incentivar la pasión por el desconocimiento.
Advertía: “Mirá que de esto Cristina no sabe nada, si se entera nos mata a vos y a mí”.
Distó siempre de ser tonta. Solía darse cuenta que, automáticamente, cuando irrumpía en alguna reunión del marido, se cambiaba de conversación.

El secreto colectivo

A casi dos años de la partida de El Furia, se asiste al estallido del secreto colectivo que comparten demasiados habitantes de Santa Cruz.
Que el máximo líder de la historia provincial fue, ante todo, el recaudador inagotable. Acumulador serial.
Liderar significaba también recaudar (puede modificarse el infinitivo del verbo).
Hoy Nuestra César enfrenta la disyuntiva existencial.
O lo entrega a El Furia. Para demoler imperdonablemente el mito que construye.
O asume la complicidad. Para hacerse políticamente cargo de la fortuna desconocida que se le legó.
“Olvidate, Serenella, es cómplice”, confirma otra Garganta.
La disyuntiva existencial de Nuestra CésarNuestra César llegó al Olimpo por El Furia. Pero la pobre se quedó enmarañada entre las tinieblas sospechosas de la red.
Continuar con el desentendimiento es, a esta altura, una utopía.

Paradojas

Entonces no se trata del celoso resguardo de la intimidad presidencial. Extrema sensibilidad que deriva en la denuncia de espionaje. Al acosado Gobernador Daniel Peralta, alias Campera.
La (Agencia de Colocaciones) Cámpora, a “Campera”, se lo quiere cargar.
Lo que debe evitarse es que trascienda aquello que se oculta. En vano. Porque igual se filtra.
Desde las fantasías del pueblo castigado. Con habitantes que trafican nutrida información básica. Sumatoria de confidencias.
Para entender la magnitud de la disyuntiva existencial, hay que constatar que Nuestra César es mucho más que la viuda sorprendida por la herencia millonaria. Es la Presidente (Providencial) de La Nación.
En un momento de exclusiva saturación social. La disyuntiva emerge entonces con la categoría de una situación límite.
La disyuntiva existencial de Nuestra CésarO dilapida el mito creado alrededor del marido extinto, presentado como el Eternauta.
O asume la condena de la complicidad. La complejidad del personaje que la llevó hacia la más alta representación institucional.
Si quiere superarse y trascender, Nuestra César tiene que destruir a quien le debe la legitimidad.
O sumergirse en la complicidad con aquellas maneras recaudatorias que trascienden. Y la arrastran.
Hoy paga el precio del desentendimiento. Fuera programado. O sincero. Real.
Al mejor estilo kirchnerista, ante un problema, Nuestra César, antes que la solución, busca un culpable. Lo encuentra en Peralta.
Justo cuando la disyuntiva dilata el final cantado del escándalo.
El culpable ideal, Peralta, es el gobernador de la provincia que los catapultó a los dos. La que El Furia condujo, sin escalas, hacia la gloria. Y hacia la impresionante declinación.

Admiración, afecto y temor

Los peores enemigos desparraman la información hipersensible. Relativas a la pasión acumulativa del líder. Al que, además de admirarlo y temerle, lo apreciaban.
Tres sentimientos, admiración, afecto y temor. Distan de trasladarse hacia Nuestra César. Estigmatizada por la altivez, la distancia natural. La frialdad superior que solía mirar al semejante con el desdén de una concesión.
La Heredera, La Familia, se queda con las empresas múltiples, las estancias innumerables, y con las montañas de billetes de 500 euros. Fantasiosamente apretujados en los diversos“Fort Knox” (cliquear).
La fantasía los imagina, aún, en los sótanos codiciados.
En las bóvedas de banco (Hipotecario) empotradas en sendas casonas de Gallegos o El Calafate (y últimamente en dos departamentos de Puerto Madero).
La disyuntiva existencial de Nuestra CésarEntonces no es grave que el entrañable Polo Manzanares, el contador, junto al escribano Albornoz, hijo del “compañero Albornoz”, sean fotografiados por la agencia OPI cuando entran a la casa de la calle Mascarellos (hoy en refacciones porque, para colmo, se levantan los pisos).
Es grave porque cualquier destrozado de Santa Cruz se encuentra en condiciones de sospechar que en esa reunión, el contador y el escribano deben tratar, con Nuestra César, los bienes que se ocultan. Como males. Para diseñar una arquitectura creativa. Para desfilar, decentemente, a través del dibujo de la legalidad.
Serenella Cottani
Corresponsal itinerantepara JorgeAsisDigital.com
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lunes, 3 de septiembre de 2012

El riesgo De la Sota



NUEVOS SIETE SAMURAIS (II): La Rebelión de los Gobernadores. Dilema estratégico de Nuestra César.
El riesgo De la Sota




Introducción al Informe Oximoron
sobre “El Riesgo De la Sota”, el samurai 6
Instalado el proyecto único de la permanencia, la señora Cristina, Nuestra César, la samurai 2, prefiere mantenerlo a Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol, samurai 1, en el transitorio “baño María”. E ignorarlo, oficialmente, a Hugo Moyano, El Charol, samurai 3. Para enfocar los dardos, convenientemente destructivos, hacia Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, samurai 4, el adversario preferido. Considerado el ideal, por ser, a su pesar, “de derecha”. Alucinación que le permite a Nuestra César la ficción de creer que el “modelo de crecimiento” (con “inclusión social”) que impulsa, tiene algo real que ver con la costa donde naufragó la izquierda. El progresismo.
Pero la izquierda, exactamente, es el espacio que puede disputarle Hermes Binner, El (John Wayne) Hombre Quieto, samurai 5. Hasta hoy sin mayor suerte, ya que hasta el senador Juez le apoya a Nuestra César los delirios progres que presente. Como la obscenidad de expropiar “Ciccone, la ciénaga del cristinismo” (cliquear), en pos de la causa perdida de “Blanquear a Boudou, a la cal” (cliquear también).
Según el Informe Oximoron que hoy presentamos, Binner resulta inquietante para Nuestra César sólo si se asocia a Cleto Cobos, El No Positivo, samurai 7.
(Recuérdese que Cobos desalojó, de la Tabla de Privilegio de Samuráis, a Sergio Massa, La Rata de Tigre, y Juan Manuel Urtubey, El Brummel de Salta. Dos peronistas que aún se destacan en el arte de hacerse los tontos).
Juntos, Binner y Cobos podrían compartir el vacante ensayo socialdemócrata.
Un espacio que, en la práctica, se extinguió con la divisoria pulverización de la Civilización Radical.
Sin embargo, con quien Nuestra César aún no acierta en el trato, porque la desborda, es con José Manuel De la Sota, El Cordobés Profesional, samurai 6.  Merece el Informe.
Osiris Alonso D’Amomio
Director de 
Consultora Oximoron
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El riesgo De la Sota

sobre informe de Consultora Oximoron
Redacción final Carolina Mantegari
Especial para JorgeAsísDigital
El riesgo De la SotaYa lo desbordaba, hasta la desconfianza, al extinto Néstor Kirchner, El Furia.
Aún se evoca una pelea a los insultos limpios, en el despacho presidencial.
Fue cuando El Furia pretendía desautorizar a De la Sota por haber designado a Schiaretti, “ese cavallista”, como sucesor.
Entonces Kirchner y El Cordobés Profesional se puteaban con entusiasmo. Y a los alaridos.
Hasta que, según nuestras fuentes, entró el Edecán al despacho. Pero El Furia le dijo:
“Quédese tranquilo, Jefe, con este Gallego de m… hace quince años que nos peleamos así”.

Embajadores del poder central

Para la evaluación de Oximoron, De la Sota es la representación del riesgo que le altera, a Nuestra César, el manejo de la fuerza que cree mantenerla atada.
La relación, indispensablemente dependiente, con los gobernadores morraleros.
Los que aparecen, en el imaginario, como desdibujados embajadores del poder central. Destinados al rol miserable de pagar sueldos y jubilaciones. Cortar algunas cintas. A cambio del pragmatismo que deriva en sumisión política. A la vista. Como rutinarios aplaudidores de cadena nacional.
El riesgo De la SotaEl Riesgo De la Sota emerge como un problema estratégico para Nuestra César.
Al plantarse, De la Sota le dice lo que los otros gobernadores, por rehenes, no se atreven.
Pese a su preocupante megalomanía, y a su protectora soledad vocacional, Nuestra César se encuentra lo suficientemente informada. Sabe que el rebelde, que hoy se le planta, habla frecuentemente con sus pares. Que los gobernadores le dicen, en la intimidad, lo que callan en público.
Para controlar el “riesgo De La Sota” no basta con “fogonearle” los conflictos domésticos.
Por ejemplo con el envío de los encapuchados expresionistas que se reportan -según fuentes cordobesas- al señor Parrilli, el Secretario General. Y de ningún modo se reportan, como equivocadamente se cree, al teniente coronel Berni, el interventor en el Ministerio de Seguridad.
Significa confirmar que los gobernadores distan de actuar de acuerdo a sus pensamientos.
Si se suman a la rebeldía estructural, el cristinismo enfrenta el peligro de desvanecerse. De quedar reducido a las imposturas abarcadoras de los asalariados de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora.
Es la “Fuerza nacional de Incondicionales” (cliquear) que copa la mayor parte de la administración pública que -en simultáneo- paraliza.
Nuestra César, La Reencarnación Egipcia, pretende colocarles, a los gobernadores (y hasta a los intendentes), la mayor cantidad de tropa propia. En semejante aspiración se juega, en 2013, la permanencia ilusoria del cristinismo. Y la dignidad, además, de los gobernadores. Los que ya no conforman, con el pragmático cinismo, ni siquiera a sus familiares. Que mayormente comparten, según nuestras fuentes, la evaluación.
Y lo peor es que los gobernadores también coinciden. En privado.

Social-imperialismo soviético

El riesgo De la SotaEl samurai 6 lo desubica, aparte, a Carlos Zannini, El Ñoño o El Chino.
Es el ideólogo supuestamente principal de Nuestra César (que ni puede conseguir que le habiliten los pagos a Gerardo Ferreyra, el otro cordobés revolucionario, de Electroingeniería).
Zannini es uno de los cuantiosos cordobeses que optó por el exilio interno. Trasplantado, en los 80, a la Patagonia. Y desde el 2003, gracias a El Furia, hacia Buenos Aires.
Y entre cordobeses, cuando no se entienden, se masacran.
Sobretodo cuando uno -De la Sota- es portador de la indescifrable cultura peronista.
Que es, precisamente, la cultura que pretende destruir el otro, Zannini.
El peronismo es -para El Chino- la ideología “nacionalista burguesa” que combate desde que militaba en las adyacencias pro-chinas del Partido Comunista Revolucionario. Donde se alcanzó el delirio teórico de aferrarse, tácticamente, a Isabel Perón, lo cual era razonable. Pero no para evitar el golpe de 1976. Del social-imperialismo soviético.

Celebridades

De acuerdo a la evaluación de Oximoron, De la Sota emerge como el gran obstáculo estratégico.
No es ningún celebrity.
No procede de la celebridad del deporte, como el Líder de la Línea Aire y Sol.
Ni de la estricta vida sindical, como El Charol.
Ni del ámbito empresarial, como El Niño Cincuentón.
El Cordobés Profesional procede, implacablemente, de la política. Con derrotas, triunfos, gestiones y altibajos. Capitalizado por las experiencias derivadas del oficio.
Menos célebre que Macri y que Scioli, que se desplazaron hacia Córdoba. Al menos para fotografiarse.
Y como opositor interno, se encuentra menos instalado que Moyano.

Casting del 2003

El riesgo De la Sota“Si se larga a caminar, a De la Sota va a costar pararlo”, confirma la Garganta.
Aunque una vez, en el 2002, “lo pararon”. Fue cuando Eduardo Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas), en su obsesión por evitar el retorno de Menem, lo incluyó en el casting de presidenciables. Y lo soltó por los canales de cable. Y también por distintos territorios, acompañado, en la oportunidad, de Aníbal Fernández, por entonces ”portador sano” de duhaldismo.
“Aquella vez, el Gallego no prendió”, confirma la Garganta.
Se encontraba, acaso, mal asesorado por formadores brasileños que decidieron presentarlo con excesiva prolijidad. Tan perfecto e impecable como intrascendente.
Aparte, vaya alguna concesión hacia la verdad histórica. Del casting de presidenciables, que lo incluía a Reutemann y a Felipe -el máximo cuadro del felipismo- apareció, de pronto, alguien dispuesto a “ponerla”. Los millones que hicieran falta. Néstor Kirchner.
El Furia, según nuestras fuentes, “la puso”.
Pero se llevó también la luz verde para habilitar infinitos aparatos luminosos que se tragarían todas las monedas de Palermo.
Y se llevó también, como vuelto, la presidencia. ¿Ampliaremos?

Los cordobeses no perdonan

Diez años después, como el protagonista del tango “Por la Vuelta”, De la Sota insiste. Sin gran predisposición para deambular aún por los canales.
Sabe, según nuestras fuentes, que los cordobeses le bancan que se pelee, con Nuestra César, por los problemas de Córdoba.
Pero que lo castigan si sale a pelearse sólo por su proyección política personal.
Los cordobeses (debe saberlo Nuestra César) no perdonan.
Carolina Mantegari
sobre informe de Consultora Oximoron,
copyright by JorgeAsisDigital.compero permitida la reproducción sin citación de fuente.
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