miércoles, 31 de julio de 2013

Gana Massa, benefactor de Scioli

Eclipse triste del cristinismo, sin estrategia ni información.

Gana Massa, benefactor de Sciolisobre Informe de Consultora Oximoron
Redactora Final Carolina Mantegari

1. Fondo de olla

La diferencia a favor de Sergio Massa, La Rata del Tigre, o Aire y Sol II, a esta altura es literalmente irremontable.
Para Oximoron, la contienda está terminada. Sólo falta el detalle técnico de la votación. Massa pasa por la ventanilla. Cobra.
Significa confirmar que se carga, acaso a su pesar, a La Secta reducida del cristinismo, que supo apoderarse de la Argentina, ante la culposa complacencia de la sociedad.
La Secta enfrenta su eclipse triste. Culturalmente aislada. Sin estrategia y sin información. Asiste a la pérdida letal de la iniciativa. Va al pie, en el último tramo, de las circunstancias. Con la insuficiencia escogida de Martín Insaurralde, un elemento rescatable, candidato que puso La Doctora para equipararlo a Massa. Para mostrar, en su banda, que va al pie de Massa.
Gana Massa, benefactor de ScioliA 11 días de las PASO, el Frente precipitado, con su conveniente liviandad, supera por 4 o cinco puntos al cristinismo inagotable que alcanza su techo.
Con un mínimo margen de error, el guarismo marca 36.5 a 32.4.
Merced al aporte sustancial de Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol I, el cristinismo ya agotó el ritmo febril de la remontada que se registró en las últimas dos semanas.
La recuperación sciolista lo llevó, al bueno de Insaurralde, a reducir la amplia diferencia del despegue. De 12 puntos, meritoriamente pudo descontar 8.
Pero no queda ya fondo de olla. Es técnicamente imposible rescatar en adelante más sufragios (conste que aquí se descarta la alternativa dramática del fraude).
Es más probable, incluso, que a Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, le cueste mantener los abreviados 13 puntos que le consigna el Informe.
Téngase en cuenta que se trata de un electorado triunfalista. En el tramo decisivo se prefiere recurrir al auxilio del vencedor.
Obstinado en el error de pegar a Massa con La Doctora, hoy Narváez lo arrastra (mal) a Hugo Moyano, El Charol. Y a José Manuel De la Sota, El Cordobés Profesional. Para disputar, con suerte, el tercer puesto.
El Caudillo Popular se consume en la lentitud de un virtual empate técnico con la señora Margarita Stolbizer, que se queda como una Niña Envuelta en la perversidad metodológica del peronismo.
Sin explotar, siquiera, el cansancio social que el mismo peronismo provoca.

2.- Interpretaciones cruzadas

Gana Massa, benefactor de ScioliSólo provista de una formidable desorientación estructural, La Doctora pudo haberse atrevido, un mes atrás, a atacarlo a Scioli, con patológica virulencia. Contagiosamente imitada por los subordinados que nada tienen para perder. Apenas la libertad.
Hasta determinados gobernadores del Partido (Vegetal) Justicialista se anotaron puntualmente en la táctica errónea de pretender aislarlo.
Scioli necesitaba la “respiración artificial” que brinda la novela de Ricardo Piglia.
En la plana mayor de La Secta se suponía, hasta último momento, que Massa no iba a atreverse a desafiar a La Doctora. Abundaban los falsos influyentes, no precisamente desinteresados, que la entusiasmaban.
Sin embargo Massa dejó de dar las tradicionales vueltas a la rotonda para armarle el impertinente planteo territorial. De haber previsto que su ex Premier (Massa) iba a lanzarse, lo menos aconsejable era operar en contra de Scioli. Ya no sólo por haber anticipado la aspiración pecaminosa de sucederla. Pretendía demolerlo por una cuestión visceral. Cultural.
Le cuesta aceptar al airesolismo fundacional que La Doctora no lo soporta a Scioli.
Justamente el desprecio se subraya con firmeza cuando, por la dinámica de su banda, La Doctora se volvió “scioli-dependiente”.
Señalar la “scioli-dependencia” es -para La Doctora- un agravio.
Por lo tanto sería un error infantil de Scioli suponer que La Doctora se dispondrá, finalmente, a la resignación de apoyarlo.
Entre Scioli y Massa -para Presidente- La Doctora lo prefiere, en todo caso, a Macri.
El Niño Cincuentón le proporciona el pretexto de suponer que pierde contra la derecha. Para organizar la mitología de la nueva resistencia.
Gana Massa, benefactor de ScioliEn la liviana confusión, se asiste al juego lícito de las interpretaciones cruzadas.
Massa emerge, en la práctica, como el benefactor de Scioli.
El salvador que irrumpe para legitimarlo. Ante quienes lo desprecian. A ambos.
La aparición providencial del Riesgo Massa provocó de inmediato que Scioli fuera aceptado por los Gobernadores Atragantados (cliquear) del peronismo que se proponían aislarlo. Expulsarlo del kirchnerismo póstumo, devenido en cristinismo. Con la instrucción de La Doctora, y la instrumentación de Carlos Zannini, El Gran Consumidor. De Pescado. Podrido. Es quien se comió el bagre comprado.
Creía -por el bagre- que Massa no iba a presentarse.

3.- GESTAR Gobernadores Atragantados

Los Gobernadores Atragantados vuelven a convocarlo a Scioli. Por ejemplo para otra Asamblea de GESTAR. Similar a las oportunamente organizadas para condenarlo.
En Santa Teresita, sin ir más lejos, hasta los mini-gobernadores se reunieron, en el verano, para clavarle distancias a Scioli. En la provincia inviable, y sin invitarlo. Si no concretaron otra asamblea, en La Matanza, fue por la muerte previsible del último aliado. Chávez.
Según su web, GESTAR es “el Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista. Fue creado el 7 de junio de 2010 por el Consejo Nacional del PJ con el objetivo de contar con cuadros políticos-técnicos cada vez más capacitados”.
Con semejante presentación, las autoridades del Artefacto GESTAR, que preside el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, El Huevón, deberían ser portadores naturales de credibilidad.
Sin brindar los aspectos vulnerables que admiten, los doce gobernadores del justicialismo, que religiosamente asisten, sean tomados, todos, para la joda.
Gana Massa, benefactor de ScioliEn “Gobernadores atragantados” se trató la penúltima reunión del Artefacto. GESTAR. En Paraná, Entre Ríos, donde se asistió a una fervorosa muestra de excitación re-reelectoral.
Los gobernadores, atragantados como nunca de relamerse tanto, se comportaron como auténticos utopistas, que se lanzaban a la aventura de conseguir la re/reelección de La Doctora.
La Doctora dista, en general, de respetarlos. Sabe que son aduladores que sobreviven colgados del Vestidito Negro (cliquear).
Son pocos los gobernadores que pueden tener la suerte de lograr alguna reunión bilateral con La Doctora.
A lo sumo, Los Atragantados alcanzan a acceder al ponderable Juan Carlos Mazzón, El Chueco. O al Abalito.
Ocurre que Los Atragantados son convocados semanalmente, apenas, para aplaudirla. Y cuidadito con reunirse, entre ellos. Para algo que no sea glorificarla.
Cuesta creerles, a la docena de gobernadores atragantados, que se enlodaron en la estrategia de aislar al gobernador Scioli. Para rendírsela ahora.
Pensar que un mes atrás, Aire y Sol I, Scioli, estaba regalado.
“Para el gato”. Se permitió gastarlo, incluso, hasta Amado Boudou, El Descuidista, que debiera atender más la totalidad de los artículos del Código Penal que ocuparse del juego banalizado de las 20 verdades.
Carolina Mantegari
para JorgeAsisDigital.com
Informe Oximoron-Redacción Final
Se permite la reproducción sin citar fuente.
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lunes, 29 de julio de 2013

El campo y La Secta

El campo y La Sectaescribe Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital
La Garganta lo había anticipado:
“Etchevehere es muy personal, se manda solo. Tal vez mañana quiera lucirse con un discurso demasiado crítico”.
La bronca se percibía en el aire de la “127° Exposición Rural”.
Los reclamos, por repetidos, se convirtieron en lugares comunes.
Se perdieron “diez millones de cabezas”. “Ya Nicaragua exporta más ganado que Argentina”. “Pronto habrá que importar trigo”.
Sintetiza Susana Merlo, editora de Campo 2.0:
“A diferencia de muchos de los países vecinos, que supieron aprovechar los últimos ocho años, hoy la Argentina está sin resto”. Y agrega:
“No quiso, no supo o no pudo avanzar, como lo hizo prácticamente toda la región”.
Persiste entre los ruralistas, la “gente de campo”, “chacareros confundidos con oligarcas”, un contagioso sentimiento de humillación.
Entre la queja generalizada, y la rabia contenida, un ex presidente de la Sociedad Rural -de apellido que dista de aludir al paquetismo o la riqueza- expresó el deseo personal: que Luis Miguel Etchevehere, el presidente actual, “no profundice la ruptura con el gobierno”.

Categorías de Barra Brava

“Las bases están muy calientes y quieren sangre. Están para salir a la calle en cualquier momento”, confirma otra Garganta.
Tal vez los dirigentes debieran aportar mayor moderación, cierta sensatez.
Sin dejarse arrastrar, acaso, por las categorías fáciles de las barras bravas, que impregnan la sociología nacional.
“Pero si no te ponés al frente del reclamo, con tanta bronca que hay, te llevan puesto”.
El campo y La SectaUna estructura corporativa, como la Sociedad Rural, habituada históricamente a la gravitación del poder, se entiende que debe extender lazos permanentes de entendimiento. De negociación.
“Aunque el gobierno sea como éste, una secta”, confirma otra Garganta, sin percibir que le aporta entidad a esta crónica.
Y aunque La Secta se proponga despojarles, incluso, hasta el predio tradicional. El que ocupan desde 1878.
La cuestión es que Luis Miguel Etchevehere se puso al frente de la barra brava. Su discurso fue una gastada literal. De un anticristinismo demoledor.
Lo más suave que les dijo es que son corruptos. Mentirosos, fracasados, valijeros.
En la gastada, Etchevehere les tiró desde el tren bala hasta el desplazamiento de la estatua de Colón.
En presencia institucional, para colmo, de Héctor Méndez, el Ex Gordo de la UIA. Preside la Unión de Industriales Argentinos, caracterizada por ser la entidad más colaboracionista con La Secta.
Con contundencia (que quisieron atenuar hasta los medios adictos), Etchevehere se dedicó a destruir los pilares del relato. Inspirados, a su criterio, en una suma de falsedades. Con una dureza frontal que superó a Alfredo de Angeli, el del diente ausente de 2008.
Y dejó al borde del ridículo, incluso, a los referentes tibios de la oposición inofensiva.
Del Grito de Alcorta a La Gastada de Etchevehere se puede intentar una historia novelada de los conflictos del campo.
De la distancia elegantemente crítica, que Luciano Miguens impuso, en su momento -en los tiempos turbulentos de los cortes y de La Mesa de Enlace- no queda nada.
La Rural pasó después al populismo gestualmente paquetérrimo de Luis Biolcatti.
Para recalar en Etchevehere, con esta suerte de jacobinismo agrario.
El campo y La Secta“Desde Guillermo Alchourón que no se aplaudía, de pie, en el restaurant central de La Rural, el ingreso de un Presidente”, confirma la Garganta.
Pero el sábado, después de la algarada, Etchevehere fue fervorosamente aclamado, y de pie. Por quienes disfrutaban la provoleta del primer plato, y aguardaban el lomo del segundo.
El barrabravismo rural que se perfila es doblemente preocupante.
Confirma la data aportada por otra Garganta previa, tan productora de maíz como de información.
Después de las PASO, el campo sale, otra vez, hacia las rutas. Con las boinas pintorescas y las caras metafóricamente pintadas.
Con los tractores, los reclamos y las cosechadoras. Para reiterar los insumos de aquella catarsis de la Argentina blanca de 2008.
De cuando la esquizofrenia kirchnerista designó, a los ruralistas, como los enemigos transitoriamente privilegiados.
(Pronto sería el Grupo Clarín, más adelante la Justicia. La Secta declararía la guerra, incluso, hasta a los propios servicios oficiales de inteligencia).

Gobierno-Secta

La Secta, que preside nominalmente La Doctora, es conducida por Carlos Zannini, el Gran Consumidor de Pescado Podrido.
Ejerce a través de dos elementos instrumentadores. Guillermo Moreno, El Duro que los Asusta, y Axel Kicillof, El Gótico.
Son dos antagonistas que pragmáticamente decidieron acercarse. Hasta repartirse, en La Secta, las competencias vinculadas a la economía.
(El campo atribuye la estricta competencia de su condena a Guillermo Moreno).
En el plano político, los que bajan la línea de Zannini, en La Secta, son otros dos. Casi, según nuestras fuentes, en el mismo alarmante nivel.
El campo y La SectaEduardo de Pedro, El Wado, y el doctor Recalde junior. Amenaza con ser aún más rápido que el padre.
Recalde busca atenuar, con consentimiento de La Doctora y aprobación de Zannini, el déficit monstruoso de Aerolíneas Argentinas. Con la confiscación de otra empresa del sector, que presenta el ofensivo inconveniente de ser rentable.
Queda Julio De Vido, el ex Superministro, que se entretiene, mientras tanto, en La Secta, con el reparto suburbano de la campaña. Y vigila, sigilosamente, la estrategia, para no terminar preso.
Lo único que podría garantizar el beneficio de la libertad, de los identificados integrantes menores de La Secta, es la utopía de la reelección.
Pero el espejismo se aleja. Hasta ser, apenas, una expresión de la voluntad.
O un argumento de los opositores sin imaginación, que no encuentran otra mejor idea para impugnarlos.
Trasciende, aparte, que Etchevehere mantiene ambiciones aceptablemente políticas.
Cuentan que exceden los márgenes protagónicos del ruralismo.
Pero el Presidente de la Sociedad Rural no es el indicado para situarse a la vanguardia de la oposición que no acierta en el mensaje.
Conste que se trata de la nomenklatura de una oposición que forma parte del elenco estable, hasta transformarse en mero complemento de La Secta del oficialismo.
“Alguien tenía que hablar como Etchevehere”, confirma una catártica, que lo admira.

Comunicación y esquizofrenia

Etchevehere sabe de comunicación. Se formó en su ambiente. Su padre fue un estimable empresario periodístico. Un periodista campechano que parecía escapado de un cuento de Roberto Payró. Se ocupaba también de los campos de su familia. Amante de la ironía natural, de la picardía básica y del “mate chancleteado”. Dirigía el Diario de Paraná, de Entre Ríos.
Por lo tanto el hijo debe conocer de impactos en materia de comunicación. Como para demostrarlo en la primera oportunidad de lucimiento personal.
El combate abiertamente lanzado entre El Campo y La Secta acentúa la esquizofrenia del país. Se subsiste, en gran parte, por el beneficio agropecuario.
“80 mil milllones de dólares aportados en la década, sólo en retenciones”, aclara la colega Merlo.
El campo y La SectaLa Secta sobrevive gracias al campo mientras enfrenta, con una firme vocación por el suicidio, a los productores. Memorable la capacidad de auto-hostigamiento.
Como si se dedicara pacientemente a serruchar la rama de la que cuelga. Hasta caerse.
Enemistarse con los productores agrarios dista de ser la mejor receta para los peronistas inteligentes. Es sólo aconsejable para los giles que necesitan mantener vigente el cuento de la oligarquía.
Combatir en la Argentina, a las fuerzas del campo, es como combatir en Arabia Saudita a los petroleros.
Mientras tanto, Etchevehere disfruta la centralidad. Los ruralistas lo aplauden de pie en el restaurante central de la exposición que se cierra.
Las señoras elegantes, con o sin sombreros, se esmeran en sonrisas para fotografiarse a su lado.
Ahora se aguarda la réplica de los voceros, autorizados y vocacionales, de La Secta.
Pero las cosechadoras se preparan, de todos modos, para salir.
Hacia las rutas. Hacia el corte. Con las boinas y las caras (metafóricamente) pintadas.
Carolina Mantegari
para JorgeAsisDigital.com
permitida la reproducción sin citar fuente.
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viernes, 26 de julio de 2013

Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, Scioli

"Siete samuráis" de julio marca el retroceso de La Doctora.

Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, Sciolisobre Informe de Consultora Oximoron
Redacción Final Carolina Mantegari
especial para JorgeAsísDigital

Introducción
La rayita imaginaria

“No preocupa tanto perder el poder. Les preocupa perder la libertad”.
La Garganta consolida la evaluación.
La (casi) segura derrota del cristinismo, también en la provincia (inviable) de Buenos Aires, no desespera, paradójicamente, a los cristinistas en retirada.
Los calma, y sobre todo los contiene, la conveniente liviandad del discurso de Sergio Massa, La Rata del Tigre. En adelante Aire y Sol II.
Les aporta tranquilidad. Les anticipa cierto sosiego espiritual.
“A Massa, que presentó La Ley de Medios, ya lo indultó Clarín”, confirma otra Garganta. “Tiene vocación para amnistiar”.
Quien encabeza el desprendimiento, la Franja de Massa, o el cisma, suele aposentarse entre la intrascendencia de la proclama de paz y amor. Del apego a las excelencias de la gestión.
Anuncia el fin de la “política de las descalificaciones”. Destaca el positivismo vital de la “no confrontación”. Traza la consiguiente implantación de una “raya” imaginaria que clausura los traumas del pasado. Para dedicar las energías, en adelante, hacia el “futuro”. A los efectos de “resolver los problemas de la gente”. O peor: de “estar cerca de la gente”. Un conjunto de vaguedades que encantan orejas distraídas. Genéricamente básicas, que repiten, también, con menos suerte, otros aventureros, que aportan aburrimiento en la campaña menos atractiva que se tenga memoria.
“Lo peor de las PASO son los debates sobre las PASO”, grafica con acierto Jorge Yoma, anclado en la Estación Macri.
Pero las liviandades convenientes resultan, en Aire y Sol II, transitoriamente admirables.
Con su rayita imaginaria, Massa se encuentra condecorado por la magia de ser el depositario de las ambiciones de permanencia de una magnífica troupe de medialuneros. Y de las esperanzas de un gran sector de la sociedad, saludablemente necesitado de creerle.
Osiris Alonso D’Amomio
Director Consultora Oximoron
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El segmento

Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, ScioliEn “Geometría de los Samuráis” de mayo -cliquear- se explicó que aquel triángulo que conformaban “Cristina, Mauricio y Daniel” (cliquear), se convirtió, con la irrupción de Massa, en un rectángulo.
Para transformarse, después, en un segmento. Tema tratado a principios de julio, en “Detrás de La Doctora y de la Franja de Massa”, cliquear también.
El segmento citado consolidaba a la señora presidente Cristina, La Doctora, en uno de los vértices. Con Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol I detrás, de escolta.
Y con Massa, Aire y Sol II, en el otro vértice. Con Mauricio Macri, El Niño Cincuentón, detrás, también de escolta.
Con los desplazamientos triunfales que marcan las encuestas a favor de Aire y Sol II (Massa), y por la desertificación conceptual del oficialismo en banda, se asiste -para Consultora Oximoron- a la sobrevaloración funcional de Aire y Sol I. O sea de Daniel Scioli.
Por la carencia alarmantemente generalizada de referentes presentables, Scioli -devaluado y mancillado- debe ponerse al frente de la campaña remontadora. La que lleva al solvente mini-gobernador Martín Insaurralde, El Barrilete de Plomo. Cuesta remontarlo.
Entonces Scioli desplaza, en el vértice del segmento, a La Doctora. En su scioli-dependencia obligada, La Doctora ingresa -aunque bulliciosamente- en el ocaso. Sumergida por los incapaces que debieran cubrirla, pero que la hunden en dramatismos enfáticos que derivan en papelones memorables. A pesar de los shows en continuado de los aplaudidores escenográficos. En los actos donde, colmada de auto-referencias laudatorias, comienza, la pobre, a despedirse.
En la segunda quincena de agosto a La Doctora le costará contemplar el cielo. Por el tráfico múltiple de garrocheros que, desde los distintos puntos de la patria, clavarán la garrocha a los efectos de elevarse hacia el “Tigre, Tierra Santa” (cliquear), Sede de la alcaldía Aire y Sol II. Y lugar de residencia y esparcimiento deportivo de Aire y Sol I. En Villa La Ñata.
Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, ScioliDe manera que, en el segmento principal, hoy se encuentran los dos positivistas. Con fe y con esperanzas. Aires y Soles.
El Aire y Sol I, Scioli, ahora con las huestes desesperadas de La Doctora, detrás. Lo siguen con la nariz tapada, y con deseos de que pueda socorrerlos el gobernador Sergio Urribarri, El Padre del Marcador. Pero Urribarri viene muy lejos de los samuráis. Debe hacer méritos en el pelotón de los aspirantes.
Y Aire y Sol II, Massa, con Mauricio detrás. Y con el extraordinario despliegue territorial de los medialuneros furtivos. Adelantados que cambian hábilmente de monta, para permanecer. Y suscriben el cuento de la raya imaginaria que separa el presente del pasado. Sin “descalificar”, siempre “cerca de la gente”. Paz y amor.
Los Aires y Soles encabezan el Informe de los Siete Samuráis de julio. Seguidos de cerca, aún, por Mauricio. Descolorido y sin armado, pero en la tercera posición.
El Niño Cincuentón -exponente emblemático del macricaputismo- apuesta al mérito de diluirse detrás de Massa en la Buenos Aires inviable. Y sin siquiera reclamar la reciprocidad elemental en el Artificio. Para que Massa declare su preferencia por la señora Gabriela Michetti, La Princesa de Laprida, y de Diego Santilli, El Colorado, al que promueven con el propósito inconfesable de desplazarlo del ministerio.
Para Oximoron, El Niño Cincuentón podrá imponer, al menos en agosto, a los senadores macricaputistas. Que también se anotan en los beneficios de la gestión, se proponen “resolver los problemas de la gente”, como excelentes positivistas de la paz y del amor.

El peronismo que cansa

El Informe Oximoron de julio constata el fundamentado cansancio social que produce el peronismo.
La metodología perversa que le permite siempre reciclarse.
Se legitima entonces la expansión del interés entre los tres exponentes módicos del “no peronismo”, que se imaginan lícitamente presidenciables. Mantienen, entre ellos, márgenes de entendimiento.
El cuarto samurai de julio es Hermes Binner, el John Wayne de El Hombre Quieto. No tiene inconvenientes en imponerse en Santa Fe. Para salir después a la aventura de juntar. Proyectarse desde el parlamento.
Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, ScioliEl quinto y el sexto samurai son oriundos de Mendoza.
Ernesto Sanz, La Esperanza Blanca, ya está lanzado. En el ciclo del amague mediático.
Y Oscar Cleto Cobos, El No Positivo, que se impone, según nuestras fuentes, en Mendoza, y con contundencia. Pese a los obstáculos que le plantan los correligionarios entrañables (ampliaremos en próximo Relevamiento Federal).
Cobos, como Binner, saldrá a juntar desde el Parlamento.
Hay quienes planifican, incluso, que los dos deberían juntarse.
La recuperación de la Unión Cívica Radical es siempre preocupante. El partido centenario suele aportar el suspenso garantizado. Acción y aventura en sus turnos históricos que sirvieron, hasta aquí, para revalorar el peronismo.
Justamente el peronismo que hoy -por la dinámica de su perversidad metodológica- cansa.

Final con La Doctora

Por capacidad de daño, y por su implícita condición de cuadro influyente, el Informe Oximoron de los Siete Samuráis de julio lo cierra La Doctora. Aunque esté, en la práctica, fuera de juego. Entre la magnitud de las peleas desaconsejables. En sistemática simultaneidad.
Primero, la más lesiva. Contra el Grupo Clarín. Sin respetar, curiosamente, la alegada cuestión de género.
Aire y Sol II, Massa, y Aire y Sol I, ScioliLa Doctora ni imagina, acaso, que la señora Ernestina, directora nominal del ejército que considera enemigo, pasa, según nuestras fuentes, por una instancia triste de senilidad, que la aleja del combate racional. Debiera medirse en los agravios, sobre todo después de haberla agraviado tanto.
Segundo, la pelea inútilmente desgastante con la Suprema Corte. Aunque tal vez pronto La Doctora pueda conmoverse con la constitucionalidad más deseada. Pero por convicción jurídica, y no como consecuencia de los aprietes que le ponen, a su ocaso, migajas de autoritarismo.
O la última para citar, su guerra moderna contra los servicios de inteligencia. Impulsada por Carlos Zannini, el gran consumidor de pescado podrido, que cree que “las servilletas” obstaculizan sus decisiones políticas. Fueron errores que la arrastraron hacia el papelón-Milani.
Después de todo, el conflicto de fondo La Doctora lo sobrelleva consigo misma. En la desesperada búsqueda de convencer, al semejante, que el suyo es un gobierno revolucionario. Transformador. Sin darse cuenta tampoco que cada vez más semejantes, que para colmo nada tienen de oligarcas ni de gorilas, en cuanto aparece invasivamente en sus casas acuden, sin culpas, al cambio definitivo de canal.
Carolina Mantegari
Redacción final Consultora Oximoron
para JorgeAsisDigital.com
permitida la reproducción sin citar la fuente.
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miércoles, 24 de julio de 2013

Tigre, Tierra Santa

Por la mini-gobernación. Y por Villa La Ñata.

Tigre, Tierra Santaescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Aire y Sol I, Daniel Scioli, y Aire y Sol II, Sergio Massa.
Por prepotencia de encuestas, por persistencia y suerte de los protagonistas, Tigre pasa a ser, en adelante, la transitoria Tierra Santa.
Como lo fue Anillaco, en La Rioja. O Río Gallegos, en Santa Cruz.
Mientras tanto, la civilización kirchner-cristinista paulatinamente se extingue. Se asiste al cambio abrupto de santidad geográfica.
Consecuencia lógica de la fatídica caravana de errores. Y de los “escándalos y soledades” (novela homónima de Beatriz Guido).

Imposturas del Caso Milani

La Doctora escoge al General César Milani, como Jefe de Estado Mayor del Ejército, por los atributos de su especialidad. La inteligencia. Por la sabiduría utilitaria del espionaje.
Aquí es estrictamente secundario el reordenamiento del Ejército. Como tampoco importa la venerable problemática de los derechos humanos, pretexto de presentación social.
Lo que interesa es el manejo políticamente selectivo de los datos. La contundencia efectiva de los presupuestos reservados.
Milani legitima su nombramiento, como titular del Ejército, sustancialmente porque La Doctora le perdió la confianza a la Secretaria de Inteligencia.
Consolidada en la placidez del error por Carlos Zannini, el gran consumidor de pescado podrido. Convenció a La Doctora que la SI, según nuestras fuentes, le juega en contra. Conspira contra su política.
Tigre, Tierra SantaCuando se alude a la SI no se trata del contertulio habitual, Héctor Icazuriaga, el Señor 5 nominal, que suele acompañar a Zannini a comer los churrasquitos hervidos con La Doctora. A Icazuriaga lo apodan a sus espaldas Corazón de Ballena (“el Bobo más grande”). En esta historia Corazón se encuentra tan dibujado como el flamante Ministro de Defensa. Agustín Rossi, La Caricatura de Sabat, nominado apenas para destrabar inútilmente la vulgaridad interna de Santa Fe.
Cuando se refieren a los desacuerdos con la SI se alude, según nuestras fuentes, a Francisco -Paco- Larcher. Es el Espia que viene de Abril.
Y sobre todo a la estructura misteriosamente legendaria, que se referencia en la mitología inquietante de El Ingeniero.
Un profesional de la sospecha y la intriga. Al que se intenta, hasta hoy sin suerte, “mandarlo para arriba”.
Por características de su oficio, El Ingeniero no debe ser citado por su nombre real. Identificarlo -peor que un error- es un delito. Lo sabe, más que nadie, Gustavo Beliz, el inolvidable Zapatitos Blancos.
En vida de Néstor, El Furia, tanto Zannini como La Doctora debían tolerarlo a Paco.
Muerto (irresponsablemente) El Furia, Larcher no supo acomodarse ante el nuevo sol. Como otros elementos pintorescos que exclusivamente se referenciaban en el extinto.
Los motivos, en general, aluden a la portación de desconfianza personal.
Por haber amparado, como correspondía a un amigo leal y cómplice, los secretos de la inofensiva intimidad. El dispendio módico del jefe muerto.
En el equívoco de los fervores puede asociarse también Ricardo Jaime. Es el Bárcenas potencialmente eventual que supo consagrarse en el arte de la marroquinería cotidiana.
Tigre, Tierra Santa- Propónganme un cambio, ¿a quién pongo ahí?, en esa cueva -solía confidenciar La Doctora. Para hacerse cargo de lo que representaba “la cueva”, para cambiar el esquema, solo relucía un capacitado. De relativa confianza. Milani.

Caramelos de madera

En “Servilleta’s War” (cliquear) se esbozó que son dos las razones que motivaron la desconfianza de La Doctora hacia la SI. Y la consecuente coronación del general Milani. El que fue inmediatamente embocado por los datos que resistieron la limpieza programada de su trayectoria. ¿Por El Ingeniero?
Una es el cambio radical que se registró en el tema Irán. El atentado a la Amia. Desastre transversal que unifica las improvisaciones imperdonables de cuatro gobiernos al hilo.
De Menem, De la Rúa, y de los dos Kirchner.
Las esquirlas del atentado se elevan como la metáfora de la inagotable truchada nacional.
Con los cambios radicalmente frívolos de orientación, siempre adaptables al posicionamiento internacional. Demencias de la geopolítica que reflejan la persistencia del país en banda.
Pero la razón que importa es la segunda. Alude a Sergio Massa, La Rata del Tigre (Tierra Santa).
Desde cuatro meses antes de su lanzamiento, el Tema Massa, según nuestras fuentes, era un tema de comunión diaria para Zannini.
Consta que La Doctora habilitó, para negociar con “El Chico”, hasta a un ex mini-gobernador, que hoy se desangra en versiones que lo exceden, donde se rescata su condición de barítono. Hoy lo llaman Pavarotti.
Tigre, Tierra SantaDurante varios meses, Massa, El Chico, supo entretener a La Doctora y Zannini. A través del ex mini-gobernador. Con el suministro semanal de los adictivos caramelos de madera, ligeramente espolvoreados con azúcar impalpable.
Lo entretenía al intendente con la negociación paralela, a los efectos de armar una lista conjunta con el Frente para la Victoria.
Significa confirmar que Zannini consumía su caramelito de madera semanal. Como La Doctora.
“El Garca (por Massa) llegó a pedir seis diputados de la lista para su gente”, confirma la Garganta. “Pedía, para los suyos, en las listas de todos los distritos”.
Mientras tanto, “El Garca” armaba la suya propia. Mantenía conversaciones con la totalidad del espectro. Había suficientes mitómanos que se jactaban de manejarlo, de influir. Pero El Chico era más garca que ellos. Hasta instalar la confusión total a su alrededor, que fue resuelta muy poco antes del cierre de listas. Para sorpresa y encono de los chupadores de caramelitos.
“El Garca no se largaba por temor a los carpetazos”, confirma la Garganta.
Tanto se habló del caramelo de madera de los carpetazos que hasta el Espía que llegó de Abril, su amigo Paco Larcher, se trasladó, según nuestras fuentes, hasta el Tigre, ya la Tierra Santa, donde transcurrían aparte inútiles negociaciones entre Aire y Sol l y Aire y Sol II. Entre La Rata y Mancusso. A través de Alberto Pérez. O de “Montoyita”. El Negro pero no El Zurdo. Ampliaremos.
En simultáneo, Larcher también enviaba mensajes tranquilizadores hacia Zannini y La Doctora. Ellos se veían venir el cambio de santidad de la tierra. El cambio de centralidad. De la iniciativa que les despojaban. En adelante no tendrían otra alternativa que depender de Scioli, al que desprecian, a coro.
Para Paco, la relación con Massa se había transformado en el penúltimo vínculo que lo sostenía al cristinismo. Lo tenía controlado. Transmitía que su amigo -El Garca- no se iba a presentar.
Casi sin darse cuenta Larcher resultó fundamental para que Massa se convenciera de la inevitable necesidad de lanzarse.
Tigre, Tierra SantaFue cuando institucionalmente, desde la SI, en su despacho de Tigre, Tierra Santa, le llevaron las famosas carpetas. Las temibles evidencias contra él. Nada grave. Tortitas negras.
Para colmo, acaso desde el mismo Tigre (Tierra Santa) se lanzó la bola que Paco Larcher iba a ser candidato en la lista de Massa. Que lo fue, incluso, durante seis horas.
Como se lanzó también la bola de la figuración, en la misma lista, del narrador Matías Garfunkel-Madanes, El Heredero Serial. Socio en el shopping editorial de Sergio Szpolsky, La Sarita. Trascendían disidencias entre los socios, y no específicamente económicas. Garfunkel se desmarcaba. Insinuaba, según nuestras fuentes, que el cristinismo había desperdiciado la década. También ampliaremos.

Final con Cels

El catastrófico Episodio Milani muestra que no sólo el Ministro de Defensa y el Señor 5 de la SI están pintados.
Ya son correctas caricaturas de Sabat la mayor parte de los ministros.
Pero La Doctora también -y esto es más preocupante- se encuentra dibujada. Sin centralidad. Con la cursilería de las lentejuelas brillantes sobre su “Vestidito negro” (cliquear). Tuvo que retroceder ante el Centro de Estudios Legales y Sociales. El CELS, organismo que vertebra las imposturas.
En (la Secretaría de Estado) Página 12, el titular, Horacio Verbitsky, líder del Movimiento Todos por Horacio, escribió que el general Milani no debía perjudicar a La Doctora.
Tigre, Tierra SantaDebía ser fusible. Para abstenerse de utilizarla como un paraguas. Indujo el paso al costado.
Es positivo constatar que alguien, en la Argentina, manda. Es el CELS. La institución ideal para resolverle al gobierno los problemas que el mismo CELS le provoca.
El Caso Milani se eleva como la más ponderable sofisticación de la hipocresía.
Todos, a su modo, mienten. Le cuesta no mentir, incluso, al cronista.
Como periodista, satisface profesionalmente contemplar el plano panorámico de los senadores dibujados de la Comisión de Acuerdos. Sumidos en la lectura solemnemente coránica. La carta providencial del CELS. El Ganges purificador (cliquear). Para poner un poco de orden en el desorden armado, en gran parte, por el CELS. Pero pone en evidencia el notable sinceramiento del poder.
Justamente Milani llegó hasta la jefatura del Estado Mayor del Ejército por la magnífica relación que supo abrochar, en diversos sentidos, con la ministra Nilda Garré. Aliada, banda, con el CELS limpiador.
¿De qué le sirvió al general Milani haber hecho una letra tan buena con el CELS?
Haber entregado, presumiblemente, todo. Para purificarse y ascender.
En cuanto trascendiera la impostura, en la primera de cambio, lo iban a entregar.
Como un mero fusible. En medio de la tormenta. Sin paraguas.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
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viernes, 19 de julio de 2013

The Servilleta’s War

Al ex intendente, en la Base, lo apretaron como a una naranja.

The Servilleta's Warescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
“Aquí pasan cosas raras”.
Como en el texto de Luisa Valenzuela, en los 70 (Ediciones de la Flor).
Sorprende, justamente, lo raro. Sobre todo cuando trasciende que al ex intendente, bastante fornido, de aspecto asiático, lo captaron en la calle. Lo chuparon, en cierto modo. Para trasladarlo a La Base.
Para colmo, hay quien sostiene que se lo llevaron a “la central”. Demasiada proximidad con La Casa de Gobierno.
Se asiste al tramo más riesgoso del conflicto inquietante. Comienza a instalarse, mediáticamente, como La Guerra de los Servicios.
The Servilleta’s War.
Dista de estar a la altura literaria de los clásicos de John Le Carre. Menos aún, los de Tom Clancy.
Pero las fuentes irreprochables indican que el ex mini-gobernador, experto en los márgenes violentos del conurbano, tuvo el encargo de “armar una pesada”. Para terminar, de una vez por todas, con El Ingeniero. Y con su temible área de influencia. En un difuso polo de poder creado desde el Estado. A través del conocimiento medular de las vulnerabilidades de cada uno de los responsables eventuales de administrarlo.
“Si estos trastornados avanzaron contra el Fondo, contra Clarín, contra Moyano, contra la Corte ¿cómo no iban a querer cargarse también a El Ingeniero?”.
En La Base -confirma la Garganta- El Gordo no la pasó demasiado mal.
Podía haber sido mucho peor. Bastó, apenas, que lo apretaran intelectualmente como a una naranja. Para que contara y cantara. Con la estridencia y claridad del Cacho Castaña.

“Enfriarlo”

Para desprenderse de El Ingeniero -un funcionario después de todo menor-, bastaría, apenas, con una simple resolución administrativa.
Resulta desmedido, casi innecesario, encarar la aventura de “enfriarlo”.
Aparte de una muestra impresentable de fragilidad institucional, es ante todo una falta de respeto para el prestigio de El Ingeniero. Juntar pesada con guapos furtivos de barra brava. Sin atreverse siquiera a recurrir a la prolijidad sigilosa de un profesional. Si hasta los maridos dramáticamente burlados ya suelen recurrir al “sicarios punto com”.
Con suficientes condiciones técnicas y garantía, precisamente, de frialdad.

Premisas

The Servilleta's WarCualquier traficante de información confidencial interpreta la Servilleta’s War a través de dos razones, casi transformadas en lugares comunes. Mantienen, de todos modos, determinados gérmenes de verdad.
El fortalecimiento de la inteligencia paralela, y el intento superador a través del general Milani, que impulsan Zannini, el Cenador, y La Doctora, se legitima por la información viciada que -creen- le suministran.
Dos premisas fundamentales. Primera, el cambio radical en la investigación sobre el atentado a la Amia.
Aquí se alude a la Línea trazada por El Ingeniero, que fue adquirida sin miramientos. Llave en mano. Hasta que Hugo Chávez, el bolivariano extinto, al que no se le podía negar un favor, convenció, a La Doctora, de la estratégica transformación.
La cuestión que en poco tiempo se pasó de las sobreactuadas guiñadas geopolíticas hacia Estados Unidos, en las Naciones Unidas, con las acusaciones a Irán, a la inesperada instrucción al embajador Arguello. Para que se permaneciera en su banca, mientras Mahmud Ajmadinejad pestificaba sobre Israel. Ampliaremos.
La segunda premisa alude a la desacertada convicción respecto de Sergio Massa, La Rata del Tigre que birló la centralidad.
Se les transmitía la certeza que Massa sólo amagaba, pero que no se iba a atrever a desafiar, territorialmente, a La Doctora, en la provincia (inviable) de Buenos Aires. Tal como JB, el banquero amigo, según nuestras fuentes, le aconsejaba. No era JB el único que operaba para que Massa retrocediera, y quedar bien con La Doctora.
Aquí se alude a una falla de Paco, El Espía que llegó de Abril.
Un buen amigo de El Furia, que desde su muerte (irresponsable) no se pudo ubicar. Pero también Paco es un buen amigo, según nuestras fuentes, de Massa, el vivaracho que supo aceitar sus contactos en la Cooperativa de Crédito de 25 de Mayo. No olvidar que el chico fue Premier, Jefe de Gabinete. Y que es demasiado rápido, como para darse cuenta enseguida por qué callejones pasaba, en definitiva, el poder.
De pronto, como confirma la Garganta, El Cenador y La Doctora evaluaron que, desde 25 de Mayo, “les vendían pescado podrido del Mossad contra los iraníes”.
Y que, por si fuera poco, los hicieron equivocar, con “el traidor de Massa“.
The Servilleta's WarMoraleja: “porque desde 25 de Mayo juegan para Massa”.
Como dice el gran filósofo positivista del Bajo Flores: “Blanco y Jarra es leche”.

Paranoia y paroxismo

Al margen de las dos premisas presentadas, subsiste, sin embargo, algo aún más profundo. Alcanzó instancias de pleno terror con la orden de detención de Ricardo Jaime.
Más que la preocupación, se extendió la paranoia.
Se asiste al entramado paranoico que enlaza el manejo de la información sensible, con el complemento mediático (o sea la llegada a Clarín). Culmina con la sustancial ramificación en el universo de la justicia.
La conspiración, aquí, supera la frontera del paroxismo.
“Si Jaime va preso, y habla, Bárcenas, el español, comparativamente, es Heidi”, confirma la Garganta.
“Va a estar preso pero muy bien acompañado, con muchos amigos”, confirma otra.
La equiparación con Bárcenas tiene que ver con la estricta insignificancia de los valores hurtados que se le atribuyen al español.
“Tal como viene la ola, algunos federales, en poco tiempo, van a hacer fortunas”, confirma una tercera Garganta.
Se siembra el estado de lacerante sospecha sobre la justicia rentada.
El entramado de la información, ya en el campo de batalla, adquiere ribetes patológicos cuando el gobierno, extremadamente vulnerable, se imagina en un mal retiro.
Las perspectivas sombrías incitan a radicalizar la idea de la continuidad. Para -al menos- asustar con la locura de quedarse. Mientras perciben que algunos propios, en la práctica, prefieren acomodarse con aquello que huele a cambio. A futuro. Massa.
A esta altura, los desplazamientos del fiscal Nissman son tomados, según nuestras fuentes, como “operaciones de 25 de Mayo”.
Para los paranoicos, son también “operaciones” las informaciones sensibles que empiezan a salir en los medios de Clarín. El enemigo. Sea en la televisión o, especialmente, en la web del diario. Alude a las ceremonias de las cenas íntimas de La Doctora. Se instala el espectro del guardaespaldas preferido.

El juego cíclico del poder

Cuesta desprenderse, en definitiva, de aquel que sabe todo. Institucionalmente, El Ingeniero es casi intrascendente.
Sin embargo, por la suciedad de las colas, se le teme mucho más de lo necesario.
Cuesta liberarse de aquel que mantiene puntillosamente registrado hasta el último pecadillo del protagonista. El que supo explotar, para colmo, el conocimiento detallado sobre los otros. Sin registrar la palpable diferencia que existe entre lo permanente -El Ingeniero- con lo transitorio. O sea los gobernantes, que pasan. Mientras Clarín y El Ingeniero quedan.
Los gobernantes reinan, se enriquecen, se jactan. Pero tienen asegurado el destino invariable de Tribunales.
No se trata de vulgar extorsión, al contrario. Es el juego apasionantemente cíclico del poder.
The Servilleta's WarDe todos modos, hay que estar auténticamente desertificado de ideas para suponer que un ex intendente del conurbano puede resolver la problemática con el acopio de “barras”.
Sin darse cuenta que, desde las barras mismas, la información fácilmente se pinchaba. Que iba a llegar antes, incluso, que los decadentes se movilizaran para cargarse al que tiene identificada hasta la última costilla de los contratantes.
Para colmo, trasciende que El Gordo contó todo. De un entonado Castaña pasó a ser el intenso Pavarotti.
Es de esperar que, con la reconfortante eximición de prisión de Jaime, los más lúcidos se predispongan a sentarse. Para entenderse. Ponerse de acuerdo en cuestiones básicas, con pasable dignidad.
El diálogo es, después de todo, un arte.
Oberdan Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
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miércoles, 17 de julio de 2013

Milani y la purificación del Ganges

Consecuencias de la patología impulsada por el kirchner-cristinismo.

Milani y la purificación del Gangesescribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
“Si le chuparon el asistente, a Milani le cabe la Teoría de Dominio del Hecho”, confirma la Garganta.
Suponer que César Milani, a los 21 o 22 años, tenía poder de decisión para salvar o matar, en el Ejército de Bussi y de El Cachorro, es patológicamente infantil.
Como suponer que Luis Patti, con 24, era el gran pesado, en la policía bonaerense de Camps y Etchecolatz.
(A propósito, en descenso estomacal de búsqueda informativa, un asesino de verdad lo descalificó. “¿Patti pesado? ¿Desde cuándo? Si no enfrió a nadie. Desde Rosario los entregaron fríos”).
Pero el ex intendente de Escobar y diputado -Patti- sigue en cana. Como otros mil doscientos impuros. En cambio el general Milani, purificado, es el titular del Ejército.

El Ganges-Cels

Benarés es la ciudad santa del hinduismo. Situada al costado del Ganges, en uno de los tramos putrefactos del río mágico, que viene desde el Himalaya.
Milani y la purificación del GangesLas aguas del Ganges permiten la sumisa depuración interior. La limpieza ancestral de los pecados.
Quien se sumerja en las aguas oscuras del Ganges, queda renovado. En condiciones de volver a pecar.
En la historia reciente de la Argentina impura, el equivalente del Ganges es el CELS.
El Centro de Estudios Legales y Sociales. Organismo venerablemente humanitario que puede signar las depuraciones.
Las condenas. Eclipsar carreras. O acelerarlas con el esclarecimiento de su luz verde.
Aquel militar confiable para el CELS, que aporte información sensible, relativa a otros pecadores, se gana el derecho de circular.
Continuar. Ascender. O inducir la bolilla negra para los pecadores, alojados en la mazmorra de Marcos Paz.
O en el destino domiciliario, privilegio para algunos pecadores octogenarios. Extensión literal de la condena hacia la familia del pecador.
Para multiplicación de los panes del rencor. Los peces del resentimiento.
(Se escribe la crónica desde la asunción del fracaso personal. Por haber avalado los indultos de 1990, hacia los jefes militares y los guerrilleros. En nombre, lo peor, de la Reconciliación Nacional. Una estratégica ingenuidad).
Milani y la purificación del Ganges¿Aportó el general Milani, en su expreso colaboracionismo, la suficiente información al CELS, para purificarse?
Las fuentes, necesariamente anónimas, confirman que sí. Pero el cronista no puede hacerse cargo.
Por sospechas de pecados infinitamente menos relevantes y contundentes, que los que se atribuyen al general Milani, con o sin “teoría de dominio del hecho”, hay centenares de presos.
Otros centenares se encuentran en lista de espera. Algunos tenían la obligación de saber que, en sus destinos, persistían chupaderos.
Casi cuarenta años atrás, cuando ni siquiera existía el fax y se cometía el peor de los pecados. Matar.
Pese al mandamiento inútil: No matarás. Pero en la Argentina pecadora de los setenta se mató a discreción. A canilla libre.

Servilletas-War

El cristinismo naufraga en la incoherencia.
Milani y la purificación del GangesImpulsada por Carlos Zannini, El Cenador, acaso a su pesar, La Doctora se sumerge en el viejo error que, en su momento, arrastró a Raúl Alfonsín.
Consiste en gestar, o suplir, a partir de la desconfianza hacia la inteligencia estatal, una suerte de inteligencia paralela. Superadora.
De la mano del olvidable Dante Giadone (y de López, un Germán inolvidable) Alfonsín supo armarla en Leandro Alem 218 (Leer “Partes de Inteligencia” de nuestro director, J.A.).
A La Doctora -guiada por Zannini- le proponen armar la equivocación desde el Edificio Libertador.
Al frente abierto contra el Grupo Clarín, contra la Suprema Corte y la realidad, debe sumarse el frente lanzado, desde aquel mamarracho trunco con Irán, contra la misteriosa superestructura que se le atribuye a El Ingeniero.
Para generar el conflicto que deriva, en adelante, en las Servilletas War.
Interna que el cronista prometió declarar inexistente. Para no tratarla.
Es -como en el tango- tarde.

Caricaturas de Sabat

Extraña que Milani, un zapador (del arma de Ingenieros), convertido en el profesional de la inteligencia que tuvo la astucia de “quedarse con todo”, haya sido, en definitiva, tan poco inteligente.
Le chingó justamente en el diagnóstico. Deplorable el sistema de evaluación y prospectiva.
Ni sospechó que su triunfo -escalar hasta lo más alto- derivaría en la antesala del fracaso.
Sin darse cuenta que al asumir como Jefe de Estado Mayor, se le iba a desmoronar el castillo, muy costoso, pero de arena.
Milani y la purificación del GangesAunque por instrucción de La Doctora, Milani debía arreglar sus diferencias con el doctor-coronel Berni.
“Los ministros no van a obstaculizar sus tareas”, les dijo La Doctora, separadamente, según nuestras fuentes, a Milani y a Berni. “Pero termínenla entre ustedes”.
Total, Garré, oportunamente intervenida por Berni y protectora de Milani, ya no estaba más en Seguridad. La suplantaba la caricatura de Puricelli.
Y en Defensa Puricelli había sido suplido por la caricatura de Agustín Rossi.
Podía tranquilamente La Doctora entenderse con los dos. Con Berni y Milani.
Ya que Puricelli y Rossi emergían como dos perfectas caricaturas de Hermenegildo Sabat.
Tampoco se dio cuenta Milani que se le iba a emancipar el general Carena, aunque no registrara peso en la balanza.
Como Carena tenía llegada propia a Zannini, de pronto asumía como Jefe del Estado Mayor Conjunto.
Tampoco le sirvió a Milani la sobreactuación. El forzado rol de general bolivariano.
Otro espanto en materia de inteligencia. Y todo por haber confiado en la efectividad purificadora de las aguas sucias del Ganges-Cels.
Por la certeza de creer que se habían eliminado, en su totalidad, las huellas de sus pecados juveniles.
Subestimó, en el fondo, la capacidad para acumular datos sustanciales de los nuevos enemigos. Para lanzarlos, a la mesa del primer plano, cuando correspondía.

El oxímoron de la inteligencia militar

Con su gobierno a plazo fijo, y en campaña electoral, a La Doctora ya le sale muy cara la iniciativa de Zannini, el cordobés del llano. De elevarlo a Milani, el otro cordobés, pero de la sierra.
Para repetir la ceremonia de la desconfianza de Giadone y López, hacia la Cooperativa de Crédito de 25 de Mayo 11.
Sede central del SI, la antigua SIDE. Para preferir respaldarse en el oxímoron de la inteligencia militar. Del Ejército comandado por un hombre de la causa.
Milani y la purificación del GangesAl contrario de Zannini, debe aceptarse que Milani mantiene lazos familiares con el peronismo.
Su padre, el homónimo de Cosquín, aporta el nombre a la Unidad Básica que aún maneja su hermano. Maltratado por cierta enfermedad, el pobre padece los efectos colaterales de la promoción del hermano César.
Que asciende. Pero para caer. Irreparablemente.
Culpas del pasado, asociadas a la patología de interpretación, que alguna vez le obstaculizaron el ascenso sustancial.
En la ocasión -según la Garganta-, pudo salvarlo Juan Carlos Mazón, El Chueco.
“Es el hermano de un compañero, hay que apoyarlo”, les bajaba línea El Chueco, a los senadores.
Para terminar, Milani cayó en las redes de su propia trampa. Como si se asistiera a la venganza técnica de sus víctimas. Como Montero, Prieto Alemandi, “Tanguito” Bruera.
De nada le sirvió, al fin y al cabo, a Milani, la purificación del Ganges.
De continuar con el esclarecimiento de las filtraciones, pese al silencio humillante de las organizaciones alquiladas, a Milani no podrá salvarlo, en el ocaso, ni siquiera El Chueco Mazón.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
Posted on 19:26 | Categories: